Unos 130 mil empleos formales se perdieron en el sector agrario en octubre del 2023, en diciembre fueron 100 mil y en enero también; y pese que se debe a varios factores, como los climatológicos, otro habría sido el resultado si no se hubiera derogado la Ley de Promoción del Sector Agrario en el 2020, señala a Microfinanzas Gabriel Amaro Alzamora.
(*) Artículo publicado en la edición 221 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M221.pdf.
Entrevista por Luis Hidalgo Suárez
A pesar de los problemas del 2023, el valor de las exportaciones agropecuarias no tradicionales (cuyo mayor rubro son las agroexportaciones) creció 8,6% según el Banco Central de Reserva (BCR), alcanzando los US$9.157 millones. ¿Cómo le fue a la agroexportación?
La agroexportación en volumen cayó 5% en el 2023, mientras que en valor (dólares) creció 4%, llegando a los US$10.180 millones, con datos actualizados.
El crecimiento en valor de estas exportaciones se debe a que los precios de algunas frutas en las que somos primeros productores suben al reducirse la oferta, que es lo que ocurrió en el 2023
¿Qué factores explican ese comportamiento?
Ha habido varios factores, algunos no controlables como el clima, otros que se pueden atribuir al Estado (políticas) y otros que son externos (internacionales).
Evidentemente, se puede hacer poco frente a fenómenos climáticos como Yaku o El Niño costero en el momento que ocurren, pero se puede hacer mucho si se planifica y hace con tiempo las obras necesarias para defenderse de esas anomalías climáticas. Lamentablemente, estas se hacen a última hora y no tan bien.
Pero hay otros factores que afectan a las exportaciones agrícolas y la agricultura en general ya que, si se compara el 2017 (año del peor Niño costero en 100 años) con lo que ocurrió el año pasado, se ve que en el 2017 las agroexportaciones, el Producto Bruto Interno (PBI) Agrario y el PBI total crecieron, sin embargo, en el 2023 todos estos cayeron.
¿Cuáles son esos otros factores no climáticos que explican la diferencia entre los resultados del 2017 y 2023?
Hay factores estructurales que explican lo ocurrido el año pasado en el sector agrario, que a decir del presidente del BCR, Julio Velarde, ha sido el peor en casi 30 años para el agro; y son, principalmente, el tema regulatorio y la inestabilidad que ha habido en el país en los últimos años. En el tema regulatorio, estructural, está la ley agraria. En el 2020 se derogó la ley anterior (Ley de Promoción del Sector Agrario – Ley N° 27360) que era promotora y daba todos los beneficios sociales a sus trabajadores.
Se derogó sin diálogo con el sector privado y el Congreso de la República aprobó otra ley (Ley del Régimen Laboral Agrario y de Incentivos para el Sector Agrario y Riego, Agroexportador y Agroindustrial – Ley N° 31110) la cual mató la inversión privada en el sector, le generó una serie de sobrecostos y lo desestabilizó. Los resultados ya los estamos viendo hoy, no hay nuevas inversiones agrarias importantes.
En octubre del 2021 el gobierno de Pedro Castillo lanzó la propuesta de una “segunda reforma agraria” que pretendía poner límites a la concentración de la propiedad de tierras. ¿En qué quedó?
Felizmente esa propuesta no se aprobó, pero nos han dejado con la nueva ley agraria (Ley N° 31110) que ha perdido todo su rol promotor de la inversión.
Empleo
Desde agosto del 2023, ha caído el empleo formal agrícola en alrededor de 100 mil puestos por mes. ¿A qué se debe?
Ha sido una combinación de varios factores. Primero, está el factor climático, pero que no debió haber afectado la tendencia positiva que venía mostrando el sector agrario y la agroexportación en años anteriores. Es claro que esos fenómenos golpearon la producción, pero no tuvo por qué hacer que caiga el volumen exportado, ni el PBI Agrario ni el PBI total.
Otro factor en contra es la política pública agraria, la regulación agraria, que se fue deteriorando en el tiempo, desde el 2017 a la fecha. Otro factor es la fuerte caída de la inversión privada.
