
El dólar se mantuvo prácticamente estable el miércoles, pero la publicación de unos datos sobre los precios al productor más débiles de lo esperado añadió un riesgo bajista para la divisa. El índice de precios al productor cayó un 0,1 % en agosto, frente a las expectativas de un aumento del 0,3 %, lo que supone el primer descenso desde abril. Esta evolución se debió a la caída de los márgenes de los servicios comerciales, a pesar de que los componentes básicos, excluidos los alimentos, la energía y el comercio, avanzaron un 0,3 %.
En términos interanuales, la inflación del IPP se moderó hasta el 2,6 %, lo que sugiere que las recientes presiones sobre los precios pueden ser más transitorias de lo que se temía y se ajusta a los recientes comentarios de la Fed de que la inflación relacionada con los aranceles podría ser efímera, lo que ejerce una mayor presión sobre el dólar.
Los datos de inflación más débiles se suman a los malos resultados de las nóminas de la semana pasada y a la revisión de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), que muestra 911 000 puestos de trabajo menos hasta marzo, lo que refuerza la percepción de que la Fed va por detrás de la curva. Los mercados de futuros ya descuentan por completo una bajada de 25 pb la semana que viene y asignan un 10 % de probabilidades a una bajada de 50 pb. Este contexto podría respaldar la demanda de divisas de mercados emergentes con mayor rendimiento, como el peso mexicano, donde el diferencial de tipos sigue siendo atractivo.
La incertidumbre política persiste en medio de la batalla legal del presidente Trump para destituir a la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, lo que suscita nuevas preocupaciones sobre la independencia institucional y pesa sobre los activos estadounidenses. De cara al futuro, la atención se centra ahora en la publicación del IPC del jueves, con una previsión de subida de la inflación general hasta el 0,3 % y el mantenimiento de la tasa subyacente. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo se publicarán simultáneamente. Una cifra de inflación más moderada probablemente confirmaría la sorpresa del IPP de hoy e intensificaría la presión vendedora sobre el dólar, mientras que unos datos más sólidos podrían ofrecer un breve respiro.