“La resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente a la adversidad, una habilidad clave en cualquier emprendimiento. No se trata solo de resistir, sino de aprender y crecer a partir de las dificultades”.
(*) Artículo publicado en la edición 227 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M227.pdf.
Perú, a pesar de ser un país con un espíritu emprendedor vibrante, enfrenta grandes retos que dificultan el éxito de muchos negocios, especialmente los de microfinanzas. Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), más del 25% de los peruanos está involucrado en alguna forma de emprendimiento.
Sin embargo, factores como el acceso limitado a financiamiento y la informalidad, que afecta a más del 70% de los negocios, suman obstáculos importantes. Además, alrededor del 60% de los emprendimientos no sobreviven más allá de los primeros 3 años. En este contexto, la resiliencia emerge como una habilidad esencial para superar las dificultades y transformar las adversidades en oportunidades.
En los negocios
La resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente a la adversidad, una habilidad clave en cualquier emprendimiento. No se trata solo de resistir, sino de aprender y crecer a partir de las dificultades.
Esta capacidad de adaptarse a cambios constantes y de mantenerse enfocado ante la incertidumbre puede ser lo que determine el éxito o fracaso de un emprendimiento.
Momentos clave
Los negocios de microfinanzas atraviesan distintos ciclos, cada uno de ellos poniendo a prueba la resiliencia del emprendedor:
1. Fase de inicio: El entusiasmo es alto, pero la falta de experiencia y recursos genera incertidumbre. La resiliencia ayuda a los emprendedores a mantenerse enfocados y no desmotivarse ante los primeros obstáculos.
2. Fase de crecimiento: Con más responsabilidades y competencia, la resiliencia permite adaptarse a un entorno cambiante sin perder la visión estratégica.
3. Fase de crisis o declive: Las crisis son inevitables. Los emprendedores resilientes no solo superan los desafíos, sino que aprenden de ellos para fortalecer sus negocios.
4. Fase de recuperación: Tras una crisis, es clave aprender de los errores y ajustar el rumbo del negocio. La resiliencia permite a los emprendedores reinventarse y volver a crecer.
Cada etapa pone a prueba la capacidad de adaptación, lo que refuerza la importancia de la resiliencia para el éxito a largo plazo.
Neurotips
Para que las microfinancieras ayuden a desarrollar la resiliencia en sus clientes, es clave implementar estrategias que fortalezcan la capacidad de adaptarse y aprender:
1. Fomentar una mentalidad de crecimiento: Programas de educación financiera y desarrollo personal pueden ayudar a los emprendedores a ver el fracaso como una oportunidad para aprender, en lugar de un obstáculo insuperable.
2. Apoyar la regulación emocional: Capacitar a los emprendedores en técnicas de manejo del estrés, como mindfulness, puede ayudarlos a tomar decisiones más acertadas durante momentos críticos.
3. Crear redes de apoyo: Facilitar comunidades donde los emprendedores compartan sus experiencias reduce el aislamiento y fomenta el aprendizaje mutuo.
En un contexto dónde los márgenes son pequeños y los riesgos elevados, cultivar esta capacidad a través de la educación, el apoyo emocional y el aprendizaje mutuo puede marcar una gran diferencia en el éxito a largo plazo. Las microfinancieras que integren estas estrategias no solo estarán otorgando créditos, sino invirtiendo en la sostenibilidad y crecimiento de sus clientes.