El cambio estratégico permite a Caja Cusco ampliar su alcance y captar nuevos segmentos de mercado, fortaleciendo su posición competitiva. Una identidad corporativa mejorada puede generar un vínculo emocional y una mayor conexión de los clientes con la marca.
La creación de la nueva identidad corporativa de Caja Cusco ha sido un proceso estratégico que busca fortalecer la posición de la empresa en el mercado financiero y mejorar su competitividad. Los principales motivos detrás de este cambio se relacionan con la necesidad de diferenciarse de la competencia, ampliar su alcance y atraer nuevos segmentos de mercado.
La identidad corporativa de una empresa es fundamental para su estrategia y competitividad, ya que refleja su valor, credibilidad y singularidad de marca. En el caso de Caja Cusco, esta necesidad se hizo más evidente debido al crecimiento de clientes y a su ingreso a nuevos mercados en el norte y oriente del país, alcanzando una cobertura de más de 20 regiones del Perú.
En un mercado donde la mayoría de las Cajas Municipales comparten similitudes en el uso de logotipos y colores, era necesario que Caja Cusco se identificara por una característica diferencial. Esta nueva identidad está caracterizada por una figura familiar para los peruanos: la chakana o cruz andina, que representa a la constelación de la Cruz del Sur, la constelación mayor de los andes, que sintetiza la cosmovisión andina para muchos de los pueblos de los andes centrales de Sudamérica y representa a la deidad Wiraqocha, gran ordenador del universo.
Este poderoso símbolo ha sido inmortalizado en casi todos los testimonios de las culturas de Sudamérica, particularmente en Colombia, Bolivia y Perú, donde recientemente se ha descubierto una, tallada en un muro de piedras y adobe, muy conservada en el valle de Chancay, que dataría de hace 4,000 años, y sería la más antigua hallada en todo el continente.
En torno a este icono central, se encuentran diferentes figuras y formas que podemos reconocer de los fabulosos textiles de origen paracas e inca. Textiles en los que los antiguos peruanos plasmaban lo más impresionante de sus tiempos, narrando historias de gran jubilo, épicas batallas y desgarradoras tragedias de las que fueron testigos.
“Los pueblos, las personas y las instituciones son el resultado de la confluencia de sus sueños. Cuando estos sueños se materializan, se registran en un tocapu, en una manta, en un tejido. Debemos comprender que nuestras historias se entrelazan y forman un hermoso manto a lo largo de nuestras vidas”, declaró Raul Velazco Huayhua, presidente del Directorio de Caja Cusco.
Por ello esta nueva serie de símbolos que constituyen la nueva identidad corporativa de Caja Cusco, son en primer lugar un homenaje a nuestro pasado, al pasado de los peruanos y a su habilidad para alcanzar altos estándares de calidad de vida, conocimiento y desarrollo en nuestra agreste geografía, con amplia capacidad y de manera sostenible.
“A su vez, se percibe como un puente en el tiempo, que nos compromete con el arduo trabajo de llevar a nuestro país a un futuro mejor para todos los peruanos. Presente en el que, apoyados en el brazo financiero que es Caja Cusco, los emprendedores peruanos puedan alcanzar y cumplir sus sueños y plasmar también sus historias de sueños cumplidos, de objetivos logrados”
Beneficios
Una identidad corporativa sólida y bien desarrollada ayuda a que una empresa se destaque entre la competencia y sea fácilmente reconocible para los clientes.
Esto se logra a través de un logotipo más atractivo, una imagen de marca coherente y una comunicación visual efectiva, lo que contribuye a un mayor reconocimiento y recordación de la marca.
Además, la nueva identidad corporativa de la Caja ha permitido diferenciarla en el mercado financiero. Al definir y comunicar claramente los valores, la personalidad y la propuesta única de la empresa, se ha establecido una imagen distintiva en el mercado. Esta diferenciación ha generado preferencia por parte de los clientes y una ventaja competitiva para Caja Cusco.
“Otro beneficio importante en el que estamos enfocados es el aumento de la confianza y la credibilidad. Una identidad corporativa sólida y bien ejecutada transmite profesionalismo, confianza y credibilidad, solidez financiera, transparencia y confiabilidad, influenciando la elección de los clientes al seleccionar una institución financiera. Cuando los elementos visuales, los mensajes y las acciones de una empresa son coherentes y reflejan sus valores y calidad, los clientes y los stakeholders tienden a confiar más en la empresa y en sus productos o servicios”, señaló Gustavo Villaverde, Gerente de Administración de Caja Cusco.
Una imagen de marca atractiva y una cultura corporativa bien definida pueden ser factores clave para atraer y retener empleados comprometidos, lo que a su vez contribuye al éxito y crecimiento de la organización.
Estrategia comunicacional
Caja Cusco también ha implementado medidas para asegurar una transición exitosa a la nueva identidad corporativa. En primer lugar, se ha llevado a cabo una comunicación interna efectiva para asegurar que los empleados comprendan los fundamentos y conceptos de la nueva identidad.
Se han realizado sesiones de capacitación y talleres para transmitir la visión y los valores de la empresa, y se ha fomentado la participación y el compromiso de los empleados.
Asimismo, se viene desarrollando una estrategia de comunicación externa integral para presentar la nueva identidad corporativa a los clientes, proveedores y otros stakeholders relevantes.
Para garantizar una transición exitosa, Caja Cusco ha realizado un seguimiento y adaptación continuos. Monitorear y evaluar la recepción de la nueva identidad corporativa por parte de los clientes y stakeholders, escuchar los comentarios y realizar ajustes y mejoras cuando sea necesario ha sido clave.