Por César Sánchez Martínez
En estos tiempos, escribir algo sobre la Librería “El Inca” es remontarnos a la historia republicana y democrática del Perú, específicamente del siglo pasado. Al cumplir sus primeros cien años, la librería se ha convertido en un ícono en la historia de las librerías en América Latina, y ya forma parte de la historia universal en general, y de las librerías que aún están abiertas al público, en particular.
La institución se fundó como “Librería e Imprenta El Inca” en 1912, precisamente en el año que también apareció el diario La Crónica bajo la dirección del escritor Clemente Palma, hijo del insigne tradicionalista Ricardo Palma. Ese año, la librería se formó como una pequeña empresa de orientación cristiana evangélica.
Precisamente era un año muy especial. En Perú estaba dejando el poder, el presidente Augusto Bernardino Leguía y Salcedo, quien había sido ministro de Hacienda de los presidentes Manuel Candamo y José Pardo. Augusto B. Leguía realizaba la transferencia de mando el 29 de setiembre al entonces nuevo mandatario Guillermo Billinghurst, quien había dejado la alcaldía de Lima ese mismo año para postular a la presidencia de la república.
El entonces nuevo jefe de Estado, gobernó hasta el año 1914. Fue con el presidente Billinghurst cuando los ciudadanos evangélicos realizaron la lucha por la libertad de cultos en el país. Siendo la librería también una imprenta, en sus talleres se imprimió el material gráfico para promocionar la libertad de culto.
Mientras en Perú nacía la Librería “El Inca”, en el mundo ocurría diversos acontecimientos históricos. El 15 de abril se hundía el famoso crucero “Titanic”, en Paraguay se fundaba el Club Cerro Porteño, en Europa finalizaba la Primera Guerra Balcánica (Italo-Turca) y en los Estados Unidos se elegía presidente al demócrata Woodrow Wilson. También nacían el filósofo mexicano Leopoldo Zea, el economista estadounidense Milton Friedman y el escritor brasileño Jorge Amado. Todos fallecidos.
La Librería e Imprenta “El Inca”, se constituyó como una pequeña editorial de publicaciones librepensadoras. Curiosamente, en 1912, salían al mercado las obras “Campos de Castilla” del poeta Antonio Machado, “La condena” de Franz Kafka, “Pigmalión” de George Bernard Shaw, y “Del sentimiento trágico de la vida” de Miguel de Unamuno.
En realidad son pocas las instituciones que cumplen una centuria y la experiencia de la Librería “El Inca” es aleccionadora. Se dice que Perú tiene el orgullo de ser uno de los países con mayores manifestaciones culturales en Latinoamérica y, justamente, una de esas manifestaciones es la librería, que nació como una alternativa para divulgar la literatura evangélica en el país, y así ha sido durante un siglo.
Si Perú es la cuna de la cultura inca, no debe asombrarnos que su gente esté acostumbrada a realizar cosas grandes que perduren en el tiempo. Lima, que alberga a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la primera casa de estudios superiores de América, fue también la cuna de esta librería que tuvo como clientes a intelectuales de la talla de Clemente Palma, Víctor Raúl Haya de la Torre, Luis Alberto Sánchez, Raúl Porras Barrenechea, Jorge Basadre, José Carlos Mariátegui, Magda Portal, Samuel Escobar Aguirre, Pedro Arana Quiroz y otros tantos peruanos e ilustres sanmarquinos de la época.
“El Inca” fue fundada por el joven predicador británico presbiteriano Juan Ritchie, quien había llegado a Perú en 1906. Fundó también la Iglesia Evangélica Peruana (IEP) y organizó el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP), utilizando gacetillas para predicar el evangelio y buscar adeptos para reformar la Constitución en 1915 con materiales impresos en la Librería-Imprenta “El Inca”.
Ritchie comprendió que la literatura era la clave para evangelizar el Perú y compartió su experiencia con otros colegas en la Misión Bíblica Británica a la cual pertenecía y al año siguiente, 1908, consiguieron una rudimentaria imprenta donada que fue la base para que cuatro años después se forme oficialmente “El Inca”. Por supuesto que esta tarea lo hizo acompañado de un experto impresor llamado Guillermo Milham.
Inicialmente, la imprenta se instaló en Arequipa y comenzó de inmediato a imprimir materiales evangelísticos. Ritchie, que era un hombre de visión, aprovechando una franquicia legal que para combatir el analfabetismo permitía enviar gratis por correo cualquier periódico impreso, concibió la idea de aprovechar esta ventaja para hacer llegar el mensaje cristiano a todos los rincones del país.
En octubre de 1911, se publicó las revistas “El Heraldo” y “El Cristiano”, esta última llamada después en 1921 “Renacimiento”, confeccionadas por Guillermo Milham. Para evitar problemas de comunicación y transporte del material impreso, al año siguiente, decidió trasladar la imprenta a Lima que conjuntamente con el pequeño depósito de libros que tenía en
Lima, se formó oficialmente la Librería e Imprenta “El Inca”, en la calle San Cristóbal del Tren (actualmente Plaza San Martín).
Al formarse la librería se contaba con muy pocos títulos de libros cristianos disponibles a la venta, de modo que se aprovechó los vínculos que Ritchie tenía con impresores europeos, para importar textos escolares, universitarios y cultura general. Según contaba el propio Ritchie, entre los que visitaban asiduamente la librería estuvo el famoso político y escritor peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) en México y del Partido Aprista Peruano (PAP).
Ritchie había nacido el 11 de noviembre de 1879 en Escocia y se casó en 1909 con la dama chalaca Sofía Schulz. Cuando falleció el 2 de abril de 1952, los diarios limeños lo catalogaron como “incansable viajero, escritor y periodista”.
Aparte de Juan Ritchie, también estuvieron la gerencia el Rev. Juan Savage (1945) e Ignacio Zúñiga, desde el 18 de agosto de 1948. Bajo la gerencia de amplia visión de Ignacio Zúñiga, se legalizó como sociedad y experimentó un importante incremento en la producción editorial de literatura cristiana, extendiendo su campo de acción a todo el continente. En 1955, también Stuart Harrison, ciudadano argentino de origen escocés, estuvo al frente de “El Inca”, logrando posicionar a la librería en el ámbito mundial
En 1958, la librería que funcionaba en la calle Mandamientos, tuvo que dejar las instalaciones, en virtud que estaba al costado del templo de la IEP y trasladarse a su actual local, adquirido por los fondos donados por Juan Kessler, creyente de la IEP.
Stuart Harrison continuó como gerente por veinte años más hasta fines de 1989, relevado temporalmente por Alan Turner, Samuel Bravo y Mary Cruikshank. En 1990, la señorita Eirwen Harris Evans se hizo cargo de la gerencia y ésta le dio el empuje definitivo a la histórica labor de El Inca consolidándose como la principal fuente de aprovisionamiento de literatura cristiana en el Perú. Actualmente, el gerente general es Carlos Tejada Joly.
En la actualidad, la librería tiene locales en Lima Cercado, Lima Norte, Miraflores, Cusco, Huánuco, Chiclayo, Trujillo, Piura y Arequipa.
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La institución se fundó como “Librería e Imprenta El Inca” en 1912, precisamente en el año que también apareció el diario La Crónica bajo la dirección de Clemente Palma, hijo del tradicionalista Ricardo Palma.
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En realidad son pocas las instituciones que cumplen una centuria y la experiencia de la Librería “El Inca” es aleccionadora.
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