
- El cierre del gobierno estadounidense ha terminado, pero ahora todas las miradas de los inversores se centran en los datos críticos que han estado faltando.
Se producen cuando las agencias federales comienzan a recuperarse tras haber estado inactivas desde el 1 de octubre, con el regreso de los empleados el jueves y los departamentos preparándose para un lento retorno a la plena funcionalidad después de cuarenta y tres días fuera de servicio.
El presidente Donald Trump firmó el proyecto de ley de financiación que reanuda las operaciones gubernamentales tras la ajustada votación en la Cámara de Representantes. Los servicios se reanudan de inmediato, pero la burocracia federal se enfrenta ahora a una considerable acumulación de trámites pendientes.
- Los mercados recibieron con satisfacción el fin del estancamiento, aunque la resolución política no zanja la narrativa del mercado.
- Los inversores se enfrentan ahora a la llegada de informes retrasados que determinarán si la economía continúa desacelerándose a un ritmo moderado o si las condiciones se deterioraron más de lo esperado durante el cierre.
La reapertura es importante para el país, pero lo que realmente importa a los inversores es la información que se publique esta semana. Entramos en un periodo en el que se publicarán varios informes cruciales, aunque retrasados, en rápida sucesión. Los mercados han estado operando sin las cifras que normalmente dan forma a las expectativas, y esto cambia la dinámica.
- El mercado laboral es fundamental para este cambio. Los datos del sector privado recopilados durante el cierre mostraron pérdidas de empleo que promediaron más de once mil por semana hasta finales de octubre.
- La estimación de desempleo en tiempo real de la Reserva Federal de Chicago sugiere un ligero aumento con respecto a septiembre. Estos indicadores implican que el mercado laboral podría estar perdiendo impulso tras un largo período de resistencia.
Sin embargo, estas cifras llegaron sin la confirmación habitual de los comunicados gubernamentales, y los inversores ahora esperan para ver si los datos oficiales coinciden con esas señales.
El mercado laboral es clave para la siguiente etapa. La evidencia de estudios privados apunta a un enfriamiento de las condiciones. Los inversores necesitan una confirmación oficial para determinar si este enfriamiento es moderado y manejable o algo más serio. Los próximos informes brindarán a la Reserva Federal la claridad que le ha faltado durante el cierre.
Las expectativas sobre la decisión de política monetaria de diciembre siguen siendo diversas. Gran parte de los economistas ven margen para una bajada de tipos si los próximos datos confirman que la contratación se ha ralentizado sin desplomarse y que la inflación mantiene su tendencia a la baja. Otros argumentan que la Reserva Federal podría esperar más de un mes de datos positivos antes de actuar.
Este debate otorga a la próxima tanda de informes sobre trabajo e inflación una influencia considerable sobre el sentimiento general. La posibilidad de una reducción en diciembre sigue abierta. Antes de octubre, la inflación se estaba moderando y el mercado laboral se estaba debilitando.
Si los datos respaldan ese patrón, la conversación se orienta hacia un marco político más favorable. Los inversores entonces encuentran un renovado interés en las acciones estadounidenses, especialmente en las grandes tecnológicas y en las empresas vinculadas al crecimiento de la demanda y la inversión.
- La reanudación de las operaciones gubernamentales esta semana ayuda a restablecer la confianza en el funcionamiento general de la economía, aunque la reactivación administrativa no será rápida.
Las agencias necesitan tiempo para procesar el retraso en la presentación de documentos, los pagos y el trabajo regulatorio que se acumuló durante el cierre. Para los mercados, los detalles operativos importan menos que el hecho de que las publicaciones estadísticas vuelven al calendario habitual con la plena supervisión federal restablecida.
El sistema federal por fin puede desempeñar su función. Los inversores ya reciben la información que les servirá de guía para la recta final del año. El cierre del gobierno acaparó titulares, pero la verdadera historia comienza con la avalancha de datos que está a punto de publicarse.
Esta es una fase decisiva, ya que los inversores quieren confirmación de que la economía puede mantener el impulso observado hasta noviembre. Con el renacimiento de las agencias, la atención se centra ahora en las cifras que mostrarán la verdadera situación de las contrataciones, los gastos y los precios.
- Estos factores marcarán el rumbo del resto del año y determinarán si la posición actual de los inversores está justificada o no.