Las Cajas Municipales están fortaleciendo la gestión de cobranza realizando un monitoreo permanente a los principales clientes no minoristas para establecer estrategias diferenciadas, según la problemática de cada cliente, afirma Erika Rouillon Fudrini, gerente de Auditoría Interna de Caja Trujillo.
¿Cómo ha evolucionado el riesgo crediticio en el sistema financiero en los últimos años, en particular, con los créditos de consumo y a la micro y pequeña empresa (MYPE)?
A pesar de los factores externos e internos, como la guerra entre Rusia y Ucrania, los efectos de la pandemia, las crisis sociales, la incertidumbre política y los factores climatológicos, entre otros; el riesgo crediticio en el sistema financiero y microfinanciero continúa mostrando indicadores saludables. Y, en relación con los créditos consumo y a las MYPE, se mantiene en niveles adecuados y con tasas de crecimiento de cartera superiores a 18%.
¿La situación ha sido similar en el sistema de Cajas Municipales?
El sistema de Cajas Municipales, de igual forma, presenta un incremento interanual de los créditos de consumo de 15% en junio y, en relación con los créditos MYPE que es el principal segmento de las Cajas, la cartera supera, en promedio, el 14% de crecimiento anual.
¿Cuál es la perspectiva para los créditos de consumo y a las MYPE en términos de riesgo crediticio en el sector microfinanciero?
Se espera continuar mejorando los indicadores de crecimiento y de calidad de cartera, esto aunado a la recuperación económica del país, con la reactivación de los proyectos mineros y del sector servicios, fuertemente afectados por factores sociales y rezagos de la pandemia.
Sin embargo, existen riesgos para la estabilidad del sistema financiero peruano, como es el nivel de endeudamiento de las familias, el bajo crecimiento económico, la inflación y el incremento de las tasas de interés, que pueden afectar la capacidad de pago de los deudores, siendo fundamental que las instituciones microfinancieras monitoreen los indicadores de sobreendeudamiento de los deudores minoristas.
¿Cómo ha evolucionado el crédito de consumo en los últimos años?
El sistema de Cajas Municipales presenta un incremento interanual de los créditos de consumo de 15% en junio, luego de haberse recuperado en el 2022. Esta situación ha sido favorecida por el dinamismo del consumo privado y el efecto de la provisión por castigos de créditos que mantenían una clasificación de pérdida por el impacto de la pandemia, lo que ha permitido reducir el saldo de créditos del año base de comparación.
Señales
¿Existen señales de excesivo endeudamiento o de alto riesgo para el sistema financiero en su conjunto?
Existe un criterio común para medir el nivel de endeudamiento de los hogares, si el indicador de cuota ingreso es superior a 30% es una señal de alto endeudamiento, el Informe de Estabilidad del Sistema Financiero de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) identifica que, en promedio, los prestatarios a diciembre del 2022 presentan un indicador de 28,1%; ligeramente menor a lo registrado en el 2020 (28,2%) y mayor que en el 2021 (27,8%).
Sin embargo, el mismo estudio señala que la cuarta parte de los prestatarios analizados presentan un indicador cuota ingreso de 42%; lo que representa un posible riesgo crediticio que se debe monitorear permanentemente.
¿Cómo va la calidad de la cartera en los últimos meses en relación con el crecimiento de las colocaciones en el sector microfinanciero?
La cartera de créditos del sistema microfinanciero presenta a junio, un incremento anual superior al 12%; a pesar de este crecimiento, la calidad de cartera durante el 2022 se ha mantenido estable, alcanzando a junio de este año indicadores en promedio menor al 6% de mora (5,68% fue el promedio en junio, según la SBS).
Según la SBS, hasta marzo se ha evidenciado un deterioro de la cartera de las medianas empresas en el sistema financiero, ¿el panorama es similar en el sistema de Cajas Municipales?