¿En cuánto cayó la inversión privada en la agroexportación?
En el 2023, la inversión privada total cayó más de 7% y esa misma tendencia se vio en la inversión privada del sector agrario; no ha habido mayor inversión privada en el sector agrario moderno en el 2023, no se han visto ampliaciones de tierras de cultivo, ni nuevas plantaciones, etc. Y el mejor indicador de ello es que cayó el empleo formal en este sector.
¿En cuánto cayó el empleo formal en el sector agrario?
El dato que tengo de octubre del 2023 es que cayó en 130 mil puestos, en diciembre en 100 mil y en enero de este año en 100 mil (una caída de 17,5% respecto a enero del 2023). Es decir, ha continuado la caída del empleo formal en el sector agrario, y cuando un sector va perdiendo de manera continua empleo formal, se tienen que tomar medidas urgentes.
Nueva ley
¿Cuáles serían esas medidas?
AGAP, desde inicios del 2023, viene alertando sobre esta situación y pidiendo medidas extraordinarias para el sector. En julio del año pasado presentamos al Gobierno un plan de reactivación económica para el sector, propusimos que pidan facultades legislativas para ese fin y nada de eso se hizo.
¿Y cómo está ahora la propuesta?
Ahora que la situación del sector es muy complicada, felizmente el nuevo ministro de Economía y Finanzas, José Arista Arbildo, ha dicho que el sector agrario requiere tener una ley agraria promotora. El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, que acaba de ingresar, dijo también, en la sesión del Congreso por el voto de confianza al nuevo Gabinete ministerial, que necesitamos una nueva ley agraria.
Entonces, todo hace pensar que las evidencias sobrepasan lo que AGAP había alertado hace meses y el Gobierno ha tomado la decisión de impulsar una nueva ley agraria que sea promotora y atractiva para la inversión, lo cual nosotros veníamos pidiendo.
Considerando la composición del Congreso, ¿cree que esa nueva propuesta de ley prospere?
Hay que considerar que el Congreso aprobó la confianza al nuevo gabinete ministerial con una alta votación. Eso es un mensaje: el Perú no soporta más inestabilidad política y lo que pide la ciudadanía con urgencia es seguridad ciudadana y lucha contra el crimen organizado; y, la reactivación económica porque la gente no tiene empleo.
¿Hacia dónde apuntaría esta nueva ley agraria?
Tiene que garantizar los derechos laborales que es algo que nosotros también promovemos, ha habido ahí información inexacta al respecto; pero, asimismo, debe tener un marco promotor adecuado para volver a atraer inversión privada al sector agrario y para darle sostenibilidad a las inversiones que ya están en el agro porque, de lo contrario, se seguirá perdiendo empleo formal.
La nueva ley también debe acelerar el proceso de incorporación de la pequeña agricultura a las cadenas productivas modernas porque son la base de la alimentación local.
¿La nueva ley agraria significaría volver a los regímenes laboral y tributario que tenía la Ley N° 27360?
Se trata de tener una ley de promoción agraria mejor; con la ley vigente (Ley N° 31110) hemos retrocedido 15 años aproximadamente. Hay que dar nuevos incentivos, nuevas formas para poder acelerar el proceso y recuperar la industria y el mercado agroexportador.
Habría que mejorar el régimen laboral respetando los derechos laborales, se trata de devolver a la ley ese carácter promotor de largo plazo. Cuando se tienen desincentivos en un sector tan riesgoso para la inversión como es el agrario, esta se va y eso es lo que hay que evitar para recuperarla.
¿Esa nueva ley agraria debería contener incentivos para atraer la inversión privada como los tiene la minería, por ejemplo?
Tiene que ser todo el paquete de incentivos porque estamos en una situación de pérdida de la inversión privada en el sector. Ya hemos conversado con el ministro de Economía y con el de Desarrollo Agrario, también con varios congresistas; la Comisión Agraria del Congreso está apoyando esta iniciativa.
Tiene que ser una norma nueva, disruptiva; no se trata de volver a la ley anterior (Ley N° 27360) sino dar una nueva ley que acelere todos los procesos de inversión en el sector agrario.
