
El dólar estadounidense se mantuvo estable el martes, cerca de mínimos de varios años, mientras los inversores digerían los nuevos acontecimientos en materia de comercio y política monetaria. Una modesta recuperación en el sentimiento siguió a la decisión del presidente Trump de eximir temporalmente a ciertos productos tecnológicos de los aranceles recíprocos, mientras que los informes indicaron que la administración podría posponer la implementación de los aranceles de importación de automóviles planificados.
A pesar de estos avances, persiste la incertidumbre, ya que el Departamento de Comercio de EE. UU. inició una investigación de seguridad nacional sobre las importaciones de semiconductores y productos farmacéuticos. Cualquier medida agresiva sobre estos sectores podría lastrar aún más al billete verde.
En el frente monetario, el gobernador de la FED, Christopher Waller, restó importancia a las preocupaciones sobre la inflación relacionadas con los aranceles, describiendo cualquier impacto en los precios como «transitorio». Sugirió que la Fed sigue dispuesta a relajar la política si el crecimiento se debilita, reforzando las expectativas del mercado de nuevos recortes de tipos.
En apoyo del mensaje de Waller, los precios de importación de EE.UU. cayeron un 0,1% en marzo, frente a las expectativas de que no hubiera cambios, ya que los costes del combustible disminuyeron. El dato reforzó el sesgo moderado del mercado y puede mantener al dólar bajo presión. De cara a los próximos días, la atención se centra en las ventas minoristas, las solicitudes de subsidio de desempleo y los comentarios de la Fed, en particular del presidente de la Fed, Jerome Powell, que pueden aclarar las perspectivas políticas y dar forma a la dirección del dólar a corto plazo.