PRODUCTOS

A la medida del cliente

La Caja Arequipa está desarrollando productos de ahorro, crédito y servicios empresariales que cubran las necesidades de sus clientes. Están abocados en desarrollar productos para los nuevos segmentos de mercado, a la vez que revisan su línea de productos actuales para mantenerlo vigentes y adecuados a las necesidades de los clientes.

Se trata de incrementar los beneficios entregados, porque el cliente es la razón de ser de la institución.  También están trabajando con sus canales de atención de modo que sean más rápidos y convenientes para el usuario.

Las últimas cifras revelan que la morosidad ha bajado en 1.6%, mientras que en la mayor parte de las IMF peruanas, ésta se ha incrementado. Este año, la institución espera superar el millón de clientes atendidos. También se reforzará la cultura organizacional de la empresa

También se desarrollará el “Programa de Certificación de Competencias y Capacidades para Analistas”. Este proyecto se realizará en convenio con una institución académica de prestigio en cualquiera de las seis sedes que tiene la Caja Arequipa.

Entre las instituciones con quienes están coordinando están el Instituto de Formación Bancaria, Universidad “San Ignacio de Loyola”, Universidad ESAN y Centrum Católica. Se trata de un programa académico de tres meses de altos estudios especializados, donde el analista podrá realizarlo en cualquiera de los dos semestres del año.

Si la Caja Arequipa está creciendo es por los logros alcanzados por la misma organización, pero sí se suma a ello, el aporte de la Caja Rural “Señor de Lúren” y estábamos hablando de cifras mayores.

Este año seguirán creciendo orgánicamente y si la oportunidad se presenta, podrán adquirir otro bloque patrimonial.

En los siguientes años, la Caja Arequipa llegará a las regiones de Tumbes, Piura, Cajamarca, Amazonas y Loreto. En los próximos años, llegarían a las 150 oficinas en todo el país.

Hay diversas variables que incrementan la morosidad. Una de ellas es lo que se podría llamar, “sobreendeudamiento”, pero en algunos sectores urbanos o “calentados”.  

Sin embargo, cuando se ven las estadísticas, vemos que Perú está muy por debajo del indicador de intermediación financiera, comparado con países como Bolivia, Chile o Colombia. Eso nos deja claro que no es un sobreendeudamiento en general. Está focalizado en algunas ciudades.

Pero también cuando se analiza la participación de un cliente en número de entidades, no es mucho. Vemos clientes, compartiendo quizá, hasta dos o tres entidades como máximo. Pero eso es natural. La oferta de una entidad financiera no sólo se consolida con un solo producto. Por ejemplo, las microfinancieras no ofrecen tarjetas de crédito, por lo tanto, los clientes recurren a otra entidad por este producto.

Lo ideal es dar esas ofertas, cuidando que no se produzca un sobreendeudamiento, pero eso debe normarlo el regulador.

La morosidad se incrementó por un crecimiento económico muy fuerte en todo Latinoamérica. Hubo un “boom” mundial en la economía y la flexibilidad de las comisiones financieras estaban de la mano con esa rapidez, necesarias para hacer crecer a las empresas, pero cuando se contrajo la economía mundial, también pasó la factura a las microfinancieras en los países.

En el caso peruano, esa desaceleración generó contracciones también en las colocaciones. Entonces, también la morosidad comenzó a subir. Eso permitió que algunas instituciones, sin las capacidades adecuadas en el manejo del riesgo crediticio, exageraron las posibilidades de sus ofertas. Entonces en la suma total de los indicadores de las carteras vencidas, refinanciadas, castigadas y judicial, se observó un incremento en la morosidad. No obstante, la Caja Arequipa superó estas etapas.

En la actualidad esta situación poco a poco se está contrayendo, y eso significa que las entidades que se están quedando trabajarán con más cuidado, luego de la experiencia aprendida. Generando, como ya se está viendo, retornos muy apreciables como fue en su oportunidad.

La industria microfinanciera es el motor del desarrollo de las microempresas de Latinoamérica