
El Gerente General de COFIDE, José Sarmiento Giove, adelanta que el banco se está modernizando y trabajando en mecanismos financieros con multilaterales, fondos de inversión y cajas municipales, para movilizar capital que cierre brechas de desarrollo en diversos sectores. El nuevo reto del Banco de Desarrollo del Perú es construir capacidades internas y alianzas institucionales que le permitan fomentar la infraestructura básica y fortalecer el desarrollo territorial con criterios de sostenibilidad.
“Estamos evaluando listar el Bono Azul que emitimos regularmente en el Perú en bolsas internacionales como Londres o Nueva York, para atraer inversionistas extranjeros interesados en financiar proyectos de agua y saneamiento con impacto social. Ya hemos iniciado conversaciones con bancos internacionales y multilaterales que han mostrado interés en ayudarnos a captar estos inversionistas. También estamos coordinando con las cajas municipales que atienden el segmento microfinanciero para incrementar sus capacidades de distribución de créditos para sus programas de agua”.
¿Cuál es actualmente la magnitud de la cartera de créditos que COFIDE canaliza hacia las micro y pequeñas empresas a través de las entidades financieras?
Nosotros, como banco de desarrollo, tenemos entre nuestros pilares estratégicos la promoción de la inclusión financiera. En 2024, financiamos el 48% del total de los adeudados de las cajas municipales. Al cierre de octubre 2025, COFIDE mantiene alrededor de S/ 2,200 millones en colocaciones con las cajas municipales y otras entidades microfinancieras. Nuestro objetivo no es solo ofrecer facilidades crediticias de corto plazo, sino también fortalecer institucionalmente al sistema microfinanciero, en gobernanza, gestión y capacidad operativa. Queremos contribuir a que este canal eficiente para la inclusión financiera sea sostenible y se robustezca en el tiempo.
¿Esos S/2,200 millones corresponden únicamente a recursos propios de COFIDE?
Correcto. Se trata de colocaciones realizadas con recursos del propio balance de COFIDE, bajo nuestro rol de fomentar la inclusión financiera, no provenientes de programas gubernamentales. Estas operaciones surgen de la labor de intermediación financiera que mantenemos de manera constante con las entidades del sistema.
¿En cuánto esperan cerrar la cartera de colocaciones al cierre de este año?
Aún no tengo la cifra exacta, pero estimamos cerrar 2025 con una cartera cercana a S/2,500 millones en colocaciones para microfinancieras. Tenemos metas ambiciosas de crecimiento. Sin embargo, nuestra estrategia va más allá del financiamiento de corto plazo: buscamos fortalecer el capital institucional, el gobierno corporativo y la gestión de riesgos de las cajas y microfinancieras.
¿Cuál es su lectura sobre la situación actual del sistema microfinanciero peruano?
El sistema microfinanciero ha tenido un desempeño relevante en los últimos años. Algunas entidades han salido del mercado por debilidades estructurales, mientras que otras se han consolidado. En balance, el impacto neto ha sido bastante positivo para la inclusión financiera y el desarrollo productivo y descentralizado de las MIPYMEs del país. Pero mirando hacia adelante, las microfinancieras deben fortalecerse patrimonialmente. En COFIDE estamos diseñando mecanismos de financiamiento de largo plazo que fortalezcan su ratio de capital y su capacidad de crecimiento futuro.
¿En qué consiste esta propuesta de préstamos de largo plazo?
Estamos estructurando un instrumento de préstamos subordinados a 60 años para las cajas municipales, de manera que las que lo reciban puedan computarlos como capital de nivel 1 en sus patrimonios, lo que les permitirá acelerar el crecimiento de sus créditos y el impacto en inclusión financiera en los siguientes años. Le hemos presentado el proyecto a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), quienes han opinado en forma favorable a la iniciativa y con quienes también estamos viendo detalles para que la estructura esté disponible en un plazo breve. El objetivo es brindar capital estable que permita a las cajas seguir creciendo en los próximos años. Se trata de un paso más allá de las líneas de crédito tradicionales que ya otorgamos: queremos asegurar la sostenibilidad de las cajas en el largo plazo para que sigan apoyando la inclusión financiera y el desarrollo regional del país.
