Con un puntaje de 6.9, Arequipa se consolida como la tercera región más competitiva del Perú, liderando en el pilar Laboral con un 38% de formalidad, aunque la brecha de ingresos por género, que creció al 42%, plantea un desafío urgente.

(*) Artículo publicado en la edición 236 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M236.pdf
Arequipa se posiciona una vez más como una de las regiones más competitivas del Perú en el Índice de Competitividad Regional (INCORE) 2025, elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE). Con un puntaje de 6.9, la región se mantiene en el tercer lugar a nivel nacional, solo superada por Moquegua (7.38) y Lima (7.35). Este resultado refleja el dinamismo económico y social de Arequipa, impulsado por fortalezas en el pilar Laboral, donde lidera con un puntaje de 6.76. Sin embargo, desafíos como la creciente brecha de género en ingresos amenazan con frenar su progreso.
El pilar Laboral es el gran destaque de Arequipa en esta edición del INCORE. La región ha logrado un aumento en la formalidad laboral, pasando del 35.9% al 38%, un indicador que mide el porcentaje de trabajadores con empleo formal, clave para garantizar estabilidad económica y beneficios sociales. Además, Arequipa ha reducido la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan (ninis), que bajó del 20% al 17%. Sin embargo, el aumento de la brecha de ingresos por género, que se amplió del 32% al 42%, representa un retroceso significativo y posiciona a la región como la peor en este indicador a nivel nacional. Este dato subraya la urgencia de implementar políticas que promuevan la equidad en el mercado laboral.
En el pilar Entorno Económico, Arequipa muestra un desempeño sólido, aunque no alcanza el liderazgo de Moquegua. Este pilar evalúa indicadores como el PBI real per cápita, la tenencia de cuentas financieras y el uso de billeteras digitales, que reflejan la capacidad de generar riqueza y fomentar la inclusión financiera.
Arequipa ha avanzado en la digitalización económica, pero aún está por detrás de regiones como Moquegua, donde el 65% de los adultos tienen cuentas financieras y se registran 26 transacciones mensuales con billeteras digitales. El crecimiento económico estable de Arequipa sigue siendo un pilar de su competitividad.
En Infraestructura, Arequipa se posiciona en el segundo lugar a nivel nacional, solo por detrás de Lima. Este pilar mide el acceso a servicios básicos como agua, electricidad y saneamiento, así como la conectividad, incluyendo internet y transporte. La región destaca por su cobertura en servicios básicos, pero enfrenta retos en la provisión de agua potable, un problema compartido con otras regiones competitivas como Tacna. Esta fortaleza en infraestructura es fundamental para atraer inversiones y mejorar la calidad de vida.
El pilar Salud muestra un desempeño competitivo, aunque Arequipa no lidera el ranking. Indicadores como la desnutrición crónica, la cobertura de personal médico público y la vacunación de menores de 3 años son sólidos, pero la región debe mejorar en el abastecimiento de medicamentos para consolidar su posición. En Educación, Arequipa se encuentra entre las regiones más destacadas, con avances en logros educativos en primaria, pero el acceso a internet en escuelas sigue siendo un desafío.
Finalmente, en el pilar Instituciones, la región enfrenta problemas en la percepción de la gestión pública y la victimización por delitos, lo que indica la necesidad de fortalecer la confianza ciudadana y la seguridad.
Arequipa enfrenta el desafío de mantener su competitividad mientras aborda desigualdades estructurales. La región debe priorizar políticas que reduzcan las brechas de género y fortalezcan la digitalización y la gestión pública para consolidar su posición como una de las líderes del INCORE 2025.