El fortalecimiento patrimonial va a ser una de las áreas más importantes para algunas Cajas Municipales, porque la implementación de los criterios regulatorios de Basilea III, en el mercado peruano, implica nuevas exigencias de capital, declara a Microfinanzas el consultor de la IFC, Álvaro Quijandría Fernández.
La Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), brazo financiero del Banco Mundial (BM), tiene como propósito promover el desarrollo económico y mejorar las vidas de las personas, ¿cómo ponen en práctica este propósito en el Perú?
La IFC puede ofrecer toda la gama de instrumentos financieros, desde inversiones directas en capital hasta todo tipo de deuda. En realidad, la idea que hemos tenido siempre es adaptarnos al instrumento que más se acomode a las necesidades de nuestros clientes.
En algunos casos, esto también pasa por ir por la vía del mercado de capitales o por movilizar inversiones con un tercero. Es decir, nosotros brindamos el financiamiento, pero si se requiere un mayor monto de capital buscamos a una tercera entidad o a un grupo de terceras entidades que puedan participar en el financiamiento. Hemos realizado varios préstamos sindicados en el Perú, con lo cual, contamos con una amplia gama de productos para cumplir con nuestro objetivo.
¿Cuál es el tamaño de la cartera de la IFC en el ámbito del sistema financiero peruano?
A la fecha, nuestra cartera comprometida con instituciones del sistema financiero peruano es de US$318 millones y esperamos que muy pronto esa cartera más que se duplique.
Deuda subordinada
¿Esa meta de duplicar su cartera en el ámbito del sistema financiero, la podrían alcanzar en este año?
Sí. Nuestro año fiscal culmina en junio de este año y esperamos cerrar con alguna operación adicional. Para el siguiente año fiscal, que empieza en julio, tenemos previsto realizar varias operaciones importantes, algunas de estas con la banca múltiple y otras con entidades especializadas en microfinanzas o Cajas Municipales. En este momento, como IFC estamos muy comprometidos con impulsar las microfinanzas, porque la inclusión financiera es uno de los pilares de nuestro propósito.
Hace poco realizamos la primera operación de deuda subordinada con la Caja Arequipa por un monto de US$51,9 millones, de los cuáles una parte movilizamos de un tercero, un inversionista. Esta deuda permite a la Caja fortalecer su ratio de capital y es una operación que desde hace bastante tiempo buscábamos desarrollar.
¿Podrían llevarse a cabo nuevas operaciones de deuda subordinada de la IFC con las Cajas Municipales?
Sabemos que el fortalecimiento patrimonial va a ser una de las áreas más importantes en los próximos meses y en el par de años que viene para algunas de las Cajas, porque la implementación de los criterios regulatorios de Basilea III, en el mercado peruano, implica nuevas exigencias de capital.
Entonces, buscamos hacer lo mismo con otras Cajas Municipales para apoyar al sistema lo más que se pueda por esa vía.
A finales del año pasado, la Junta General de Accionistas de la Caja Huancayo manifestó su interés de tener a la IFC como accionista, ¿hay avances?
Es una ruta que estaremos abiertos a evaluar con algunas de las Cajas Municipales más fuertes del sistema y de mejor gobierno corporativo, porque contar con buenas prácticas de gobierno corporativo es un requisito importante para una inversión de la IFC.
En el caso de las Cajas, durante muchos años hubo algunas dificultades para que las multilaterales puedan invertir en entidades que tienen un componente público. Pero con algunos esquemas de ‘gobernance’ y sobre todo con la nueva normativa que se ha generado [con la Ley de Fortalecimiento Patrimonial de las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito], se abre la posibilidad de que puedan participar multilaterales. Por ejemplo, entiendo que otra entidad multilateral como el BID Invest también estaría evaluando entrar en algunas Cajas. Esto sería una ruta muy positiva para brindarle impulso y fortaleza a las Cajas Municipales en su crecimiento.
Entonces, ¿la Ley de Fortalecimiento de las Cajas Municipales va a permitir que los organismos multilaterales participen en el accionariado de estas entidades?
Lo pondría más en condicional. Más que va a permitir, diría que podría permitir que los organismos multilaterales puedan participar en el accionariado. Esto porque en este tipo de operaciones es bien importante revisar las áreas internas de las entidades tanto las que son de las mejores prácticas ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza, por sus siglas en inglés); sobre todo, el área de gobierno corporativo, como la parte legal. Y se requiere contar con la autorización de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Además, en algunos casos, implica tener mucho cuidado con el lenguaje de los contratos, las cláusulas específicas o la forma en la cual se hacen los aportes de capital. También, se debe considerar si es que hay cláusulas de salida y cuál es el marco de gobierno corporativo. Es decir, las operaciones dependen de cada caso.
Lo que sí es un hecho es que los cambios en la regulación facilitan la participación de las multilaterales en las Cajas y son un paso adelante bien importante. Por ello, hay que estar muy atentos en los siguientes meses conforme las multilaterales comencemos a hacer la evaluación más específica de operaciones de este tipo, de ver si es que existe todavía un obstáculo por superar que podamos trabajar con las autoridades.