¿Estos mecanismos de financiamiento vendrán acompañados de condiciones de mejora en la gestión interna de las cajas?
El sistema de cajas municipales ha demostrado ser una herramienta potente para la inclusión financiera descentralizada en el Perú, pero si es evidente que existen importantes oportunidades de mejora en la gestión institucional. En ese sentido, sin desvirtuar la prelación de capital que tengan estos préstamos, consideramos que cualquier potencial inyección de capital fresco debe venir acompañada de compromisos de las cajas para asegurar el fortalecimiento del gobierno corporativo, la mejora de su gestión operativa y de riesgos, y el monitoreo de las alertas tempranas de deterioro. Queremos que esta oportunidad de ampliación de capital que brinde COFIDE tenga un impacto positivo en la estructura y capacidad de operación sostenible de las cajas.
Más allá del capital, ¿qué otros ámbitos consideran prioritarios para mejorar la competitividad de las entidades microfinancieras?
En primer lugar, el gobierno corporativo. Hay que seguir mejorando los directorios de las cajas, mejorar la toma de decisiones estratégicas y alinear su gestión con objetivos de sostenibilidad a largo plazo. La participación de COFIDE ayudará a mejorar los directorios. En segundo lugar, la gestión de riesgos y el área de sistemas. Varias entidades necesitan modernizar sus core bancarios, digitalizar procesos y fortalecer sus capacidades en ciberseguridad y riesgo operacional. En lo referido a la gestión de riesgos queremos fortalecer las capacidades de las microfinancieras en áreas como mercado, crédito, operacional y ciberseguridad. Desde COFIDE estamos en la capacidad de ofrecer asistencias técnicas para ayudar a que se concreten inversiones en software, sistemas y capital tecnológico fundamentales para el crecimiento sostenible de las entidades microfinancieras.
¿Cómo evalúan los costos operativos del modelo de microfinanzas, considerando que impactan en tasas altas para los usuarios finales?
Es un desafío estructural. Las cajas enfrentan altos costos operativos debido a su alta capilaridad territorial, pues atienden zonas rurales y periurbanas donde el acceso implica esfuerzos logísticos significativos. Creemos que es posible optimizar procesos y reducir costos, de manera que las tasas reflejen de forma más equilibrada ese esfuerzo sin trasladar íntegramente el sobrecosto al cliente.
Financiamiento sostenible
En los últimos años, COFIDE ha impulsado los llamados “bonos azules” como instrumento de financiamiento sostenible. ¿Qué resultados han obtenido hasta ahora?
El Bono Azul busca cerrar la brecha de acceso al agua y saneamiento en el país. En el Perú, cerca de 7 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable en sus viviendas, es una brecha enorme y estamos ayudando a que se reduzca, pero consideramos que podemos hacerlos mejor y más rápido en alianza con las entidades microfinancieras y la banca del exterior. Con las emisiones de los bonos azules de 2024 y 2025 —por S/ 100 millones y S/ 120 millones, respectivamente— habremos beneficiado a unas 180,000 viviendas, canalizando los recursos a través de las cajas. Sin embargo, estimamos que cerrar completamente la brecha requeriría alrededor de S/ 2,400 millones en financiamiento para que las cajas les presten a las personas y así puedan mejorar sus servicios domiciliarios de agua y saneamiento. Levantar este monto en el mercado local puede tomar bastante tiempo.
¿Cuál es el siguiente paso para escalar este mecanismo?
Nuestro reto es acelerar el ritmo de emisión y ampliar la demanda de inversionistas. Actualmente, la colocación local avanza a un ritmo que permitiría cerrar la brecha en una década, lo cual es demasiado lento. Estamos evaluando listar el Bono Azul de COFIDE en bolsas internacionales para atraer inversionistas extranjeros interesados en financiar estos proyectos con claro impacto social. Hemos aprovechado nuestra participación en la reciente Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN) para iniciar conversaciones con bancos internacionales y multilaterales que ya han mostrado interés en participar en este esquema.
