Los sistemas de transporte más avanzados permiten que los usuarios paguen con la mayor facilidad posible y utilicen el mismo método de pago para todas las modalidades de transporte, afirma la investigación de Visa: “Cómo aprovechar el poder de la movilidad urbana en América Latina y el Caribe”.
(*) Artículo publicado en la edición 224 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M224.pdf.
El transporte público aporta muchos beneficios tanto a las personas como a las comunidades, que contribuyen a abordar los desafíos que enfrentan los gobiernos en las ciudades, ya que optimizan la movilidad, mejoran la calidad del aire, crean opciones sostenibles para los habitantes y favorecen el acceso a comercios y servicios, impulsando la inclusión financiera.
La investigación de Visa: “Cómo aprovechar el poder de la movilidad urbana en América Latina y el Caribe” señala que el rol de la industria del transporte en la inclusión financiera tiene tanto que ver con la estructura de los sistemas de pago como con el costo de los boletos.
La incorporación de sistemas de pago digitales a las redes de transporte permite que aquellas personas que no están bancarizadas o lo están de manera muy limitada puedan acceder a una mayor oferta de servicios financieros, explica el documento.
Otros de los beneficios principales son la sostenibilidad ambiental debido a que el transporte público produce menos emisiones de dióxido de carbono por pasajero que los vehículos particulares, lo cual ayuda a reducir el impacto ambiental de las personas que se trasladan por una ciudad o región.
También las tecnologías innovadoras que transforman el futuro de la movilidad urbana porque, al mejorar los sistemas de transporte público, los países de América Latina están buscando lograr un futuro en el cual la movilidad urbana sea multimodal, basada en alta tecnología, conectada y cómoda.
Adicionalmente, algunos países y ciudades están más cerca que otros en el intento de incorporar al transporte público las innovaciones más prometedoras. Pero, tarde o temprano, los sistemas de tránsito de toda América Latina se transformarán gracias a las siguientes tecnologías.
Sistemas de pago
Visa explica que los sistemas de transporte más avanzados permiten que los usuarios paguen con la mayor facilidad posible y utilicen el mismo método de pago para todas las modalidades de transporte.
Con estos sistemas de pago universales, o de circuito abierto, los usuarios de medios de transporte tienen la posibilidad de pagar de forma segura y cómoda con las credenciales que usan para pagar otras compras en cualquier lugar. Al usar estas credenciales, pueden obtener beneficios mientras se trasladan, como puntos de fidelización.
Además, estas tarjetas se pueden utilizar para optimizar la entrega de beneficios del Estado mediante subsidios, descuentos u otros beneficios según corresponda.
Los circuitos abiertos también pueden ayudar a impulsar la inclusión financiera, dado que las credenciales se pueden usar en todo el ecosistema financiero en lugar de solo para el transporte público.
Estos sistemas también ofrecen más transparencia en los datos de pago, lo cual puede ayudar a reducir los fraudes y analizar la cantidad de pasajeros y los patrones de ingresos.
Según una encuesta realizada por Visa a 75 empresas de transporte de todo el mundo, el 80% reveló que la cantidad de pasajeros aumentó tras la implementación de un sistema de circuito abierto.
Igualmente, la integración de opciones de pago con tarjeta de crédito y débito en los sistemas de transporte público fue una gran influencia para que los consumidores cambiaran su conducta y adoptaran estos métodos de pago.
Esta estrategia resulta eficaz cuando se la aplica de manera correcta y se cuenta con los elementos necesarios, indica Visa.
Pagos sin contacto
Manifiesta que la pandemia de la COVID-19 aceleró un movimiento hacia las transacciones sin contacto, ya que los consumidores buscaron maneras de sentirse menos expuestos en sus movimientos por la ciudad.
Ese cambio se expandió rápidamente en las redes de transporte urbano, de manera característica. En los medios de transporte, el foco está en una tecnología que permita a los pasajeros girar los molinetes con la tarjeta que ya llevan en su billetera, o bien usando su teléfono o un identificador biométrico.
La transición hacia los pagos sin contacto en los sistemas de transporte ofrece muchos beneficios a los consumidores, las instituciones financieras, las autoridades del transporte público y del sector público. Los consumidores obtienen una manera de pagar fácil y segura que no requiere contacto físico.
Además, la privacidad de los usuarios está asegurada, pues los emisores de las tarjetas pueden tokenizar esas transacciones, y así aumentan los beneficios por fidelización.
Cuando a los pasajeros se les da la opción de pagar sin contacto, las instituciones financieras ven que el uso de sus credenciales aumenta, como también la activación de credenciales nunca utilizadas en un comercio.
Tanto las autoridades de tránsito como los gobiernos se benefician con la capacidad de reducir el fraude y generar información basada en datos a partir de las transacciones digitales.
En América Latina y el Caribe, los consumidores desearían contar con más métodos de pago digitales en el transporte público. Los pagos sin contacto avanzan a pasos agigantados en toda la región.