Desafíos
¿Cuáles son los principales desafíos de las Cajas para contar con accionistas como ustedes?
En algunos casos, todavía existe la necesidad de hacer un trabajo en la adopción de los principios ESG. En el caso puntual de las Cajas Municipales, quizás el orden de estos principios en el que deben trabajar es inverso. Es decir, primero deben empezar por ocuparse en el gobierno corporativo para luego pasar por otras áreas con la finalidad de asegurar el cumplimiento de los estándares de ‘performance’ que se requieren.
Y, en este campo, tanto en la IFC como en las demás multilaterales, existe la posibilidad de brindar asistencia y apoyo para que las Cajas puedan llevar adelante estos cambios o mejoras en la gestión de los factores ESG. Otro desafío adicional es la posición financiera de la entidad, es decir, cuan bien están las finanzas de las Cajas. Sobre este aspecto, en algunos casos, todavía existe la necesidad previa tanto de crecimiento como de fortalecimiento de las Cajas para llegar a plantear alguna operación con alguna multilateral.
El Seminario Internacional de Microfinanzas (SIM) Cusco 2023, que organizó la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) junto a la Caja Cusco, abordó en varios paneles la sostenibilidad como pilar de crecimiento de las Cajas y, dentro de esta, la importancia de buenas prácticas de gobierno corporativo, ¿considera que mantener el debate sobre este desafío es muy oportuno?
Sí, y puede ser, además, una oportunidad gigantesca en un contexto en el que se está dando bastante más énfasis en los principios ESG. Por ejemplo, de esas siglas, en la “S” las Cajas tienen un componente muy importante, que tiene que ver con el impacto social de su actividad. Pero, en algunos casos, tienen retos para monitorear, documentar y hacer el seguimiento de esos impactos sociales, que les impide sacar toda la ventaja que podrían para acceder, por ejemplo, a financiamiento con algunos componentes de sostenibilidad.
Es decir, ya están llegando a mujeres, a zonas rurales, están haciendo préstamos que tienen un componente verde. Por ejemplo, están otorgando hipotecas de edificios y edificaciones que tienen una certificación de sostenibilidad y todavía no lo pueden aprovechar.
Indicadores sociales
¿La falta de indicadores sociales que midan el trabajo que vienen realizando las Cajas las lleva a desaprovechar las oportunidades de acceso y el beneficio que brindan estos financiamientos sostenibles?
Así, es. Por ejemplo, hemos hecho dos operaciones con Mibanco. Una de ellas es una línea de financiamiento que está dirigida a las micro y pequeñas empresas (Mypes) lideradas por mujeres, en la que una buena parte del capital, así como la asistencia, ha sido provista por una iniciativa de IFC Global que se llama ‘Banking on Women’, que significa ‘Haciendo banca con mujeres’.
La otra es una iniciativa global que fue lanzada entre la IFC y el banco de inversión Goldman Sachs, que se llama ‘Women Entrepreneurs Opportunity Facility’ (Mecanismo de Oportunidades para Mujeres Empresarias, WEOF por sus siglas en inglés), que tiene que ver con la facilidad financiera para mujeres empresarias. En ambos financiamientos se brindan incentivos para que las entidades lleguen al segmento objetivo. Estos tienen que ver, por ejemplo, con algunas devoluciones que pueden trasladarse a las tasas de interés. Dichos beneficios son posibles porque los mercados financieros globales cada vez más se preocupan por el cumplimiento de los criterios ESG.
Y, como decía, para que las Cajas puedan acceder a esas líneas y ventajas que existen hoy en día, requieren hacer ese trabajo de definir bien sus indicadores de impacto social, monitorearlos, documentarlos para posteriormente pasar una auditoría ESG de manera regular.
¿Qué factores podrían llevar a que las entidades como las Cajas Municipales no les presten atención a estas ventajas?
Quizás, algunas creen que podría representar una fricción para el crédito exigir el requisito de que una edificación sea certificada como sostenible. Sin embargo, si usamos la certificación EDGE, (Excellence in Design for Greater Efficiencies), por ejemplo, que es la que usa la IFC, basta con demostrar que, vía el diseño y los materiales que se utilizan en la edificación, se generarán reducciones o ahorros en el uso de energía y agua de más del 20% para que la edificación sea considerada como sostenible.
Y eso no es algo que represente un costo para el constructor, sino es un beneficio para el cliente final, porque es algo que se aprovechará a lo largo de toda la vida en el inmueble. El hecho de tener 20% menos de consumo de energía es importantísimo para la vida de un inmueble.
Además, esta certificación se puede hacer no solo para vivienda, sino en la construcción de los locales comerciales en que operan las MYPE. En el Perú, por ejemplo, hemos calificado con la metodología EDGE una unidad integrada comercial, que es el mall Real Plaza Puruchuco.
Es decir, todo el mall ha sido certificado como edificación sostenible y lo mismo se puede hacer con un mercado pequeño tipo los de Unicachi y Eden, en donde hay pequeños empresarios, así como en unidades de vivienda. Hay que considerar que cuando una entidad trabaja con sectores emergentes debe pensar en cubrir todas las necesidades de su ciclo de progreso.