¿Qué papel jugarán las cajas municipales en este proceso de expansión?
Son actores centrales. Las cajas son las que canalizan los créditos a los hogares, pues conocen el territorio y al cliente. Por eso estamos conversando con entidades que se han comprometido a acompañarnos en el esfuerzo comercial para que puedan ampliar la colocación de créditos vinculados a proyectos de agua y saneamiento en zonas rurales y periurbanas.
¿En qué horizonte temporal espera que esta nueva estructura esté operativa?
Si logramos concretar la ampliación de la demanda externa y la capacidad operativa de las cajas, podríamos tener la estructura para nuestra siguiente emisión hacia fines del primer trimestre 2026. A partir de ahí, nos gustaría estructurar emisiones más grandes y frecuentes, lo que permitiría tener un impacto bastante relevante en cierre de la brecha de agua en menos de tres años. Ese es uno de los objetivos estratégicos de COFIDE: usar instrumentos financieros sostenibles, como el Bono Azul, para generar impacto social tangible en el país en plazos razonables. Esto último demuestra la capacidad, única en el Perú, que tiene COFIDE para articular estructuras financieras con impacto en donde participen los inversionistas internacionales y locales, junto a las entidades microfinancieras que tienen la capilaridad para la distribución de los recursos con propósito sostenible.
Cooperativas y demás microfinancieras
Las cooperativas están en un proceso de fortalecimiento bajo la supervisión de la SBS. Estas entidades también son actores relevantes del ecosistema microfinanciero. ¿COFIDE prevé trabajar con ellas?
Efectivamente, las cooperativas de ahorro y crédito son actores fundamentales en la inclusión financiera, especialmente en zonas donde las cajas o financieras no tienen presencia. Con la entrada en vigor de la ley que fortalece a COFIDE (Decreto Legislativo N° 1692), se nos ha habilitado financiar entidades no reguladas por la SBS, como las cooperativas, empresas de leasing, factoring y algunas fintech con propósito específico. Hasta el momento no hemos financiado a estas entidades, pero estamos construyendo capacidades internas para atender este nuevo segmento. Esto implica formar equipos especializados en evaluación de riesgo, estructuración y prospección comercial, de modo que podamos diseñar productos financieros adecuados y sostenibles para estas instituciones.
¿En qué etapa se encuentra ese proceso de implementación?
El marco legal ya está aprobado, y estamos trabajando con el MEF y FONAFE para obtener los recursos necesarios que nos permitan reforzar nuestro equipo profesional y capacidades operativas. Estimamos que durante 2026 COFIDE ya estará en condiciones de financiar directamente a cooperativas y otras entidades no reguladas. La base del negocio ya está diseñada; lo que falta es completar son los recursos para implementar el equipo técnico especializado que evaluará y gestionará estas nuevas operaciones.
El Decreto Legislativo 1692 también busca fortalecer el gobierno corporativo y el rol institucional de COFIDE. ¿Qué cambios concretos introduce esta norma?
El decreto redefine nuestra función como banco de desarrollo moderno, promotor de un crecimiento sostenible e inclusivo. COFIDE ahora tiene la capacidad de financiar y cofinanciar proyectos de infraestructura e inversión productiva, además de mantener su papel clave en el financiamiento del sistema microfinanciero. Otro cambio relevante es la posibilidad de invitar a participar en el capital de COFIDE como accionistas minoritarios a bancos multilaterales y bancos comerciales internacionales con interés en invertir en infraestructura sostenible en Perú. Esto último busca fortalecer nuestra gobernanza y alinear nuestras prácticas de banca a los más exigentes estándares internacionales. Estamos trabajando para que todo lo dispuesto en el DL 1692 se concrete durante el primer semestre de 2026.
¿Ya existen entidades interesadas en incorporarse al capital de COFIDE?
