La reforma bajo el Decreto Legislativo 1692 permite a la institución ofrecer asesoría especializada en gobernanza y digitalización a microfinancieras potenciando su solidez y alcance en mercados subatendidos, afirma José Sarmiento, gerente general de Cofide.

(*) Artículo publicado en la edición 233 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M233.pdf.
Respecto al nuevo marco legal que redefine el rol de COFIDE. ¿Cuáles son los principales cambios y cómo impactarán su operación?
COFIDE inició un proceso de modernización institucional a mediados del año pasado, y un hito importante en ese proceso se dio en octubre con la aprobación del Decreto Legislativo 1692, el cual define que nuestro rol ahora consiste en “promover el desarrollo sostenible del Perú, a través del fomento de sus mercados financieros y del financiamiento, la inversión y la movilización de recursos a favor de proyectos de infraestructura e inversión productiva, así como de la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME), impulsando la inclusión financiera, la innovación y el fortalecimiento de capacidades”.
Además, con el objetivo de fortalecer la institución y su gobierno corporativo, la norma autoriza la incorporación de bancos multilaterales y de entidades financieras locales y del exterior en el capital social de COFIDE. Esta apertura busca permitir acceder a nuevos recursos de capital, mejorando la capacidad operativa y la solvencia del banco para tener un mayor impacto en sus nuevos roles. Además, facilitará la implementación de las mejores prácticas aportadas por los nuevos accionistas, promoviendo la transferencia de conocimiento y la mejora de capacidades internas.
Los cambios normativos también proveen nuevas capacidades a la institución, entre las cuales destacan la posibilidad de captar fondeo institucional, co-financiar directamente a clientes ya sin la obligación de intermediación a través de otras entidades financieras, emitir garantías para las empresas del sistema financiero y mejoradores para emisiones de valores, financiar a entidades no reguladas por la SBS tanto para ampliar las posibilidades de inclusión financiera así como para brindar crédito a cadenas productivas, entre otros.
Estamos en vías de implementar todos estos cambios que define la Ley, y esperamos que con ellos COFIDE se constituya en un sólido aliado para el gobierno, las instituciones financieras y las empresas, en acciones que promuevan la inversión productiva, el crecimiento sostenible y el cierre de brechas sociales en Perú.
¿Cuál es el balance del programa Impulso Myperú, y cómo ven su impacto en la reactivación de las micro y pequeñas empresas del país?
El Programa Impulso MYPERÚ inició operaciones en junio de 2023, en medio de un entorno en el que había una crisis social en el sur del país, mientras que el norte sufría el efectos negativo de fenómenos climáticos. Ese año, las garantías otorgadas por más de S/. 2,300 millones permitieron reducir el riesgo en los balances de las instituciones financieras, facilitando que estas otorgaran créditos a MIPYMES con dificultades en sus ventas y cadenas de pagos.
En 2024, en medio de una fase recesiva de la economía, el MEF autorizó que el programa siguiera teniendo un estímulo importante en la economía del país, permitiendo que el programa otorgue créditos por más de S/. 14,700 millones a favor de más de 240 mil empresarios, 94% de los cuales fueron microempresarios. El programa cumplió su propósito en un contexto bastante adverso en los años 2023 y 2024, logrando moderar la desaceleración de la cartera crediticia y promover la inclusión financiera, lo que se reflejó en la bancarización de 8,000 nuevos emprendedores, quienes accedieron a créditos por S/ 316 millones.
Uno de los avances es la posibilidad de trabajar con fintechs y empresas no supervisadas por la SBS. ¿Qué oportunidades abre esto para llegar a segmentos tradicionalmente excluidos del crédito?
Las instituciones como cooperativas, ONGs, fintechs y empresas ancla de las cadenas de valor, entre otras, cuentan con un alto nivel de información sobre segmentos específicos de clientes que tradicionalmente han sido excluidos del crédito. A diferencia del sector regulado, estas entidades pueden utilizar herramientas de análisis más flexibles y ofrecer productos especializados, generando así un importante valor agregado.
