
Los códigos QR se han vuelto parte de la vida diaria: los usamos para pagar, acceder a menús, registrarnos en eventos o seguir redes sociales. Sin embargo, su popularidad también ha abierto la puerta a una nueva modalidad de fraude digital: el “QRishing”, o estafas mediante códigos QR adulterados. Y, ¿cómo funciona? Los delincuentes colocan códigos falsos sobre los originales, ya sea impresos o en pantallas, y cuando el usuario los escanea, es dirigido a páginas maliciosas que pueden robar datos, clonar cuentas o instalar malware en su celular.
Roberto Percca, gerente de Desarrollo del Emprendedor y vocero del Consultorio Financiero de Mibanco, advierte que este tipo de engaños se aprovecha del crecimiento del pago sin contacto. “Cada vez más personas usan códigos QR para pagar rápido y seguro o también para redirigirte a información extra, pero esta práctica también está siendo utilizada por estafadores que colocan stickers falsos o editan códigos para quedarse con el dinero y acceder a datos privados”, explica.
Estos ataques pueden pasar desapercibidos si no se presta atención. Por eso, es clave estar informados y tomar medidas básicas para protegerse. A continuación, Roberto Percca nos comparte cinco recomendaciones útiles para evitar caer en este tipo de fraudes:
- Verifica siempre que el QR sea oficial: antes de escanear, asegúrate de que el código QR no sea un sticker sobrepuesto o alterado. Si tienes un negocio, imprime tu código en un lugar visible, bien protegido y revisa constantemente que no haya sido manipulado.
- Confirma el nombre o razón social al momento del pago: luego de escanear el QR, verifica que el nombre que aparece como receptor del dinero coincida con el del comercio o persona. Si ves un nombre distinto o desconocido, detén el pago de inmediato.
- Usa solo apps oficiales: evita escanear códigos desde navegadores, enlaces sospechosos o apps no oficiales. Usa siempre billeteras digitales y aplicaciones bancarias seguras, descargadas desde tiendas oficiales.
- No compartas tu QR públicamente sin control: publicar tu código QR en redes sociales o grupos abiertos puede exponerte a que otros lo copien y lo modifiquen. Si necesitas enviarlo, hazlo solo por canales seguros y a personas de confianza a través de mensajes internos.
- Evita escanear códigos QR en la calle o espacios públicos sin verificar su origen: muchos estafadores colocan QRs falsos en postes, puertas, volantes o carteles en la vía pública. Si no sabes quién lo colocó o a qué sitio te dirige, es mejor no escanear. Aunque parezca una promoción o descuento, podría ser una estafa diseñada para robar tu dinero o tus datos.
Recuerda que los fraudes digitales evolucionan constantemente, pero con información clara y medidas sencillas es posible protegerse. Estar atentos, verificar antes de pagar y revisar frecuentemente los canales de cobro son hábitos que pueden marcar la diferencia. La seguridad digital empieza con pequeñas acciones que protegen lo que con tanto esfuerzo has logrado.