Bancos y analistas no comparten el optimismo del ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras Miranda, sobre una pronta recuperación. Igualmente, el Banco Central de Reserva (BCR) redujo su previsión sobre la inversión privada para este año. En junio estimaba una caída de 2,5% y ahora prevé que el desplome será de 5,03%.
El Banco Central de Reserva (BCR) se sumó, a través de su último Reporte de Inflación, a los analistas y bancos que han reducido sus expectativas de crecimiento de la economía peruana para este año, como el BCP y el BBVA.
El banco emisor redujo significativamente sus proyecciones de crecimiento económico para el 2023 bajo el sustento de la persistencia de condiciones climáticas adversas que amenazan con afectar la producción agropecuaria y pesquera.
En su último Reporte de Inflación advirtió de que las condiciones climáticas cálidas extremas tendrían un impacto negativo en sectores clave de la economía peruana. Como resultado, redujo drásticamente la proyección de crecimiento económico para el 2023 del 2,2% previamente estimado en junio, a tan solo un 0,9%.
Uno de los sectores más afectados es la demanda interna, que ha experimentado una drástica revisión a la baja, pasando de una proyección de crecimiento de 1,5% a una contracción de 0,3% para este año.
Destaca especialmente la fuerte caída anticipada de la inversión privada, que pasa de un pronóstico de -2,5% en junio a un muy preocupante -5,3% según el Reporte de Inflación. En contraste, la inversión pública se mantiene con un pronóstico de crecimiento de 1,5% para todo el 2023.
“Para este año esperamos una contracción en la inversión de los gobiernos subnacionales. La inversión pública ha caído casi siempre en el primer año. En el 2011, 2015, 2019, por ejemplo. Cae todos los años. Esperamos que este año también caiga y la inversión pública total crezca 1,5% y mejore el próximo año”, detalló Julio Velarde Flores, presidente del BCR.
Próximo año
El ente emisor espera que la actividad económica pueda recuperarse en el 2024, creciendo a una tasa de 3%, lo que dependería, en gran medida, de la reversión parcial de los impactos de oferta y de la recuperación de la demanda interna, especialmente en los sectores no primarios.
Sin embargo, esta recuperación está condicionada a un escenario de estabilidad política y macroeconómica, así como a una inflación baja que favorezca la confianza, tanto de las empresas como de los consumidores.
El reporte del BCR asume que las condiciones climáticas cálidas continuarán hasta diciembre del 2023 y que habrá un Fenómeno de El Niño (FEN) global y costero, que serán moderados, en el primer trimestre del 2024, lo que podría seguir afectando a la producción económica.
Responsables
El BCR recordó además que en el primer semestre ya se registró una contracción de 0,5% en la actividad económica. Este resultado se dio principalmente por la disminución de la inversión privada y una pronunciada desaceleración del consumo privado.
La crisis política con protestas violentas y una baja confianza, tanto de consumidores como empresarial, han contribuido a esta situación.
Además, factores climatológicos tuvieron un impacto directo en la producción de sectores como la agricultura, la pesca y sus industrias asociadas.
Los choques de oferta que afectaron la producción en el primer semestre resultaron ser más graves de lo anticipado, y la confianza empresarial no ha mostrado signos de recuperación de acuerdo con las expectativas, lo que podría reducir el dinamismo de la actividad económica no primaria, señaló el BCR.
“Es un año muy malo para la agricultura, el peor en los últimos 26 años y puede ser incluso peor”, indicó Velarde, añadiendo que la pesca también tiene un efecto dramático pues ha caído 33%.
Mal inicio
Y tras el negativo primer semestre, la segunda parte del año no ha empezado bien, a pesar del optimismo del ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras Miranda.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) dio a conocer que, en julio, el Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo 1,29%, acumulando 3 meses de caída de la producción.
Tras conocerse la cifra negativa, Contreras señaló que en algunos sectores se presentan shocks temporales, factores específicos que pueden hacer que un sector caiga o crezca más de lo esperado.
“Cuando uno proyecta, el valor esperado del error de proyección es 0, cuando ocurre eso, incorporas nueva información y vas ajustando. Está dentro del error de proyección”, agregó.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) mantiene el optimismo y prevé una recuperación en los trimestres venideros. La economía muestra signos alentadores en su horizonte, asegura.
BCP
Sin embargo, algunos bancos se muestran cautelosos sobre las perspectivas del año.
La economía peruana sigue sin recuperarse tras una caída de 0,5% en el primer semestre, el peor inicio en 22 años, excluyendo la pandemia, advirtió el Área de Estudios Económicos del BCP.
Asimismo, señaló que los indicadores recientes son mixtos, pronosticando un crecimiento del PBI de menos de 1% este año, con riesgo de contracción en la demanda interna.
El Reporte Macroeconómico Trimestral del BCP sugiere además un modesto crecimiento del PBI en el tercer trimestre, con una esperanza de mejora hacia finales del año debido a factores como la reducción de la inflación, mejoras en el poder adquisitivo, recuperación de expectativas, turismo y estímulos fiscales.
