Los precios del oro se han estabilizado tras alcanzar máximos históricos, impulsados por una creciente demanda de activos refugio en un contexto de incertidumbre política. Las repetidas amenazas de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump han impulsado esta subida, agravada por unos decepcionantes datos del PIB del cuarto trimestre.
La perspectiva del oro sigue siendo positiva, con varios de los principales bancos centrales, como el Banco Central Europeo, el Banco de Canadá y el Riksbank de Suecia, aplicando recortes en las tasas de interés, lo que aumenta el atractivo del oro. Aunque la Reserva Federal decidió mantener las tasas sin cambios, los inversores esperan dos recortes adicionales este año, lo que podría sostener el precio del metal.
En el futuro, las tensiones comerciales persistentes podrían seguir impulsando la demanda de oro. Si se implementan aranceles sobre México y Canadá, el oro podría registrar mayores entradas de capital y alcanzar nuevos récords. Sin embargo, una retirada de las amenazas de aranceles podría debilitar este impulso. Además, las próximas publicaciones de datos económicos clave, como los PMIs del ISM, las Nóminas No Agrícolas (Nonfarm Payrolls) y el índice Core PCE, también podrían generar volatilidad en el mercado.