EL AVAL CREDITICIO DEL ESTADO AFECTA LA CULTURA FINANCIERA

Escrito por Microfinanzas. Publicado en Noviembre 2020

Las personas mal entienden el alcance de programas como Reactiva o la reciente ley de reprogramación para incumplir con sus pagos, advierte Luis Germán Linares, gerente general de la financiera Confianza.
—Se resalta la solidez del sector financiero frente a la pandemia, no obstante, el impacto negativo se ha sentido…
El impacto de la pandemia ha sido muy duro para todos los sectores económicos, especialmente para los que están involucrados en el sector de microfinanzas. No olvidemos que, en mucho de los casos, los emprendedores que están en este sector manejan una economía de subsistencia. Es decir, estas personas salían diariamente a trabajar en su propio negocio para conseguir el sustento económico necesario para cubrir sus gastos familiares.
El escenario ha sido muy dramático. En ese sentido, no ha tocado apoyar a nuestros clientes, estar muy cerca de ellos y brindarles las facilidades para reducir el impacto sobre su economía
—¿Cuánto suma la cartera de créditos de financiera Confianza? ¿Del total de su cartera de créditos, qué cantidad ha sido reprogramado?
Nuestra cartera total suma S/ 2.000 millones. Al iniciar la pandemia reprogramamos aproximadamente el 80% de nuestros créditos. Ahora nuestros créditos reprogramados están en 46%. Es decir, nosotros usamos las estrategias de reprogramación que se dieron para aliviarle los flujos de caja a los clientes. Lo que hicimos fueron reprogramaciones masivas desde el inicio.
—¿Cómo lograron reducir el número de créditos reprogramados?
Logramos bajar a 46% porque hemos dado las facilidades a los clientes para que puedan reconvertir sus carteras. Mediante nuestros sistemas de amortización se les permitió adaptar su flujo de caja con la finalidad que también puedan atender sus requerimientos económicos personales. En el sector microfinanzas, el microempresario es una unidad de negocio y familiar y debe atender ambas economías, por eso es importante brindarle el flujo de caja que necesitan y darle las pautas en educación financiera.
—¿A qué segmento poblacional apuntan?
Nuestro público objetivo es el microempresario de la base de la pirámide. Nuestro crédito medio está entre S/ 6.000 y S/ 7.000, son créditos pequeños. Estamos a nivel nacional y también atendemos la demanda crediticia del sector rural.
Nuestra estrategia de negocio es la banca relacional, significa contacto directo con el cliente en el campo, en el lugar donde tiene su negocio. Generalmente lo tiene en su casa o cerca de esta. Lo que hacemos es atender al cliente ahí, en su negocio y presentarle nuestros productos financieros. Tratamos que el cliente evite ir a las oficinas. Nuestro modelo de negocio se ha ido consolidando.
Por otro lado, el total de clientes de nuestra cartera son más de 250.000, de los cuales 200.000 son clientes individuales y el resto son clientes de banca grupal.
MENOR RENTABILIDAD
—¿Cómo han ido los márgenes de rentabilidad durante la pandemia? Imagino que han bajado…
Sí, los márgenes de rentabilidad han bajado sensiblemente influenciado por los créditos como FAE y Reactiva. Estos créditos, con tasas de interés tan reducidas, pesaron fuertemente dentro del margen financiero de las entidades y en este momento se está apreciando los menores márgenes.
—¿Me precisa en cuánto se ha reducido los márgenes de rentabilidad de Confianza debido a los créditos con garantía estatal?
En las tasas generales han impactado aproximadamente un 10% sobre el margen de rentabilidad. Por ejemplo, a finales del año pasado una tasa (de interés) media estaba en 30%, ahora bajó a 20%. Ese 10% es lo que se ha perdido en los márgenes.
—¿Han podido colocar nuevas líneas de créditos durante estos meses?
En los últimos meses hemos activado nuestras líneas de créditos con recursos propios. Los sectores se han ido activando en base a las fases de reactivación económica del Gobierno. A esos emprendedores que han tenido permiso para realizar sus actividades les hemos ofrecido créditos.
—¿Cuántas líneas de crédito nuevas al mes han podido colocar ahora y cuántas colocaban antes de la pandemia?
Ahora estamos colocando entre 28.000 y 30.000 nuevos créditos al mes. Estamos intentando acercarnos a los niveles de operaciones que teníamos antes de la pandemia, entre 35 mil y 40 mil operaciones mensuales. Nos hemos recuperado bastante considerando que entre abril y mayo no pasamos de los 3.000 créditos.
—Los periodos de gracias otorgados a los créditos a inicios de pandemia están por terminar o terminaron ¿le preocupa que el sinceramiento de la cartera impacte sobre los indicadores de morosidad?
Sí. Lo que preocupa es que la población ha mal entendido que la ayuda crediticia del Gobierno es un regalo y se relajan en cumplir con sus obligaciones de pago. Esto nos afectará. De hecho, con respecto a la reciente ley de reprogramación y congelamiento de deudas, la gente que venía cumpliendo con sus pagos ha dejado de pagar esperando que salga el reglamento para conocer el nuevo periodo de gracia avalado por el Gobierno.