Efectivamente. La Corporación Andina de Fomento (CAF) ya aprobó en su directorio una inversión de US$10 millones en el capital de COFIDE, con posibilidad de ampliarla. Asimismo, el Banco Mundial viene realizando una evaluación y capacitación en áreas de interés en COFIDE con miras a evaluar más adelante una posible participación o asociación. Por otro lado, se ha suscrito un memorándum de entendimiento con BID-Invest para colaborar en transacciones conjuntas en el Perú. También hay algunos bancos globales interesados en evaluar su participación replicando la experiencia que se ha tenido en la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) de Colombia, en donde la apertura de capital a este tipo de socios y fortalecimiento de gobierno corporativo han sido evidentes y han conseguido que el banco tenga un mayor impacto en la atracción de inversión privada sostenible. Estamos convencidos de que estas alianzas y participaciones en el capital de COFIDE no solo fortalecerán nuestro patrimonio, sino que también nos consolidarán como un banco de desarrollo alineado con las mejores prácticas internacionales, con independencia técnica y un sólido gobierno corporativo para el beneficio de nuestro país.
Mencionó que COFIDE también está innovando en instrumentos financieros. ¿Podría explicar el nuevo producto de garantía de cartera?
Sí, hemos lanzado un producto de garantía de cartera que busca ampliar la capacidad de colocación de las cajas y microfinancieras. Este instrumento reduce el consumo de capital de las entidades en alrededor de 40% y disminuye sus provisiones, dado que el riesgo de COFIDE es superior al de sus clientes finales. En términos prácticos, esto significa que las microfinancieras pueden colocar más créditos con el mismo nivel de capital, manteniendo controlado su perfil de riesgo. Es una herramienta que potencia la expansión del crédito y mejora la eficiencia del sistema.
¿Qué otros mecanismos están implementando para acompañar ese crecimiento inclusivo?
Estamos impulsando programas de capacitación para micro y pequeñas empresas, orientados a mejorar su gestión y sostenibilidad. Estos cursos serán canalizados a través de las cajas municipales que trabajen con recursos de COFIDE. Buscamos que el crédito vaya acompañado de conocimiento, generando impacto real en la productividad. Además, seguimos siendo el brazo ejecutor del Gobierno para programas de política pública, administrando fideicomisos y fondos de desarrollo que financian sectores estratégicos. Paralelamente, estamos fortaleciendo nuestra estructura organizacional para responder con mayor agilidad a las necesidades de nuestros clientes y del país.
¿Qué lugar ocupa la articulación con otros actores del ecosistema financiero en esta nueva etapa?
Un rol central. COFIDE actúa como articulador entre la banca multilateral, la banca local, los ministerios, ProInversión y las cajas municipales. Nuestro objetivo es que el financiamiento se traduzca en inversión efectiva y en el cierre de brechas sociales. En otras palabras, nuestro propósito es que las obras e inversiones se concreten. Contamos con un nuevo modelo de negocio y un plan de fortalecimiento institucional que apuntan a consolidarnos como un banco de desarrollo del siglo XXI: con solvencia técnica, estándares internacionales y autonomía, capaz de promover crecimiento económico y equidad social sin importar el gobierno de turno.
En resumen, ¿cómo visualiza el futuro inmediato de COFIDE?
Creo que ya las bases están claramente sentadas. COFIDE cuenta con un marco legal moderno aprobado, aliados estratégicos que nos apoyan y un equipo de profesionales comprometido con la mejora y construcción de nuevas capacidades en nuestro banco. Si bien quedan pendientes algunas coordinaciones con nuestros reguladores y FONAFE, el objetivo de nuestra administración para el 2026 es acelerar la implementación de las nuevas facultades y que COFIDE se convierta en: el banco de desarrollo nacional que el Perú necesita, una entidad que combine eficiencia financiera con el propósito de maximizar impacto sostenible y que articule a los diferentes grupos de interés para movilizar capital privado hacia la inversión de cierre de las brechas socio-económicas que aún son muy amplias en nuestro país.
Estoy seguro de que conseguiremos concretar esta transformación de COFIDE durante el 2026.