Sin embargo, los unicornios que operan en Perú y los pequeños startups locales –que por naturaleza son mucho más ágiles- han aumentado su índice de adaptabilidad, señala el último informe realizado por CLA Consulting en conjunto con Vistage Perú.
La capacidad adaptativa de las empresas peruanas de gran tamaño ha disminuido en el último año, según la tercera edición del Reporte de Capacidad Adaptativa de las Organizaciones realizado por CLA Consulting en alianza con Vistage Perú.
Sin embargo, los unicornios que operan en Perú y los pequeños startups locales –que por naturaleza son mucho más ágiles- han aumentado su índice de adaptabilidad.
El estudio basado en una encuesta a más de 3.002 ejecutivos y directivos de 20 industrias y de distintos países, muestra que el Índice de Capacidad Adaptativa (ICA) en el Perú de las empresas tradicionales grandes registró un puntaje de 44,5, que marca un descenso de 4,8 en relación con el 2022.
Pese a la baja, este resultado sigue siendo mayor a otros países de la región, excepto Colombia que lleva a Perú una ligera ventaja.
Blindado
Orlando Borja, chair de Vistage Perú, manifiesta que, debido a la ralentización de los indicadores de crecimiento económico en Perú durante los últimos años, las organizaciones de gran tamaño se han blindado al core tradicional para sobrellevar esta etapa de supervivencia y esperan un mejor escenario para la innovación. “La confianza empresarial puede el gran catalizador o el principal freno”, añadió.
Bajo un escenario de constantes transiciones e inestabilidad que destaca la velocidad de transformación de las organizaciones, surge la necesidad de medición de esta habilidad que construye estructuras sólidas para la supervivencia, competitividad y éxito sostenido de las empresas.
Ello además de prever los desafíos organizacionales que demanda el contexto actual, estar preparados o ajustarse a las nuevas condiciones que impone una evolución constante.
Llevan la delantera
Mientras que las grandes organizaciones descienden en su ICA (indicador que mide la capacidad adaptativa en una escala del 1 al 100), los startups pequeños y unicornios que operan en Perú como Rappi, Mercado Libre o Betterfly, han demostrado un aumento entre el 2022 y el 2023, superando en capacidad adaptativa a los startups grandes.
Según Borja, uno de los principales factores que influye en el declive del ICA de un startup grande, es que, este negocio en crecimiento tiende a burocratizar sus procesos y recaen en una zona de confort.
Sin embargo, la velocidad de acción que aplican los startups de menor tamaño marca una diferencia que favorece a su adaptabilidad, respondiendo de una forma más inmediata a los desafíos.
En América Latina, la industria de desarrollo tecnológico lidera en capacidad de adaptabilidad como era de esperarse. En este rubro destacan las empresas unicornios -startups que alcanzan una facturación superior a los US$1.000 millones sin presencia en la bolsa- que, según los resultados del informe, son las organizaciones que mejor se adaptan a los cambios y trascienden a las demás industrias porque no se concentra solo en el producto o servicio, sino con lo que se vive internamente y la conexión que tiene con el entorno.
Comparativos
El estudio abarcó otros países de la región como Chile, Colombia, México y Argentina. Si bien la capacidad adaptativa de las organizaciones tradicionales grandes de Perú decayó este año, aún se encuentra en una situación relativamente favorable en la región latinoamericana. De igual manera, se observa la misma tendencia con las tradicionales pequeñas.
En cuanto a los startups grandes, Perú lidera en capacidad adaptativa al resto de los países encuestados. Mientras que, en los startups pequeños, solo Chile nos supera, ubicando al Perú en el segundo lugar del ranking.
Argentina y México han reportado los más bajos niveles de adaptabilidad, excepto en los unicornios. Según el reporte, esta caída se debe a la decadencia reciente de las instituciones públicas en ambos países, lo que habría causado efectos negativos en las empresas tradicionales establecidas.
Sin embargo, el deterioro institucional no ha afectado a las nativas digitales en su totalidad, que son incubadoras de una nueva economía.