En particular, las fintechs permiten una mayor flexibilidad en la evaluación crediticia mediante el uso de tecnologías alternativas, como datos de comportamiento digital, historiales de pago de servicios o movimientos en billeteras electrónicas. Además, brindan acceso rápido y digital al crédito, facilitando su uso en zonas rurales o alejadas, lo que reduce costos y tiempos para el usuario. También implementan modelos de negocio innovadores, como créditos de bajo monto, esquemas de pagos diarios o semanales y productos específicos por sector económico.
De este modo, contribuyen con la inclusión financiera de poblaciones como mujeres emprendedoras o jóvenes sin historial crediticio, y fortalecen su alcance mediante alianzas con cooperativas, ONGs y redes locales para la distribución y cobranza. Estamos considerando ver cómo poco a poco podemos relacionarnos mejor con estas entidades para repotenciar nuestra oferta de valor en línea con nuestros objetivos de promover el crecimiento sostenible e inclusivo. Estas alianzas nos permitirán llegar a la base de la pirámide y penetrar mercados con potencial de crecimiento, donde se encuentran las mayores carencias en educación, salud, servicios financieros, tecnologías y vivienda.
COFIDE puede ahora incluir a cooperativas de ahorro y crédito en sus líneas de financiamiento. ¿Qué desafíos enfrentan estas entidades y qué condiciones se están requiriendo para estas nuevas facilidades?
El cambio normativo que habilita que COFIDE pueda tener como cliente a las cooperativas es reciente y estamos todavía en el proceso de definir nuevos productos y políticas de riesgo para aproximarnos a este segmento, por lo que aún no tenemos condiciones específicas para el sector, el cual tiene un alto potencial para canalizar recursos de inclusión financiera.
Sin embargo, desde el año 2020, con los programas de gobierno FAE MYPE, FAE Turismo, FAE Agro, FAE TEXCO, PAE MYPE e Impulso MYPERÚ empezamos a otorgar créditos y garantías a las Cooperativas de Ahorro y Crédito (COOPAC), lo cual nos ha permitido conocer mejor y comenzar a entablar relaciones comerciales con varias de ellas basadas en un mejor conocimiento de su comportamiento de pago.
No obstante, también es claro que este segmento tuvo un debilitamiento institucional como consecuencia de los efectos de la pandemia y la recesión, lo que se ha reflejado en algunas intervenciones de la SBS, por lo que COFIDE está teniendo una aproximación gradual y prudente al definir los lineamientos de nuestra futura financiación a las COOPAC.
Recientemente presentaron una herramienta digital en alianza con la Universidad del Pacífico, que busca fortalecer capacidades de los emprendedores. ¿Cómo podría beneficiar esto al empresario de la Mipyme?
En COFIDE también impulsamos el uso de metodologías de aprendizaje innovadoras que proporcionan una experiencia de aprendizaje efectiva, escalable y descentralizada a través de herramientas digitales. En este contexto, recientemente en alianza con la Universidad del Pacífico, la participación de una edtech y con el respaldo de la cooperación técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hemos desarrollado un programa de capacitación en gestión empresarial dirigido a los empresarios de la Mipyme, para cerrar brechas de conocimiento en este sector, que apunten a fortalecer su perfil crediticio a través de herramientas y conocimientos que potencien sus habilidades y capacidades empresariales, y les permita acceder a los diferentes servicios financieros que las entidades del sector ofrecen.
Este programa de capacitación en gestión empresarial es desplegado en un aplicativo digital desde un celular, y se compone de 10 cursos de contenidos cortos y directos, con un mínimo de 30 minutos de duración, específicamente diseñados y contextualizados para la realidad de este segmento.
