En los últimos dos años más de 135.000 mypes dejaron de operar afectando el empleo de 540.000 peruanos. Además, programas como Reactiva Perú apenas benefició a un pequeño segmento de las los microempresarios.
A consecuencia de la pandemia y sin acciones oportunas del gobierno para reactivar la economía, en los últimos dos años más de 135.000 micro y pequeñas empresas (mypes) cerraron sus puertas de manera definitiva, mayormente del sector comercio y servicios, dejando sin empleo a cerca de 540.000 peruanos, informó la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa (COPE) de la CCL, sostuvo que la informalidad en las mypes a la fecha superó el nivel prepandemia, pues se elevó de 70% a 85%, situación que se da en medio de una desaceleración económica, puesto que el gremio empresarial estima un crecimiento de 3,1% para el cierre del 2022.
“Solo en el 2020, cerca de 48.000 mypes dejaron de operar en el país, ahora la cifra se ha elevado, lo que demuestra que la situación sigue siendo crítica, no solo por la crisis sanitaria, sino porque ahora nos toca sobrellevar las desafortunadas decisiones del gobierno que solo acentúan una crisis política e inestabilidad”, remarcó.
En relación al empleo, indicó que las mypes en el 2019 tenían 9 millones trabajadores, ahora esa cifra supera los 12 millones. Si bien se observa un aumento, comentó que ello se explica por la estrategia de las mypes de reinventarse, decidiendo cambiar el rubro de negocio.
“Por cada mype se crean cuatro puestos de trabajo, pero para que estén vigentes y operativas fue necesario hacer este cambio en el rubro, donde muchas de ellas redireccionaron sus negocios hacia actividades esenciales relacionadas al rubro de alimentos, salud, etc.”, señaló.
En el primer año de pandemia, la actividad laboral de las mypes se redujo a una tasa del 50%, mientras que su producción cayó en 27%.
“Ya han pasado dos años y en estos dos temas la tasa de recuperación es de 90% y 94%, respectivamente, lo que demuestra que en ambos casos todavía no se supera el nivel prepandemia”, recalcó.
Sostuvo que, en la pandemia, las mypes más afectadas pertenecieron al sector turismo, entretenimiento, espectáculos y restaurantes, las que hasta el momento no han logrado recuperarse y continúan en dicho proceso.
“Para crecer necesitamos confianza y estabilidad, posición que mantenemos los empresarios ante esta situación tan incierta. También necesitamos una administración que promueva y facilite el crecimiento y el desarrollo de todas las actividades productivas, pues en el caso de las mypes generamos riqueza y miles de puestos de trabajo”, anotó Rodolfo Ojeda.
ESCASA AYUDA ESTATAL
El programa de Reactiva Perú, donde el Estado destinó cerca de S/ 60.000 millones para ayudar financieramente a las empresas del país, no ha tenido un efecto favorable para las micro y pequeñas empresas (mypes). Según la CCL, más de 2,5 millones de mypes no lograron acceder a dicho programa durante la pandemia, pues a la fecha solo se beneficiaron el 16,6% de estas empresas (500.000), es decir la sexta parte de las mypes.
Más de la mitad de lo designado (S/ 30.000 millones) fue destinado para las grandes empresas las que representan apenas el 1,3% del total de las unidades productivas.
“El 50% restante fue entregado a las micro, pequeñas y medianas que, en conjunto, suman el 99% del universo de empresas, lo que demuestra que esta ayuda financiera no ha sido equitativa ni ha favorecido a las mypes que necesitaban con urgencia reactivarse”, sentenció Ojeda.
Las mypes que no recibieron este tipo de apoyo económico continúan en una situación difícil, pues sin recursos, es probable que dejen de operar.
“De igual manera, las mypes que accedieron al Reactiva Perú hoy no tienen las condiciones para devolver ese dinero, pues pese a esa ayuda, todavía no logran recuperarse”, sostuvo.
El especialista exhortó al Gobierno a establecer políticas que promuevan el acceso al financiamiento, considerando que en la actualidad solo el 6% de las mypes tiene acceso al crédito.
Igualmente, en el tema de formalización se deben hacer mayores esfuerzos para que este proceso sea más atractivo puesto que no hay facilidades para que las mypes se formalizasen debido a los altos costos, los que se suman a un sistema tributario rígido que solo alienta a la informalidad.
“La formalización debe ser un proceso donde el pequeño empresario desee formalizarse porque con esta condición va conseguir beneficios en el sistema financiero como acceder a un crédito a bajas tasas”, anotó.