BAJO UNA ´TENSA CALMA´
Por: Wilder Mayo Méndez - Director de Micro Finanzas
El escenario político, económico y social del Perú esta bajo una frágil tranquilidad, sin embargo, la continuidad esta depende de la buena gestión del Gobierno de transición y de los aciertos o desaciertos del Congreso. La población se mantiene vigilante y espera políticas públicas que promuevan la generación de empleo.
El sábado 14 de noviembre, Jordan Inti Sotelo Camargo (24) y Jack Bryan Pintado Sánchez (22) murieron a causa de la represión policial de la marcha nacional en contra de la presidencia de Manuel Merino y el Congreso. Dos jóvenes que no buscaban el heroísmo por una muerte precoz solo sintieron la obligación de salir a las calles y protestar por lo que consideraron un Gobierno ilegitimo liderado por Merino y apañado por los 105 congresistas que le pusieron la investidura presidencial.
Las tensiones políticas estallaron en un conflicto social, luego que el Congreso utilizará una arcaica cláusula constitucional para destituir a Martín Vizcarra, por “incapacidad moral” a solo cinco meses de las nuevas elecciones. La indignación social en la población aumentó y las protestas fueron copando las calles a nivel nacional.
Las manifestaciones eran lideradas por jóvenes, pero también participaron familias completas e incluso adultos mayores. Los peruanos salimos a las calles a defender al país de la corrupción, cansados de los políticos y las agrupaciones políticas que priorizan sus intereses personales antes que los del país. Los congresistas elegidos se olvidan que están en ese cargo por el voto popular.
Al protestar, modificamos la agenda y comenzamos un debate. Los que están en el poder pueden tratar de ignorarnos, pero si hay suficientes manifestantes, entonces sentirán la necesidad de encontrar razones por las cuales todos los manifestantes están equivocados. Ahí es cuando comienza el debate y la discusión se hace posible.
La protesta es un derecho. El artículo 2, numeral 12 de nuestra Constitución Política, así como el artículo 15 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reconocen que toda persona tiene derecho a reunirse pacíficamente y sin armas.
El malestar de la población fue cuantificado en un sondeo de la encuestadora Ipsos que reveló que el 94% de los peruanos rechazó el nombramiento de Manuel Merino como Presidente. Un mayoritario 88% desaprobó la labor del Congreso.
Algunos analistas locales consideran que los últimos eventos realizados son solo un síntoma de un problema mayor. La precariedad del sistema electoral y de los partidos políticos nos ha llevado a una crisis de legitimidad
LOS MÁS PERJUDICADOS
Si bien la crisis sanitaria ha dejado las cuentas nacionales debilitadas, la crisis política incrementa su impacto negativo, sin embargo, los mas afectados no son los grandes capitales el perjudicado es el microempresario. El emprendedor que todavía no logra recuperarse del impacto del Covid-19 sobre sus negocios, pero tiene que salir a trabajar para sus deudas ante las entidades financieras.
No olvidemos que por estos meses se vence o venció el periodo de gracia otorgado a los créditos y los titulares de los créditos deben acercarse a pagar. A esto hay que sumarle que el mercado micro financiero espera un sinceramiento de los créditos que se traduciría en el incremento de la mora.
Una es la perspectiva de inversión de empresarios locales pequeños y medianos a los que les afecta este contexto porque cambian las expectativas, y hay incertidumbre de cómo va a ir la economía en los próximos meses.
Sin embargo, a la inversión extranjera concentrada en el sector minero y con grandes negocios, le afecta mucho menos el ruido político, porque vienen con perspectivas de largo plazo. Saben que el sistema político cruje y luego se ajusta. Ellos vienen por inversiones de 20 años, por lo que una situación así no es decisiva.
EL RETO AL NUEVO GOBIERNO
El presidente transitorio Francisco Sagasti estará a cargo de la conducción del país por alrededor de ocho meses, poco tiempo es el que tendrá para conseguir grandes cambios; sin embargo, hay objetivos importantes por cumplir que deben continuar su curso. Entre los retos destacan la importancia de dialogar y conciliar con el Legislativo, lucha contra la crisis sanitaria y mermar su impacto en la salud y economía, conseguir una verdadera reactivación de la economía considerando el apoyo a los millones de microempresarios. También esta asegurar la transparencia en a investigación para determinar a los responsables de las muertes de Inti Sotelo y Bryan Pintado.
El descontento social existe y seguirá existiendo porque el Perú tiene problemas. La agenda del Perú es compleja y sigue vigente, lo importante es canalizar ese descontento hacia el espacio de diálogos y la obligación del Estado a responder a ese descontento.
No nos olvidemos de los más de 2 millones de desempleados por la crisis sanitaria. El gobierno de transición debe estimular la producción del empleo, de los ingresos de los trabajadores haciendo que la demanda agregada de la economía crezca de forma relativamente alta y sostenida en el tiempo. En este punto es importante capitalizar a los millones de micro empresarios bancarizados y no que están demandando capital para reactivar sus actividades.