¿Cuándo considera que se aprobaría esta nueva ley agraria?
Hay que recordar que el Gobierno va a pedir facultades legislativas delegadas, esperemos que sea cuanto antes y ojalá que la nueva ley agraria se pueda aprobar mediante dichas facultades o, en todo caso, con una ley del Congreso.
Debido a esta falta de incentivos para la inversión privada se informó en su momento que algunas empresas agrarias estaban migrando a otros países…
Se han ido capitales importantes a Colombia, Ecuador, Uruguay y Paraguay, a otros países de Sudamérica. No es que se hayan ido las empresas, sino que han preferido expandir sus nuevas inversiones hacia otros países, mientras que acá se han restringido por la falta de incentivos.
¿Cuánto capital se ha ido en inversión agraria a otros países?
En el 2019 estimábamos que en los siguientes 5 años íbamos a crecer en 30.000 hectáreas, lo que significaba unos US$3.000 millones de inversión privada adicional. Este era un dato conservador de las inversiones agrarias que se tenían previstas para ese período.
Pero no se realizaron esas inversiones porque cambiaron las reglas de juego y actualmente se han seguido retrayendo porque los números no dan.
Cuando suben los costos, te quitan los incentivos para seguir invirtiendo, etc., lo que ocurre es que no inviertes y el empleo formal sufre, cae.
Potencial
Sin embargo, el potencial agroexportador y agrario en general sigue siendo enorme en el Perú. ¿Cuántas tierras cultivables del país se dedican a la agroexportación?
Los cultivos de frutas y hortalizas de exportación y para el mercado local, que es lo que produce la agricultura moderna, representan entre 4% y 5% de todas las hectáreas cultivadas en el país.
Si la ley agraria promotora que teníamos no se hubiera derogado en el 2020, quizás los problemas climáticos y otros no hubieran afectado tanto y, en el 2023, habríamos terminado en positivo en cuanto al volumen de agroexportaciones y no se hubieran perdido esos miles de puestos de trabajo formal.
Irrigaciones
¿A cuánto habrían llegado las exportaciones en ese escenario que describe Ud.?
Probablemente a US$11.000 millones. El Perú tiene mucho potencial, es uno de los 10 países del mundo con más agua dulce. Sólo Chavimochic, en su III etapa, va a hacer 3 veces más grande la extensión de tierras de La Libertad que hoy se dedican a la agroexportación.
Se acaba de entregar la concesión para los estudios de factibilidad del proyecto Chinecas; el Gobierno busca impulsar Majes Siguas II, a lo que se sumaría Chavimochic III etapa. ¿En cuánto se ampliaría la frontera agrícola para agroexportación de concretarse estos proyectos?
En AGAP, con datos oficiales, hemos calculado que se incorporarían 258 mil hectáreas en tierras nuevas y 183 mil en tierras mejoradas, es decir, más de 430 mil hectáreas.
Hoy tenemos unas 250 mil hectáreas cultivadas en la agricultura moderna. Con lo que tenemos hoy, el Perú es el undécimo país en el mundo en cuanto a agroexportaciones de frutas y hortalizas. El potencial es enorme.
El problema con esos proyectos de irrigación y otros, como Olmos, es que tienen años estancados. ¿Qué debe hacer el Gobierno para acelerarlos?
El ministro de Desarrollo Agrario conoce el sector y tiene un tremendo reto no sólo para sacar adelante la nueva ley agraria sino para agilizar los procesos de todos los grandes proyectos de irrigación, frente a la oportunidad que tenemos como país con el megapuerto de Chancay y otros puertos que están avanzando.
Lo que debemos pedir es que el ministro dure, que tenga continuidad, que no se estén cambiando ministros cada 6 meses porque eso crea inestabilidad y los funcionarios nuevos no toman decisiones, nadie quiere firmar resoluciones; también tiene que haber un norte claro de hacia dónde se quiere ir.
¿En cuánto crecerán las agroexportaciones este año?