—Entonces los créditos con garantía estatal pueden ser una excusa para incumplir con los pagos y un incentivo para la mala cultura financiera…
Efectivamente, eso es lo que está pasando. En octubre ese fenómeno se nos presentó y las personas, de alguna manera, empezaron a decir bueno no pago porque prefiero esperarme al auxilio que nos va a dar el gobierno.
DEMORAS QUE PERJUDICAN
— ¿Del total de su cartera cuánto representan los créditos agrícolas?
El 20% de la cartera nuestra está en créditos agrícolas. Estamos hablando de unos 50.000 créditos.
—¿Participaron en la subasta de créditos en torno al FAE Agro?
No hemos participado debido que en este momento no hay demanda por los créditos agropecuarios. La demanda es muy baja. Son varios aspectos en contra del productor agrícola que no hacen atractivo pedir dinero al Estado.
—¿Qué le restó atractivo a los créditos agrícolas como el FAE Agro?
Primero, se demoraron demasiado en sacarlo. El FAE Agro se estaba esperando con mucha ilusión para atender la campaña de siembra y no salió a tiempo. Ahora la próxima campaña de siembra es en enero, entonces el productor agrícola no va a tomar ningún crédito pese a que las tasas de interés sean bajas.
—¿Qué opina sobre el proyecto del Legislativo que busca poner topes a las tasas de interés?
Es una iniciativa bastante compleja. Las tasas de interés en el sector microfinanzas son altas porque tienen un componente que es el margen financiero. Este margen financiero permite cubrir todos los costos operativos e incluso las provisiones de cartera.
Dentro de los costos operativos el componente mas alto es de los asesores de créditos. Nuestros asesores salen a prestarle el servicio al cliente allá en el campo (lugar del negocio). Entonces al limitar la tasa de interés, nosotros como entidad de microfinanzas no vamos a poder ir a atender al cliente, principalmente a los clientes agropecuarios que no reciben mucha oferta crediticia.
Entonces el bajar la tasa de interés se limita la irrigación de crédito a la población de menores recursos.
FINANCIERA CONFIANZA Y LA FUNDACIÓN MICROFINANZAS BBVA
Apoyan a las personas de menores recursos para que mejoren sus condiciones de vida.
El modelo de negocio de la Financiera Confianza es la banca relacional que tiene como objetivo atender a la mayor cantidad de personas vulnerables del país -base de la pirámide, le dicen- mediante una oferta de productos y servicios financieros diseñados para atender sus necesidades.
Durante el 2019, la financiera atendió aproximadamente a 190.700 nuevos clientes de crédito, bancarizando a un 29%. Un 77% de los clientes nuevos estaba en situación de vulnerabilidad y un 35% es pobre o extremadamente pobre. Según Luis Germán Linares, gerente general de la financiera Confianza, la meta es seguir expandiéndose, principalmente, entre la población más vulnerable del país.
Según mediciones de la entidad y de la Fundación Microfinanzas BBVA, a los dos años de trabajar con la institución, 42% de los clientes pobres superan dicha condición de vulnerabilidad.
Financiera Confianza es parte de la Fundación Microfinanzas BBVA, una entidad sin ánimo de lucro creada por el Grupo BBVA en 2007, en el marco de su responsabilidad social corporativa, con el fin de promover el desarrollo económico y social sostenible e inclusivo de las personas vulnerables a través de las Finanzas Productivas.
La Fundación Microfinanzas BBVA es totalmente autónoma del Grupo BBVA, tanto en su personalidad jurídica como en su gobierno y gestión. Invierte su dotación en la integración y desarrollo de entidades microfinancieras en América Latina, cuyos beneficios se reinvierten en la propia actividad de la Fundación, sin ningún retorno para BBVA.
Actualmente, la Fundación atiende a una cartera vigente de casi 2 millones 350 mil clientes y ha entregado un volumen de créditos de más de 14.847 millones de dólares a emprendedores de escasos recursos a través de su grupo de entidades microfinancieras.
La FMBBVA es líder mundial en el financiamiento al desarrollo, según el ranking elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Además, la Fundación Microfinanzas BBVA, ha reportado sus datos por primera vez en 2019 y ha sido reconocida como líder internacional en financiación al desarrollo, solo detrás de la Fundación Bill & Melinda Gates.
Según el informe, la FMBBVA desembolsó en 2018, 1.200 millones de dólares en microcréditos a emprendedores de bajos ingresos en Colombia, Perú, República Dominicana y Panamá.
“El 86% de los desembolsos se hicieron en Colombia y Perú, y destaca especialmente la financiación a través de programas de sostenibilidad medioambiental o de empoderamiento económico de la mujer, ya que ellas constituyen más de la mitad de las personas a las que atendemos”, asegura Gabriela Gil, responsable de Control de Gestión de la FMBBVA.