El organismo estima también que la inflación mundial disminuirá del 8,7% del año pasado al 6,8% en el presente año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que la economía mundial muestra señales alentadoras de recuperación, superando los impactos de la pandemia y la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Según las proyecciones de la entidad, se espera una desaceleración en el crecimiento global, pasando del 3,5% registrado el año pasado al 3%, tanto en el presente año como en el próximo, lo que representa un incremento de 0,2 puntos porcentuales para el año 2023 con respecto a las proyecciones de abril.
La crisis sanitaria provocada por el covid-19 ha quedado oficialmente atrás, y las perturbaciones en las cadenas de suministro han vuelto a niveles anteriores a la pandemia, señala un reporte del organismo.
Durante el primer trimestre de este año, la actividad económica ha demostrado su resistencia a pesar del entorno desafiante, beneficiándose de unos mercados laborales sorprendentemente sólidos, indica el FMI.
Además, los precios de la energía y los alimentos han experimentado un significativo descenso desde los máximos inducidos por la guerra, lo que ha permitido una relajación más rápida de las presiones inflacionarias a nivel global. El informe revela también que se ha observado que la inestabilidad financiera posterior a la crisis bancaria de marzo se encuentra bajo control gracias a la firme acción de las autoridades estadounidenses y suizas.
El Fondo sin embargo advierte que, a pesar de estos alentadores indicios, persisten diversos desafíos que amenazan el horizonte económico, por lo que es prematuro celebrar una recuperación completa.
El FMI estima también que la inflación mundial disminuirá del 8,7% del año pasado al 6,8% en el presente año, una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales, y alcanzará el 5,2% en 2024.
Desaceleración
De acuerdo al informe, la desaceleración económica en el 2023 se concentra principalmente en las economías avanzadas, donde se espera que el crecimiento pase del 2,7% en 2022 al 1,5% en el presente año, y se mantenga moderado en un 1,4% para el próximo año. En particular, la zona euro, que aún se encuentra recuperándose del fuerte aumento de los precios del gas del año pasado debido a la guerra, experimentará una desaceleración significativa.
Por otro lado, se prevé que el crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo continúe en aumento, con una aceleración interanual del 3,1% en 2022 al 4,1% tanto en el presente año como en el próximo.
Sin embargo, esta cifra promedio oculta importantes diferencias entre países, ya que se espera que Asia emergente y en desarrollo experimente un crecimiento del 5,3% en el presente año, mientras que muchos países productores de materias primas sufrirán una disminución en los ingresos por exportaciones.
Riesgos
Aunque el crecimiento más sólido y la inflación más baja de lo esperado son noticias bienvenidas, sugiriendo una dirección positiva para la economía global, persisten riesgos a la baja que deben ser monitoreados, advierte el FMI.
Según el organismo, uno de los principales riesgos es la pérdida de impulso en la actividad económica mundial. La consolidación monetaria a nivel global ha llevado a las tasas de interés de política monetaria a territorio contractivo, lo que ha comenzado a afectar la actividad económica, ralentizando el crecimiento del crédito al sector no financiero y generando presiones en los mercados inmobiliarios.
Otro riesgo importante es el persistente aumento de la tasa de inflación básica, que excluye los precios de la energía y los alimentos. Se espera que la tasa de inflación disminuya gradualmente, pero sigue estando por encima de los objetivos de los bancos centrales en muchas economías avanzadas.
En cuanto a las políticas económicas, el FMI hace un llamado a una gestión cuidadosa de las tasas de interés y a la restauración gradual de los colchones fiscales para garantizar la estabilidad financiera y reforzar la estrategia de desinflación. Asimismo, se resalta la necesidad de políticas estructurales para promover el crecimiento sostenible en las economías emergentes y en desarrollo.