La puesta en marcha de este programa es parte de esa nueva adicionalidad que busca dar COFIDE con sus intervenciones, pues en alianza con las entidades financieras con las que ya trabajamos, estamos buscando llegar a sus miles de clientes para que, además de las facilidades financieras que les puedan brindar, les otorguen la posibilidad de acceder a este programa completo que mejorará sus capacidades de gestión, reducirá su perfil de riesgo y fortalecerá su confianza en el sector.
¿Cómo se podrá acceder a estos cursos y qué esperarían de las entidades de microfinanzas?
En esta primera etapa, el programa de capacitación para la Mipyme está dirigido a atender las necesidades de los clientes de entidades financieras beneficiarios de los programas de financiamiento de COFIDE y del Estado. Para ello, se están suscribiendo alianzas con estas entidades clientes de COFIDE, las cuales definirán el perfil de cliente a quienes se beneficiará con esta capacitación.
El beneficiario llevará la capacitación gratuitamente, desde una plataforma digital accesible y a través de un teléfono móvil. Al culminar el programa, el usuario podrá acceder a una certificación otorgada por la Universidad del Pacífico a un precio accesible.
Se espera que este programa de capacitación orientado al conocimiento de herramientas financieras y de modernas técnicas de gestión empresarial, mejore los indicadores de mora de las entidades financieras. En esta primera etapa se busca llegar a cerca de 200 mil empresarios capacitados.
¿Qué otros mecanismos tienen previsto impulsar para fortalecer capacidades de las entidades microfinancieras, en línea con las nuevas facultades que tiene COFIDE?
En el marco de la nueva norma, podemos otorgar nuevos instrumentos financieros que beneficien a las entidades microfinancieras. Los principales nuevos productos que podríamos otorgar son la garantía de cartera y el mejorador de emisiones de dichas entidades. Asimismo, COFIDE puede invertir en fondos de inversión que, a su vez, inviertan en el patrimonio de las microfinancieras y refuercen su gobierno corporativo.
Adicionalmente, gracias al cambio normativo ahora contamos con recursos para brindar asistencia técnica a las entidades financieras en posibles operaciones. Esta nueva facultad resulta trascendental para la oferta de valor de los servicios financieros que brindamos, pues a través de la asistencia técnica podemos favorecer el fortalecimiento del gobierno corporativo de las empresas microfinancieras, así como el acceso a nuevas tecnologías y capacidades.
COFIDE ha emitido con éxito el primer Bono Azul del país. ¿Qué aprendizajes dejó esta experiencia y qué próximos pasos se tienen previstos en materia de bonos verdes, sociales y sostenibles?
La exitosa emisión del primer Bono Azul por parte de COFIDE dejó aprendizajes clave que consolidan su liderazgo en finanzas sostenibles. La alta demanda, de 2.2 veces el monto ofertado, evidenció el creciente interés del mercado por instrumentos financieros con impacto ambiental y social. Los fondos obtenidos se destinaron a proyectos de agua potable y saneamiento en zonas rurales y periurbanas, mejorando significativamente la calidad de vida de miles de personas. Este enfoque refuerza la importancia de alinear el financiamiento con objetivos de desarrollo sostenible.
Además, la colaboración con la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) y Water.org fue fundamental para el éxito de la colocación, destacando el valor de las alianzas estratégicas. A futuro, continuaremos impulsando la emisión de bonos temáticos, verdes, sociales y sostenibles, aprovechando la experiencia del Bono Azul para fortalecer nuestros procesos y ampliar el impacto positivo de estos instrumentos en el país.
¿Cómo se articula el programa de agua y saneamiento con las Cajas Municipales y entidades como Water.org para garantizar impacto y sostenibilidad?
Tuvimos la invitación de Water.org y la FEPCMAC para sumarnos a esta gran iniciativa que tiene un impacto muy importante en la vida de muchas familias. Existe un trabajo previo desplegado por las cajas municipales que permitió la creación de productos crediticios especializados en financiar la mejora de instalaciones de redes internas de agua y desagüe.