Prepago de parquímetros
El prepago de parquímetros es un sistema que permite que los conductores vean opciones de estacionamiento basadas en datos y en tiempo real, con precios, ubicación y disponibilidad. Los sistemas incluyen sensores que alertan a los conductores cuando hay espacios disponibles, lo que reduce la cantidad de vehículos en circulación en las ciudades.
Además, los conductores pueden pagar el estacionamiento con sus teléfonos celulares. Esto brinda más comodidad y mejores ingresos a los organismos de transporte de la ciudad.
Estos sistemas apenas han penetrado en América Latina y el Caribe; sin embargo, en Brasil se está probando un pequeño piloto para demostrar su importancia.
El sistema que está a prueba permite que los usuarios paguen por adelantado para reservar un espacio de estacionamiento, y que, al llegar, puedan acceder con un simple botón en su dispositivo o wearable.
La movilidad urbana ofrece diversas oportunidades para los actores del sector
– Para los consumidores: Los consumidores tienen mucho que ganar con la modernización de los sistemas de movilidad urbana: menos tiempo de viaje con mayor comodidad de puerta a puerta, pagos más simples que se integran con los programas de fidelización, apertura hacia la inclusión financiera, y la posibilidad de ser parte de la solución del cambio climático.
– Para las instituciones financieras: Las instituciones financieras se benefician con la implementación de sistemas de pago de circuito abierto en los medios de transporte, porque la tarjeta que los pasajeros usan en el autobús o en el tren suele pasar a ser su primera opción.
Cuando eso sucede, los emisores ven más transacciones en esa tarjeta específica, lo que beneficia directamente sus resultados y su capacidad de invertir en sistemas similares en otros lugares.
Además, se benefician con la adquisición de nuevos clientes, a medida que los pasajeros con escaso o nulo acceso a los servicios bancarios comienzan a acceder a las herramientas que les permiten participar en la economía digital.
– Para los comercios: La proximidad a los grandes centros de transporte público puede ayudar a los comercios a capitalizar las compras diarias que normalmente se realizan alrededor de las líneas del transporte público.
Es fundamental instalar señalética de aceptación, pues puede incentivar a los pasajeros a hacer nuevas compras con el mismo método de pago de bucle abierto.
– Para las ciudades: Cuando los pasajeros pueden usar una misma tarjeta para subir al autobús y luego pagar un café cuando descienden, tienden a comprar más, y esto beneficia la economía de esa ciudad. Los comercios cercanos a las estaciones y los que están ubicados a lo largo de las rutas de estos medios consiguen más ventas.
Esto se llama “efecto halo”, y beneficia tanto a la ciudad en general como a los pequeños comercios.
Además, cuando aumenta el uso de los medios de transporte y se reduce la cantidad de vehículos particulares en las calles, las ciudades se benefician por tener menos tránsito y smog, mayor seguridad en las calles y menos contaminación sonora.
– Para el sector público: Con la digitalización de los pagos en los sistemas de transporte público, aumenta la transparencia fiscal y la capacidad del sector público para diseñar mejores programas, basados en datos y con valor agregado.
Los gobiernos pueden usar los sistemas de tarjetas de circuito abierto para distribuir directamente beneficios, subsidios y descuentos a los habitantes.
Con ciertas tarjetas de circuito abierto, pueden controlar los beneficios que distribuyen, como limitar su uso a la compra de alimentos o a quienes tienen escasos ingresos.
Además, la trazabilidad de los pagos digitales ayuda a que el sector público sepa a dónde viajan los ciudadanos, cómo pagan el boleto y qué patrones se pueden observar en la vida urbana.
Finalmente, es una buena forma de impulsar los planes de inclusión financiera, introduciendo credenciales digitales a una parte de la población que tiene menor acceso a bancos y otras instituciones financieras.
Crecerá el rol de los scooters y bicicletas eléctricas de alquiler
Los scooters, e-scooters y bicicletas eléctricas de alquiler cumplirán una función importante en el futuro de los sistemas de movilidad urbana, ya que resultan muy útiles para las distancias cortas que constituyen las primeras y últimas millas de un viaje.
Si se cuenta con esta opción, especialmente cuando el método de pago es el mismo que para el resto del viaje, se crea un panorama de transporte más conectado y cómodo para los residentes urbanos.
La micromovilidad tiene la ventaja de ser una opción práctica, ecológica y de menor costo para las distancias cortas, una manera accesible de evitar el tránsito. Una de sus principales desventajas es la falta de seguridad, que preocupa especialmente en América Latina, donde la infraestructura vial no es óptima para estas formas de transporte.
El alquiler de scooters, e-scooters y bicicletas eléctricas aún no está muy difundido en América Latina. Si bien existen en algunas ciudades, como Bogotá y Medellín, los habitantes de la región no suelen considerarlos una opción conveniente.
Las empresas privadas no han logrado establecer sistemas viables en las ciudades de la región. Principalmente en Perú y México, las empresas privadas han tenido que eliminar esta opción tras sufrir numerosos robos y verse frustradas por la falta de reglamentación. En esta etapa, es más probable que prosperen las iniciativas impulsadas por el sector público.