
Gerente de Servicio de Control Financiero de Mibanco
(*) Artículo publicado en la edición 234 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M234.pdf
Entender el desarrollo económico del Perú implica analizar las micro y pequeñas empresas (MyPEs), que representan más del 90% de las empresas del país. En los últimos 5 años las MyPEs han enfrentado una serie de eventos adversos como la pandemia, fenómenos climatológicos, inestabilidad política, inflación históricamente alta, inseguridad ciudadana y extorsión. A pesar de estos desafíos, el emprendedor peruano ha demostrado una notable capacidad de adaptación y crecimiento.
El Rol de las Microfinanzas
El acceso a microcréditos ha demostrado ser una herramienta clave para el emprendimiento y la generación de empleo. Las instituciones microfinancieras (IMFs) han desempeñado un papel crucial en el desarrollo económico del país, fortaleciendo la base de la pirámide y ofreciendo productos y servicios financieros adaptados a las necesidades de los sectores más vulnerables. Al eliminar barreras como la falta de historial crediticio o garantías, facilitan el emprendimiento, la mejora de viviendas, la gestión de contingencias y el acceso a la educación. Además, muchas IMFs complementan su oferta con capacitación empresarial y acompañamiento técnico, aumentando así las probabilidades de éxito de los emprendedores.
Inclusión Financiera: Más Allá del Crédito
La inclusión financiera no se limita al acceso al crédito; implica la participación plena en el sistema financiero, incluyendo la capacidad de ahorrar de forma segura, asegurarse contra riesgos y transferir dinero eficientemente. En comunidades donde el crédito bancario tradicional es inexistente, las IMF han permitido que individuos y familias transformen sus capacidades productivas, impulsando un crecimiento económico local. Se ha demostrado que la disponibilidad de servicios financieros accesibles estimula el consumo, mejora la productividad y fortalece los mercados locales. A nivel macroeconómico, una mayor inclusión financiera contribuye a un crecimiento más equitativo y a la estabilidad social
Además, la inclusión financiera promueve la equidad de género, ya que muchas IMF han centrado sus esfuerzos en empoderar a las mujeres, quienes históricamente han enfrentado mayores obstáculos para acceder a servicios financieros. Las mujeres suelen ser más responsables en el uso de los recursos financieros y presentan tasas de repago más altas que los hombres. En Mibanco, ejemplos claros son el producto Crédito Mujer y el programa de capacitación Mujeres Poderosas.
Retos y Oportunidades
La informalidad sigue siendo un obstáculo significativo para el desarrollo económico del Perú. Según el estudio “Radiografía de la Informalidad” de Mibanco y el Banco de Ideas de Credicorp, más del 70% del país opera en la informalidad, lo que afecta negativamente el crecimiento de las MyPEs. A pesar de esta cifra, la alta disposición de los emprendedores informales a formalizarse (88%) indica que simplificar los procesos y brindar mayor apoyo desde el Estado es fundamental para tener más emprendedores dentro de la formalidad.
Paralelamente, el acceso a tecnología representa otro reto clave, especialmente en zonas rurales y sectores vulnerables. Las instituciones microfinancieras (IMFs) han comenzado a superar estas barreras mediante la adopción de tecnologías móviles, alianzas con agentes corresponsales y el uso de modelos digitales. En Mibanco, más del 70% de los créditos ya se generan de manera centralizada. La digitalización ofrece una gran oportunidad para ampliar el alcance, mejorar la eficiencia operativa y facilitar el acceso financiero a millones de personas, pero también exige cerrar brechas en conectividad y educación digital.
Abordar la informalidad y aprovechar el potencial de la transformación digital son, por tanto, dos caminos complementarios para fortalecer la inclusión financiera. Las IMFs, al articular ambos frentes, se consolidan como un habilitador clave del crecimiento económico, permitiendo que millones se integren a la economía formal, mejoren su calidad de vida y desarrollen resiliencia económica.