EL RUIDO POLÍTICO Y LA CORRUPCIÓN ESTÁN AFECTANDO A LA ECONOMÍA

Escrito por César Martinez. Publicado en Diciembre

Construyamos una sociedad justa y libre de corrupción para las nuevas generaciones.

Por César Sánchez Martínez / LIMA

Hay mucho ruido político que está afectando al desarrollo económico del país. ¿Qué está sucediendo en el Perú? Los últimos gobernantes y alcaldes están involucrados con denuncias de corrupción, algunos están presos, otro fugado y la conducta del actual mandatario, en tela de juicio.

El caso Odebrecht está manchando, salpicando y ensuciando lo bueno que se hizo. La corrupción, que no sólo es peruana, sino que está presente en todos los gobiernos de América Latina y el Caribe, ha carcomido tanto las bases de la decencia y transparencia, que ahora, como castillo de naipes empiezan a caer las buenas obras de infraestructura que se hicieron para el desarrollo de las ciudades.

Nadie entre los gobernantes está libre. Todos de una manera u otra, están involucrados. Algunos con pruebas, otros con denuncias y dos expresidentes en la cárcel.

Antes no se sentía mucho los efectos de la corrupción, que al parecer siempre estuvo presente según van saliendo las denuncias, e incluso, el ruido político iba, por un lado, y el crecimiento económico por el otro.

Empezamos con un Alberto Kenya Fujimori Fujimori que está preso por varios delitos. Un expresidente que renunció por fax, y no tuvo la hidalguía de venir al país, apelando a su nacionalidad extranjera. Es raro porque en la cultura y cosmovisión japonesa, el honor es clave. A ciencia cierta no se sabe si es peruano o japonés. Está preso porque lo extraditaron. Su socio, Vladimiro Montesinos también. Hizo muchas cosas buenas, entre las que sobresale, la pacificación del país. También podríamos agregar el sinceramiento de la economía. Todas esas buenas obras se oscurecieron cuando se le comprobó muchos actos de corrupción.

Luego tenemos al expresidente Alan García, quien tuvo un buen segundo gobierno, luego del desastre financiero de su primera administración. Se le acusa de muchas cosas, pero hasta el momento no hay pruebas fehacientes. Bueno, antes era más fácil delinquir porque la tecnología no estaba tan avanzada. Se compraban facturas, se hacía doble facturación, se alteraban los libros contables, no había una inteligencia financiera aguda, etc. En conclusión, se le acusa de muchos delitos, pero no hay pruebas. Las encuestas afirman que es culpable, pero mientras no haya prueba concreta, aunque algunos de sus colaboradores estuvieron presos por corrupción, el hombre está libre de polvo y paja. Tuvo un buen segundo mandato, reivindicándose de los errores cometidos en su primer gobierno.

Aquí juegan también los antis, esa forma de odiar a quien está al otro lado de la orilla, muchas veces sin razón. En el Perú, el antiaprismo es colosal. Muchos son anti apristas y se oponen a todo lo que venga del Partido Aprista Peruano, pero no saben porque se oponen. Simplemente porque escucharon de algún profesor o familiar que odia o detesta al APRA (Alianza Popular Revolucionara Americana).

Pero con Alan García y Alberto Fujimori se puede entender políticamente las diferencias ideológicas y su incidencia en la vida pública y la economía.

Con el grupo de expresidentes “empresariales” la cosa es distinta. Se suponía que con Alejandro Toledo Manrique y Pedro Pablo Kuczynski, el asunto mejoría, pero no ha sido así.

Ambos están representados en el empresariado, aquellos que se oponían a los políticos “tradicionales” del aprismo y los “nuevos” del fujimorismo. Había consenso que un presidente proempresa podría gobernar mejor con el respaldo empresarial. Pero no ha sido así.

Alejandro Toledo, prófugo de la justicia, vive en los Estados Unidos. Como el actual presidente fue su ministro de Economía, no sabemos que la Cancillería ha tramitado su extradición.

Precisamente, las denuncias de corrupción datan de esa fecha. El presidente Kuczynski siempre había negado sus vínculos de sus empresas con Odebrecht y lo negó hasta la saciedad. Ahora que las encuestas no le son favorables y están saliendo nuevas denuncias sobre sus vínculos, recién acepta y busca documentos. ¿Cómo, siempre negaba sus vínculos? Cuando una persona miente es porque está ocultando algo.

En boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso, dice un adagio popular. Ahora, ¿quién cree al presidente Kuczynski? Desde que se revelaron algunas anomalías de su vicepresidente en la posible ampliación del aeropuerto de Chinchero, la cosa ya iba mal. Si hacía bien las cosas, porqué negar sus vínculos. La mentira no es buena consejera. Justo ha caído en manos de sus oponentes que son mayoría absoluta en el Congreso. Hay que admitir que el fujimorismo parlamentario se opone muchas veces sin razón.

El anterior presidente Ollanta Humala Tasso y su esposa Nadine Heredia están presos. Alguien me escribió y dijo: “Detención preventiva”. ¿Cuál es la verdadera causa de las acusaciones? ¿Está realmente involucrado con actos de corrupción? ¿Se le denunció simplemente por manchar su nombre y carrera política? ¿Ollanta Humala es corrupto o no?

En el Perú es fácil denunciar a alguien. El denunciado debe demostrar que es inocente de las acusaciones contra él. A diferencia del derecho anglosajón, para denunciar a una persona se requiere pruebas, caso contrario, la denuncia no procede.

Es verdad que bajo la administración Humala, quien tuvo mayor notoriedad mediática fue su esposa. Ella parecía la gobernante. Es mas lista, toma decisiones importantes, estaba siempre en la foto, etc.

Las acusaciones contra Humala fueron de haber recibido dinero del gobierno venezolano para financiera su campaña en 2006 y de haber recibido tres millones de dólares. Marcelo Odebrecht y Jorge Barata dijeron que entregaron a Nadine Heredia esa cantidad de dinero para la campaña de 2011. También de haber depositado 140 mil soles a una cuenta del Banco de Comercio a nombre de su menor hija. Eso afirman los medios de comunicación. También podemos mencionar a otros políticos, Alex Kouri, Félix Moreno, Susana Villarán, Keiko Fujimori, César Álvarez, etc. Todos vinculados o manchados. “Juanito Alimaña” es más inocente que muchos de ellos.

El asunto es que el ruido político está afectando a la economía. El crecimiento económico se paralizó y las grandes obras de infraestructura también. La demanda interna estuvo detenida, movida ahora un poco por la clasificación del Perú al Mundial de Rusia.

¿Quién nos salvará? Espero que no sea el Chapulín colorado o moradito, porque todos son iguales.