Este año va a ser difícil porque no salió ninguna norma importante o medida que impulse al sector. Si no se impulsa la nueva ley agraria y tampoco se dan una serie de normas que reactiven al sector, este año la agroexportación no va a estar bien.
Hay señales de cultivos que no están bien y que vienen con problemas del año pasado. Y si bien es cierto que ya no hay un Niño severo, sí hay desajustes climatológicos que afectan el normal desenvolvimiento de los cultivos. Todavía tenemos nuestras reservas respecto a cómo irá este año para las agroexportaciones.
Las exportaciones agrarias presentan datos mixtos en lo que va del año. En enero crecieron (23%), pero en febrero cayeron (-7,5%), según cifras del BCR…
Ese comportamiento promedio es relativo porque entran y salen cultivos, y por las variaciones de los precios en el mercado internacional. Esperamos que el comportamiento de las agroexportaciones en este año, por lo menos, no sea peor que en el 2023, que sea un poco mejor, pero no sabemos aún en cuánto.
Crédito
¿Cómo se financian las empresas agroexportadoras?
Se financian en la banca local, en la banca de inversión y con aportes de capital. En conjunto, por todos los problemas que ha enfrentado el año pasado, el sector ha pasado a una situación de mayor riesgo para los bancos, para el sistema financiero y eso hace que suba el costo promedio del crédito y de los seguros.
Ello afecta la rentabilidad de las empresas del sector y por eso también es que se ve menos inversión y empleo, y cae el dinamismo del sector. Si ahora aplicáramos un plan de reactivación, como el que propusimos el año pasado, se podría abaratar el costo del crédito, habría más disponibilidad de este y la situación mejoraría.
Cultivos estrella
¿Qué productos agrícolas apuntan este año para ser las estrellas de la agroexportación?
Están las uvas, arándanos, palta, mangos que esperamos que mejoren respecto al año pasado. También el espárrago que se vio afectado por una norma restrictiva de Europa.
¿Y qué productos nuevos pueden ser estrellas de la agroexportación en el futuro?
Hay cultivos nuevos como la pitahaya (conocida también como fruta del dragón); la pecana que es un cultivo sobre todo de pequeña agricultura (en Ica) para la cual hemos pedido acceso al mercado de China; la cereza, que está en proceso de pruebas, entre otros.
Las exportaciones de palta peruana han crecido notoriamente. ¿Qué perspectivas tienen?
Perú es el segundo exportador de palta a nivel mundial. El año pasado no estuvo tan bien por todos los factores adversos mencionados antes, pero esperamos que este año se mantengan, por lo menos, los volúmenes exportados en el 2023 y ojalá puedan crecer un poco.
Con futuro
¿La agroexportación sigue teniendo futuro en el país o, a raíz de los problemas expresados, está en una encrucijada que podría llevarla al despeñadero?
El Perú es una potencia minera y también es una potencia agraria. Nuestro problema son las políticas públicas que en lugar de alentar e impulsar estos sectores económicos y generar un ambiente de negocios ultra competitivo, en momentos que el mundo está muy convulsionado hacemos mal las cosas. La ruta para tener nuevamente un crecimiento exponencial del sector agrario moderno (agroexportación) ya se conoce, lo que hay que hacer es aplicarla y fortalecerla mejorando la regulación y los entes gubernamentales que ayudan a impulsar al sector, no solo a las empresas, a la industria agroexportadora, sino a todo el sector agrario.
Nuestro objetivo es darle sostenibilidad a toda la parte moderna del sector agrario, pero también acelerar el proceso de incorporación de la pequeña agricultura a la modernidad para sacar de la pobreza a millones de peruanos. En mi libro “Agro: La gran apuesta del Perú”, se detalla la problemática y se proponen soluciones para el sector.
Costo del transporte marítimo sube
Los costos del transporte marítimo han aumentado, revirtiendo la normalización observada desde inicios del 2022. El índice de contenedores de Drewry’s casi ha triplicado su costo (2,5 veces mayor) frente al nivel observado a mediados de diciembre pasado.
De manera particular, los costos se han visto exacerbados en las rutas Asia a Europa, según el BCR.