
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) presentó su último Reporte de Inflación, destacando un panorama macroeconómico con señales de estabilidad y recuperación sostenida, aunque bajo el influjo de riesgos globales. Para 2025, se revisó al alza el crecimiento del PBI peruano a 3,2% (desde 3,0%), impulsado por el dinamismo de la construcción, los servicios y una mayor inversión pública.
No obstante, sectores primarios como la pesca y la minería enfrentan ajustes a la baja, reflejando menores expectativas en producción. De esta manera, el BCR se mantiene cauto en contraste del optimismo del Ministerio de Economía y Finanzas que recién estimó una expansión del PBI de 4% para este año.
Para 2026, la proyección del BCR se mantiene en 2,9%, con moderación por la consolidación fiscal y menor inversión pública.
En el ámbito global, el crecimiento mundial se mantendría en 3,0% para 2025, pero se revisa levemente a la baja para 2026 (3,0%), debido a tensiones comerciales y una inflación persistente. Estados Unidos, Canadá y la Eurozona enfrentan revisiones negativas por el impacto de medidas proteccionistas y un ajuste monetario menos gradual. En contraste, Perú se posicionaría como una de las economías de mayor expansión en Latinoamérica, superando a países como Colombia (2,5%), Chile (2,2%) y México (0,6%) en 2025.
La balanza comercial peruana refleja un superávit ascendente, proyectado en $23.619 millones para 2024 y revisado al alza para 2025 y 2026, gracias a la mejora en los términos de intercambio y al alza en los precios de metales como el cobre. Las exportaciones alcanzarían $82.309 millones en 2025, mientras las importaciones crecerían moderadamente, respaldando un superávit en cuenta corriente del 1,9% del PBI.
En materia fiscal, el déficit del sector público no financiero convergería a 2,2% del PBI en 2025 y 1,8% en 2026, alineándose con la regla fiscal. La deuda pública bruta se mantendría en 33,0% del PBI en 2026, la más baja de la región, muy por debajo de países como Brasil (92,0%) o Argentina (78,5%). Este indicador refuerza la solvencia peruana ante escenarios de volatilidad.
La política monetaria mantiene un tono prudente. La tasa de interés de referencia del BCRP se ubica en 4,75%, la segunda más baja de Latinoamérica después de Chile (5,0%), con una tasa real ex ante de 2,47%. Esta estabilidad, sumada a una inflación de 1,5% en febrero de 2025 —la más baja de la región—, consolida la credibilidad del esquema de metas inflacionarias. Las expectativas de inflación a 12 meses se sitúan en 2,3%, cerca del centro del rango meta (1%-3%).
Adicionalmente, las reservas internacionales alcanzaron 27% del PBI en 2024, el nivel más alto de Latinoamérica, proporcionando un colchón robusto ante choques externos. El sol peruano destaca como la moneda más estable de la región, con una depreciación real acumulada menor al 1% en 2024 frente al dólar.
En síntesis, el BCRP proyecta un escenario de crecimiento moderado, inflación controlada y estabilidad fiscal para los próximos dos años, aunque advierte sobre riesgos globales, como el escalamiento de tensiones comerciales y la evolución de las políticas monetarias en economías desarrolladas. La combinación de prudencia fiscal, reservas sólidas y una moneda estable posiciona a Perú como una de las economías más resilientes de la región.