Las medianas empresas en el sistema financiero vienen registrando una ratio de cartera de alto riesgo de 6%, porcentaje que se encuentra por encima de lo reportado en febrero del 2020 (4%) y que durante el 2021 alcanzó un 5,9%.
En el caso del sistema de Cajas Municipales, la cartera de las medianas empresas muestra un decrecimiento de su portafolio en promedio mayor a 3%; situación que obedece a las estrategias de crecimiento definidas por cada institución microfinanciera, que orientan su propuesta de valor al sector de los micro y pequeños empresarios.
Sin embargo, la ratio de calidad de cartera presenta deterioros en los últimos años, pasando de aproximadamente 7% en el 2020 a más de 10% desde el 2022.
Si el panorama es similar, ¿qué medidas se han implementado para controlar el deterioro de la cartera?
Las medidas que están tomando las Cajas Municipales, atendiendo a sus políticas internas de seguimiento al otorgamiento de créditos, es fortalecer la gestión de cobranza realizando un monitoreo permanente a los principales clientes no minoristas.
Ello a fin de que se establezcan estrategias diferenciadas, según la problemática de cada cliente, considerando que, debido al impacto de diversos factores externos como internos, se haya afectado la capacidad de pago de estos clientes no minoristas.
Gestión de tasas
Según el Reporte de Estabilidad Financiera del Banco Central de Reserva (BCR), algunos factores podrían afectar la rentabilidad y la estabilidad del sistema, como el aumento del gasto en provisiones debido al dinamismo de los créditos minoristas y el alza del costo de financiamiento a través de depósitos a plazo, entre otros…
El sistema financiero presenta indicadores estables, cuenta con cobertura de alto riesgo y rentabilidad registrada superior a los niveles prepandemia; así como adecuados niveles de ratio de capital promedio, superiores a 15%, muy por encima del requerimiento mínimo legal de 9%.
Sin embargo, las instituciones financieras deben continuar fortaleciendo su gestión integral de riesgos, poniendo especial interés en el riesgo crediticio, considerando que existen factores determinantes que pueden deteriorar la calidad de la cartera de cada uno de sus portafolios, como es el incremento de las provisiones, originado por debilidades o flexibilizaciones en el proceso de otorgamiento de créditos; y, también seguir con una adecuada gestión del riesgo de sobreendeudamiento para créditos minoristas.
Asimismo, se debe continuar equilibrando la gestión de los activos y pasivos de las instituciones, buscando siempre el spread financiero con una adecuada gestión de tasas en la definición de sus tarifarios, tanto para productos activos como para pasivos.
¿Existe preocupación por la recomposición de los depósitos hacia depósitos a plazo y su impacto en el costo financiero?
Existe una preocupación debido a que los depósitos a plazo presentan tasas de interés más altas que los depósitos de ahorro y esto aumenta los costos financieros de las instituciones financieras.
Si los depósitos a plazo representan una proporción significativa de los recursos captados, es posible que las instituciones financieras tengan que buscar fuentes de financiamiento más costosas para cubrir sus necesidades de liquidez, lo que puede elevar los costos financieros.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las condiciones específicas del mercado y las políticas que adopte cada institución pueden influir en la magnitud y el impacto de cada recomposición.
¿Cuáles son las perspectivas para el riesgo crediticio en el sistema financiero a mediano plazo? ¿Se espera algún cambio significativo en los factores de riesgo identificados?
Definitivamente, respecto al entorno económico, se espera que la economía presente mejores indicadores, acompañado del buen manejo regulatorio del sistema financiero peruano y políticas monetarias prudentes, lo que contribuiría a disminuir el riesgo crediticio.
Por otro lado, son imprescindibles las acciones que realicen las instituciones financieras con la adecuada gestión de la calidad de sus portafolios crediticios; para esto, es necesario que se mantengan prácticas sólidas de evaluación de riesgos; y, seguimiento y recuperación de créditos para reducir el riesgo crediticio a mediano plazo.