El BBVA Research consideró que el panorama es algo más positivo para el primer trimestre del 2024. La anomalía climatológica ha disminuido sensiblemente en las últimas semanas y ahora mismo es compatible con condiciones cálidas débiles, lo que reduce así el impacto negativo sobre la actividad y los precios.
La economía peruana nuevamente se habría contraído en el cuarto trimestre del 2023, tras las contracciones reportadas en los 3 primeros trimestres del año, aunque en menor magnitud que en el tercero (-1% interanual), afirmó el BBVA Research.
Esta estimación considera las cifras ya cerradas para el Producto Bruto Interno (PBI) de octubre (-0,82%) y noviembre (0,29%), y que en diciembre hubo indicadores de actividad que mostraron un desempeño favorable.
La inversión pública registró una fuerte expansión (cercana a 28% interanual), el indicador de consumo privado elaborado por BBVA Research aumentó por primera vez desde febrero, y la producción de electricidad tuvo un mejor desempeño interanual que en el mes previo.
Sin embargo, los desembarques de anchoveta en la zona centro norte disminuyeron significativamente en diciembre del 2023, lo que afectaría no solo al sector pesquero sino también a la industria que procesa estos recursos, a lo que se suma que el impacto positivo de Quellaveco tiende a disiparse.
Entre enero y noviembre el PBI disminuyó 0,6% interanual, con el componente Primario creciendo 3% y el No Primario registrando una contracción de 1,3%.
En términos intermensuales (corregido por estacionalidad), el nivel que alcanzó el PBI en noviembre es consistente, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), con una mejora de 0,8% con respecto al mes previo (en octubre creció 0,1%).
Primer trimestre
El BBVA Research consideró que el panorama es algo más positivo para el primer trimestre del 2024. La anomalía climatológica ha disminuido sensiblemente en las últimas semanas y ahora mismo es compatible con condiciones cálidas débiles, lo que acota la intensidad de las lluvias en la zona norte y costa central del país en comparación con lo que se anticipaba hasta hace no mucho y reduce así el impacto negativo sobre la actividad y los precios.
Agregó que han mejorado también los pronósticos climatológicos para febrero y marzo, meses en los que ahora es más probable que las condiciones cálidas sigan siendo de débil intensidad o incluso menores.
Además, la base de comparación interanual en el primer trimestre del año es relativamente baja debido a que a principios del 2023 la actividad se vio afectada por conflictos sociales, es decir, las protestas violentas, y por el ciclón Yaku.
A todo ello se suma que el entorno para el gasto que realiza el sector privado va mejorando en el margen: la inflación ha descendido (menor erosión del poder adquisitivo de las familias), el Banco Central de Reserva (BCR) va rebajando su tasa de interés de referencia, y las confianzas, aunque todavía en zona de pesimismo, mejoran.
“En ese contexto, nuestra previsión de crecimiento para el primer trimestre del año (en torno a 1% interanual), elaborada en noviembre del año pasado y publicada a principios de diciembre, cuando los pronósticos climatológicos anticipaban un panorama más complicado para los primeros meses del 2024, tiene un sesgo al alza”, indicó.