Emprendimientos tecnológicos crecen en el mercado peruano, hay 185 fintech a la fecha.
El crecimiento notable de las actividades fintech, los cambios en la demanda y en la regulación vienen contribuyendo a la definición de un ecosistema digital financiero.
Aquí, interactúan clientes de servicios financieros, entidades tradicionales, empresas fintech y Bigtech, desarrolladores de tecnología digital, proveedores de fondos y reguladores.
En este entorno cambiante, las entidades financieras supervisadas tienen el desafío de fidelizar a sus clientes y atraer nuevos, actuando con mayor eficiencia; adaptando el proceso de transformación digital necesario para subsistir en el mercado.
Esta labor involucra innovaciones en productos, procesos, organización y modelo de negocio, en lo cual las fintech juegan un rol importante, por su capacidad de utilizar nuevas tecnologías y desarrollar herramientas más eficientes, ágiles y confiables, enfatiza un informe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Así, predominan en el mercado las relaciones de complementariedad entre las empresas supervisadas y las fintech, registrando un importante avance de la banca y microfinancieras en la habilitación de nuevas tecnologías para brindar sus productos y servicios.
Algunos ejemplos de sinergias entre el sistema financiero y emprendimientos tecnológicos son: Caja Sullana que recibe servicios de credit scoring alternativo de Kalilfica; Acceso Crediticio utiliza la plataforma digital Solven como canal para captar clientes y realizar una prevalidación crediticia; Banco de Comercio, Caja Arequipa y Caja Lima ofrecen préstamos 100% online a través de la plataforma Kontigo.
En esta línea, las fintech tienen una gran importancia para el desarrollo digital de las entidades supervisadas y el logro de una mayor inclusión financiera.
Es notable la contribución de estos negocios innovadores en abordar los problemas de información asimétrica, sobre todo en segmentos de menores ingresos, con nuevos modelos de negocio y procesos que incluyen una explotación más eficaz y eficiente de la información, sin limitarse a las fuentes convencionales, expandiendo así el alcance de los servicios financieros.
Modelo de negocio
Según el informe del regulador, las empresas de la industria fintech se pueden dividir en seis segmentos principales de acuerdo con el modelo de negocio elegido.
Primero, el de depósitos y créditos que está conformado por los emprendimientos cuya oferta se basa en ofrecer servicios bancarios mediante canales electrónicos y tecnológicos (banca digital), préstamos de financiación colectiva (loan crowfunding) y crédito mediante plataformas web (plataformas de crédito).
El segundo modelo consiste en facilitar la unión entre prestamistas y empresas que necesiten financiamiento en forma de capital (equity crowfunding).
Además, está el segmento de asesoría financiera donde las fintech ofrecen asesoramiento, venta y gestión de activos.
También incluye al robo advice, que brinda asesoramiento sobre productos financieros y de inversión.
Por otro lado, se registran las actividades asociadas al pago, compensación y liquidaciones. La mayoría de estas fintech se encargan de emitir dinero electrónico y proveer servicios de pagos digitales.
En el país predominan las plataformas de crédito, que en los últimos años han desplazado a las empresas de pagos.
Según la Guía Fintech de EY, se destaca la actuación de los modelos de financiamiento participativo de créditos y de capital, así como de plataformas de crédito.
Riesgos
Con este avance en la labor conjunta entre fintech y entidades financieras, y la multiplicidad de modelos de negocio, la SBS también advierte algunos riesgos que vienen asociados.
Por ejemplo, en las plataformas de crédito existe el riesgo de información insuficiente o poco clara, en especial relacionada a los intereses y comisiones que los prestatarios deben pagar.
Además, en tanto existan garantías que respaldan el crédito, la plataforma podría ser laxa en la evaluación de la capacidad de pago del cliente, exponiéndolo al riesgo de sobre endeudarse.
En cuanto a pagos, están presentes riesgos de resiliencia operativa y cibernética, protección de datos y protección de fondos en tránsito o almacenamiento, al no encontrarse dichos fondos dentro de los esquemas de cobertura de depósitos.
Inversionistas ángeles
En tanto, las fintech continúan expandiéndose en el Perú, financiadas por inversionistas locales y extranjeros.
Los inversionistas ángeles siguen apostando por las fintech peruanas, pese a que el ruido político continua y las expectativas de crecimiento cada vez se ajustan más a la baja, señaló Javier Salinas, líder de Innovación, Emprendimiento y Prospectiva de UPAL.
Así, prevé que el total de fintech que operan en Perú habría crecido a 185, desde las 171 registradas a noviembre del 2021.
Salinas detalló que los inversores ángeles son, la mayoría, peruanos con más de 50 años, un perfil directivo o senior en sus empresas, con estudios de posgrado o especializaciones, y experiencia en el sector.
También hay inversionistas extranjeros, de Argentina, Brasil, México y Chile que financian emprendimientos locales, expresó.
Sostuvo que estos inversores apuestan montos que no esperan utilizar en el corto plazo y prevén multiplicar por 10 su dinero en los primeros tres años.
Mientras que se ralentiza el financiamiento participativo, los fondos privados y venture capital entre las fuentes que fondean a las fintech, añadió.
Más tiempo para tomar decisión
Pese a que la inversión continúa, lo hace a menor ritmo pues los inversionistas se toman más tiempo para evaluar las alternativas en las que colocarán su dinero, expresó Salinas.
También la banca está siguiendo una política de cautela en este financiamiento, comentó.
El sistema financiero no puede cometer errores al otorgar sus créditos; aunque no se opone a prestar recursos a estos emprendimientos tecnológicos, sí es cuidadoso porque representan determinado riesgo.
La inadecuada asignación de esos fondos podría restringir este financiamiento, sobre todo, en este escenario de incertidumbre, alertó.