No obstante, el informe señala amenazas como condiciones climáticas cálidas y una posible desaceleración en Estados Unidos y China, socios comerciales importantes del Perú.
Scotiabank
Una perspectiva similar comparte el Scotiabank, que señala que la evolución económica en julio arroja luz sobre la reciente decisión del BCR de reducir su tasa de referencia de 7,75% a 7,5%.
Señala que el factor predominante y preocupante que influyó en la decisión del BCR fue la contracción en el sector de manufactura no primaria, que experimentó una caída de 12,4% en términos interanuales.
Asimismo, destaca que este sector ha registrado descensos durante 10 meses consecutivos y ha disminuido un total de 8,3% en lo que va del año, lo que refleja la fragilidad de la demanda interna.
Por ahora, Scotiabank mantiene su proyección de un modesto crecimiento del PBI de 0,5% para el 2023, pero advierte que los resultados de julio han elevado el riesgo a la baja en esta estimación.
BBVA
En tanto, el BBVA Research advirtió que viene revisando a la baja sus proyecciones de mejora para el PBI en la segunda mitad del año, adoptando una perspectiva menos optimista de la que se anticipaba previamente. Conforme al informe emitido por BBVA Research, los datos del segundo trimestre del año han revelado un rendimiento por debajo de las proyecciones originales, lo cual ha afectado la tasa de crecimiento estimada para el 2023.
La incertidumbre se ha agudizado debido al persistente deterioro de las condiciones climáticas anormales. Adicionalmente, los sectores económicos con una inclinación más hacia la tendencia, en particular aquellos relacionados con el gasto privado y el PBI no primario, han mostrado una debilidad superior a la prevista inicialmente, indicó.
En este escenario, la proyección de crecimiento para el 2023, actualmente fijada en 1,6%, mantiene una inclinación a la baja que podría ser objeto de revisión en las próximas semanas.
“Sin solución al tema político, no hay solución al tema económico”
El director de Economía de PAD de la Universidad de Piura, Juan José Marthans León, manifestó que los indicadores económicos del Perú no muestran hasta hoy una salida clara. “Las ventas de cemento, la demanda de electricidad, la importación de bienes de capital, la demanda de crédito minorista, los salarios muestran claras contracciones”, indicó.
Añadió que, si tenemos un efecto de El Niño fuerte, el crecimiento esperado para el 2024 será nuevamente nulo. Es más, advirtió de que, si la inversión privada no revierte su caída en el 2024, tendremos un estancamiento del PBI equivalente a un crecimiento no mayor de 1,5% para el quinquenio.
Enfatizó también que “sin solución al tema político, no hay solución al tema económico”. El problema está dado porque el ruido político no genera posibilidades de recomponer la confianza que permita dinamizar nuevamente a la inversión privada, explicó. “Estamos pendientes de cualquier tropiezo en el frente social, político o de carácter financiero internacional a efectos de presentar retrocesos en el comportamiento del PBI”, señaló.
Puntualizó que es necesario emprender una cruzada donde las posiciones extremistas se alejen y el frente político y electoral se recompongan. Expresó que el Gobierno debería fomentar una salida política asociada a la unidad nacional, porque lamentablemente el 2024 está lejos de ser un año de reactivación. “Debemos repensar al país, apostar por una nueva clase política. La que tenemos ya fracasó”, dijo.
Finalmente, opinó que el Gobierno debería crecer con visión de futuro, haciendo una reforma integral de Estado, la aplicación de reformas estructurales reales y el reacomodo de la infraestructura física y humana del país.
“Se necesita una agenda que se enfoque en diseñar planes urbanos”
El economista Pablo Secada advirtió de que, ante la inminente llegada del Fenómeno de El Niño (FEN), el Gobierno tendría que establecer una verdadera agenda para que lo contenga, porque “prácticamente tenemos a El Niño en nuestras narices”, enfatizó. También recordó que es importante contratar a empresas privadas para que trabajen junto con el Gobierno.
Recalcó la necesidad de que se diseñen planes urbanos para después de El Niño para las ciudades afectadas, que no son solo las ciudades del norte, sino también ciudades de la sierra sur.
Explicó que con planificación urbana se puede atraer inversión privada, para así empezar a invertir “en serio” el próximo año, lo que haría que El Niño se contenga y que pasado el fenómeno climático venga un boom de inversión en las ciudades que resulten afectadas.
“Si se quiere que nunca más pase esto, necesitamos inversión en urbanismo, inversión en infraestructura, se debería tener planes urbanos para todas las ciudades de Perú”, puntualizó.
Aseguró que el plan urbano de Lima está hecho, y que el alcalde Rafael López Aliaga debería “aterrizarlo” para que ingrese inversión privada a la capital.
Indicó que “el país necesita volver a prender motores”, como los de la energía y los químicos verdes, el motor de la infraestructura, el motor del urbanismo y que además es urgente una verdadera reforma del transporte.