
El peso mexicano inició la sesión del 28 de noviembre con un tono positivo, apreciándose ligeramente frente al dólar estadounidense, en un entorno de baja liquidez por el feriado de Thanksgiving en Estados Unidos.
Durante las primeras horas de operación, el tipo de cambio rondó las 18.33 unidades por dólar, lo que representó un avance de 0.11% y dejó abierta la posibilidad de cerrar la semana con una ganancia acumulada cercana al 1.25%. Esta estabilidad contrasta con episodios recientes de volatilidad y aporta un respiro temporal al mercado cambiario local.
Este comportamiento está respaldado por un creciente optimismo sobre la
trayectoria de la política monetaria en Estados Unidos. En las últimas semanas, las expectativas de que la Reserva Federal realice un recorte de tasas en su reunión de diciembre han aumentado considerablemente, impulsadas por señales más dovish de algunos miembros del banco central. Actualmente, los mercados descuentan alrededor del 83% la probabilidad de que se concrete un ajuste de 25 puntos base, lo que ha debilitado parcialmente al dólar y ha favorecido a divisas emergentes como el peso.
A nivel nacional, los datos económicos también han desempeñado un papel clave en el fortalecimiento de la moneda mexicana. La tasa de desempleo retrocedió a 2.6% en octubre, su nivel más bajo en varios meses, lo que refleja una resiliencia notable del mercado laboral. Este indicador ha sido interpretado por los inversionistas como una señal de fortaleza económica que podría seguir atraigiendo flujos hacia México, especialmente en sectores ligados al nearshoring y a la demanda estadounidense.
En el frente técnico, el par USD/MXN se encuentra probando una zona de soporte importante, lo que incrementa la sensibilidad ante cualquier sorpresa en los datos o ante cambios en el sentimiento del mercado. Los analistas destacan que si el tipo de cambio perfora niveles clave en la región de 18.25–18.20, podrían activarse movimientos bajistas adicionales que llevarían a la moneda mexicana a nuevos mínimos de corto plazo. Sin embargo, un rebote técnico tampoco se descarta, dado la ligera recuperación reciente del dólar.
El panorama internacional presenta un tono mixto. Aunque el índice del dólar ha mostrado una ligera alza como respuesta a datos económicos moderados en Estados Unidos, la divisa estadounidense no logra recuperar plenamente su impulso ante la expectativa generalizada de un recorte de las tasas. La moderación inflacionaria y las señales de enfriamiento económico han presionado a los mercados para anticipar una postura más laxa por parte de la Fed, lo que mantiene a raya movimientos más agresivos del billete verde .
En este contexto, los mercados emergentes continúan mostrando un desempeño relativamente sólido, respaldado por mejores precios de las materias primas y por la búsqueda de rendimientos atractivos en un entorno global de tasas potencialmente más bajas. México, con una política monetaria aún restrictiva y una prima de riesgo competitiva, sigue atrayendo la atención de inversionistas extranjeros que mantienen posiciones largas en el peso.
Finalmente, la baja liquidez del día, derivada del cierre parcial de mercados en Estados Unidos, limita la visibilidad del comportamiento del tipo de cambio en la sesión. No obstante, los fundamentos macroeconómicos y las expectativas de política monetaria continúan inclinando la balanza a favor de la divisa mexicana, al menos en el muy corto plazo.
En conclusión, el peso mexicano inicia la jornada con un avance moderado, respaldado por expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos, datos económicos locales favorables y un entorno global que privilegia a las divisas emergentes. Aunque el tipo de cambio enfrenta niveles técnicos relevantes y persiste el riesgo de episodios de volatilidad, los factores actuales siguen favoreciendo a la moneda mexicana, siempre y cuando no surjan sorpresas
económicas o geopolíticas que alteren el escenario.