
“El precio del oro a 4.000 dólares marca un momento decisivo para los mercados globales”, afirma Nigel Green. “Muestra que la confianza en las monedas fiduciarias y la deuda pública se está debilitando. Los bancos centrales están comprando volúmenes récord, los inversores los siguen, y esta combinación ha generado un fuerte impulso en los precios. La pregunta ahora es si este ritmo se puede mantener”.
Esta medida supone una duplicación del precio en menos de dos años y un aumento de alrededor del 20 % en tan solo dos meses. Este aumento refleja la magnitud de la incertidumbre que sigue pesando sobre las principales economías y mercados financieros. “Los bancos centrales se han convertido en la fuerza silenciosa detrás de esta subida”, afirma el director ejecutivo de deVere.
- Compran cerca de mil toneladas de oro al año para reducir su exposición al dólar y reforzar su resiliencia financiera. Cuando las instituciones oficiales siguen acumulando a este ritmo, crean una base sólida para el mercado, pero incluso eso tiene límites. Un cierre prolongado del gobierno en Estados Unidos ha profundizado el malestar y acelerado el movimiento hacia reservas tangibles de valor.
La situación en Washington ha recordado a los inversores que las promesas políticas no garantizan la seguridad financiera. El oro representa protección contra esa incertidumbre, pero su precio actual también refleja la pérdida de confianza en otros activos. Ese nivel de dependencia siempre conlleva riesgos.
La inflación sigue siendo una preocupación importante. Si bien las cifras generales se han moderado en algunas economías, las presiones subyacentes están resultando más difíciles de contener, mientras que el costo del servicio de la enorme deuda pública sigue aumentando.
“Los bancos centrales están volviendo a una política monetaria más flexible para apoyar la desaceleración de las economías”, Los menores rendimientos reales y los mayores déficits tienden a favorecer al oro, pero existe un equilibrio. Si la inflación cae de forma más decisiva o el crecimiento se estabiliza, parte de la urgencia especulativa podría disminuir los fondos cotizados en bolsa vinculados al oro han registrado nuevas entradas, ya que tanto las instituciones como los inversores privados buscan exposición.
- La tecnología ha cambiado la forma en que las personas acceden al mercado, y la propiedad fraccionada a través de plataformas digitales ha ampliado la participación y aumentado la liquidez. Esta accesibilidad amplifica la demanda, pero también puede exagerar los movimientos cuando cambia el sentimiento”.
Si bien el último aumento demuestra el papel duradero del oro en tiempos de tensión,
el oro se ha consolidado como un componente fundamental de las carteras globales, sin embargo, tras un alza tan pronunciada es natural que se produzcan periodos de consolidación. Los factores fundamentales, incluido el riesgo inflacionario persistente, el exceso fiscal y la tensión geopolítica, siguen vigentes, pero los mercados se mueven en ciclos”.Concluye: El hito de los 4.000 dólares no es necesariamente un techo, pero sí marca un momento de reflexión. Esto demuestra la fragilidad de la confianza en el sistema. El oro seguirá siendo una importante reserva de valor, pero su futuro dependerá de la rapidez con la que el mundo recupere la confianza en sus instituciones y en factores como la gestión de la deuda soberana.