En ese contexto es que participamos proveyendo recursos a las cajas, buscando la fuente de mercado más eficiente, que fue la emisión de un Bono Azul temático. La sostenibilidad del programa descansa en la gran labor que han venido realizando las instituciones financieras con productos específicos para atender estas necesidades, el apoyo de Water.org con la asistencia técnica, y la experiencia de COFIDE como principal emisor de bonos etiquetados en el mercado local. Seguimos atentos para atender la demanda de recursos, y estamos listos para realizar nuevas emisiones similares cuando nuestros clientes así lo requieran.
Desde su visión, ¿cuál es el rol que debe jugar COFIDE en la articulación entre políticas públicas y financiamiento privado para cerrar brechas estructurales en el país?
En COFIDE desempeñamos un papel clave al conectar la oferta pública y privada de recursos financieros con las necesidades reales de desarrollo del país, actuando como un puente entre el gobierno, los inversionistas privados y los organismos multilaterales. Nuestro rol articulador se sustenta en su profundo conocimiento del mercado local, nuestra capacidad técnica para estructurar proyectos y nuestra solvencia financiera, lo que nos convierte en un aliado confiable para canalizar capital privado hacia sectores y proyectos que, por sí solos, no serían inicialmente atractivos para el financiamiento desde la banca comercial.
Amparados por el Decreto Legislativo 1692, ahora no solo participaremos en el financiamiento, sino que podemos intervenir desde las etapas tempranas de diseño y estructuración de proyectos. Aportaremos asistencia técnica y ayuda para mitigar riesgos, facilitando así la participación de otros actores privados nacionales y extranjeros. De esta manera, contribuiremos de forma efectiva con la implementación de políticas públicas mediante proyectos concretos, viables y especialmente orientados a las zonas del territorio históricamente con mayores brechas y más desatendidas.
Como brazo financiero del Estado, COFIDE lleva las políticas públicas al terreno del financiamiento real, articulando capital privado con objetivos de desarrollo. Nuestro propósito no será competir con las entidades del sistema financiero privado, sino complementarlas y fortalecerlas, cerrando aquellas brechas donde el sector privado y la gestión pública actual no han logrado llegar con eficacia, y asegurando que cada intervención de COFIDE se alinee con nuestros principios de subsidiaridad, sostenibilidad e impacto social positivo.
¿Qué retos enfrenta COFIDE para consolidarse como inversionista ancla en el mercado de capitales sostenible?
En COFIDE enfrentamos varios retos para consolidarnos como inversionistas ancla en el mercado de capitales sostenible. En primer lugar, el mercado peruano aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, por lo que se requiere mayor profundidad, liquidez y diversidad de instrumentos para que este rol pueda ejercerse plenamente, por lo que vamos a tener un rol de desarrolladores de herramientas financieras y mercados que incentiven la expansión y efectividad de la inversión pública y privada.
Asimismo, es clave fortalecer la coordinación y promoción conjunta con otros actores del ecosistema, como emisores, reguladores e inversionistas institucionales, a fin de impulsar el crecimiento y consolidación del mercado. Otro desafío importante es asegurar fuentes de financiamiento sólidas y sostenibles que permitan sostener nuestras inversiones ancla en este ámbito. En ese sentido, un factor clave es el fortalecimiento del capital de COFIDE que nos permita poder tener límites más amplios para promover la inversión en proyectos de infraestructura sostenible.
¿Cómo evalúan el apetito del mercado por este tipo de instrumentos?
En cuanto al apetito del mercado, desde COFIDE observamos un interés creciente por los instrumentos de capital sostenible, particularmente entre los inversionistas institucionales. Las recientes emisiones de bonos temáticos —verdes, sociales, sostenibles y azules— tanto de COFIDE como de otras entidades, han tenido muy buena acogida, con sobredemanda y condiciones favorables en los spreads. Esto demuestra que el mercado reconoce el valor de estos instrumentos y que existe un entorno propicio para seguir desarrollándolos.