El ente rector del sistema de pagos dispuso que las entidades reguladas entreguen como máximo el 31 de octubre su cronograma de implementación de la interoperabilidad. Cajas municipales, cajas rurales y financieras estarían obligadas a hacerlo.
La situación de la inclusión financiera en el Perú preocupa al Banco Central de Reserva (BCR), lo que lleva a actuar con prontitud en la implementación de la interoperabilidad de los pagos digitales.
En la actualidad las billeteras Yape y Plin han ganado la aceptación de alrededor de 17 millones de usuarios. Sin embargo, al ser esquemas de pagos cerrados, su impacto sobre la lucha contra el efectivo está siendo limitado.
“En el caso de las billeteras digitales, no hay interoperabilidad entre los dos esquemas existentes para pagos interbancarios. Esta situación es ineficiente e impone costos de transacción a los usuarios de dichos esquemas, quienes no pueden transferir fondos a clientes en el otro esquema”, sostuvo en mayo el BCR, en su Reporte de Estabilidad Financiera.
Por esta razón, el 7 de octubre último, el regulador y supervisor del sistema de pagos del país, emitió la Circular N° 0024-2022-BCRP, que contiene el “Reglamento de interoperabilidad de los servicios de pago provistos por los proveedores, acuerdos y sistemas de pagos”.
Esta regulación obliga a implementar la interoperabilidad (interconectarse unas con otras) a las entidades financieras reguladas que ofrecen los servicios de billeteras digitales, funcionalidades de pago inmediato embebidas en aplicaciones de banca móvil y transferencias inmediatas en aplicaciones de banca móvil.
Y sobre la base de una serie de principios, regulación de experiencia de usuario, libertad para elegir la tecnología para interconectarse y la imposición de sanciones por incumplimiento.
Fija plazos máximos para que las entidades financieras presenten su cronograma de implementación de interoperabilidad, los avances y la fecha en que serán interoperables.
Así, el ente rector del sistema de pagos, se traza dos etapas o fases para alcanzar dicho propósito. La primera, hacer que las tecnologías Plin y Yape (conocidos también como acuerdos de pago) interoperen en el primer trimestre del próximo año, y el resto de las entidades en el segundo semestre.
“La Fase 1 les corresponderá a las entidades reguladas listadas en el anexo 1 [Yape y Plin]. En este caso, los servicios de pago interoperables deberán estar puestos a disposición de los usuarios como máximo el 31 de marzo del 2023”, señala el reglamento.
“La Fase 2 les corresponderá a las entidades reguladas listadas en el anexo 1 [Entidades participantes de Yape y Plin, bancos, cajas municipales, financieras y entidades inscritas en el Registro de QR]. En este caso, los servicios de pago interoperables deberán estar puestos a disposición de los usuarios como máximo el 30 de junio del 2023”, sentencia el BCR.
Si bien el BCR espera que la interoperabilidad se concrete el próximo año, dispone a las entidades financieras, sin ninguna distinción, armar su cronograma de implementación de la interoperabilidad y hacérselo llegar hasta el 31 de octubre de este año.
Dicho cronograma debe incluir en forma detallada las principales actividades que las instituciones realizarán por semana para alcanzar el objetivo de la interoperabilidad. De no hacerlo, las entidades cometerán una infracción que será sancionada por el ente regulador.
“Constituyen infracciones al presente reglamento el incumplimiento de los requerimientos de información solicitados por el Banco Central. El incumplimiento de lo previsto en los literales b y e [sobre el requerimiento de información] podrá ser sancionado con una multa de 1.5 UIT y no mayor de 20 UIT. La multa será determinada en función de los días hábiles de retraso”, da cuenta la norma.
No los toma por sorpresa
Para Raimundo Morales, CEO de Yape, la reglamentación del BCR no los tomó por sorpresa. Precisa que la norma va “muy en línea” con lo que se venía trabajando entre todas las instituciones del sector financiero, la Cámara de Compensación Electrónica (CCE) y el ente emisor.
Asegura que la norma demuestra que el BCR ha puesto a la interoperabilidad como una de sus prioridades, al igual que las instituciones lo tenían. Agrega que, si bien los plazos son ajustados, a la vez son alcanzables. Morales resalta que la regulación de interoperabilidad ayuda a las entidades a ‘rayar la cancha’ porque, a veces, llegar a aterrizar la problemática en términos concretos puede ser muy complejo.
“La reglamentación nos ayuda a hacer de la interoperabilidad una realidad. Nos da tiempo suficiente para empezar por temas técnicos. Creemos que Yape y Plin se pueden interconectar más rápido que el resto de las instituciones financieras. Pero el mensaje más que Yape y Plin es que cualquier cliente de cualquier institución del sistema financiero va a poder interactuar con otro cliente en otra institución solo con el número de teléfono”, subraya.
Precios reales y demostrables
Otro aspecto para destacar del reglamento de interoperabilidad es la decisión del BCR de regular bajo principios. Justamente uno de estos es que los servicios de pago deben ser accesibles para los usuarios.
Sobre este principio, el regulador de pagos precisa que los criterios para el cobro de tarifas y comisiones por los servicios de pago interoperables deben ser transparentes, no discriminatorios y reflejar un costo real y demostrable a fin de no limitar el acceso y el uso de estos.
A decir del CEO de Yape, la billetera cumplirá con dicho principio. Morales resalta que, si bien las billeteras digitales incurren en costos operativos altos, en Yape se mantiene el principio de que el yapero no pagará ni un sol por usar la billetera.
“Yapear a otra institución financiera va a ser lo mismo que yapear dentro de Yape. No vamos a transferir el costo a ellos porque esa es la manera de fomentar el mayor uso de dinero electrónico y eso, con el tiempo, nos puede llevar a buscar otras maneras para dar beneficios a los yaperos por los cuales sí estarán dispuestos a pagarnos”, comenta.
Agrega que tiene entendido que Plin tampoco cobrará por interoperar. Para Juan Fernando Maldonado, vicepresidente de Negocios del Banco Diners Club del Ecuador y ex Head of Retail Products del BBVA Perú, determinar el modelo de precios a los usuarios de la interoperabilidad representa un reto para el Perú.
Argumenta que en todo el mundo las operaciones de pago persona a persona (peer to peer) cada vez tienen menos costos o, por lo general, son gratuitos hasta ciertos montos de transacción.
Pero paralelamente existe otro modelo para el pago a comercios, en el que se les cobra una comisión a los establecimientos por cobrar con una billetera.
“Son temas que el mercado va a tener que ir definiendo y contamos con buenos ejemplos. Tenemos a PIX de Brasil que tiene un modelo de precios que funciona muy bien y que ha incentivado la participación de todos los jugadores”, afirma.
Para todos
Otro de los principios destacados por el BCR es que el alcance de la interoperabilidad es para todos y no privilegia ninguna plataforma para que se lleve a cabo la interoperabilidad.
De acuerdo con el principio de neutralidad exigido por el BCR, la interoperabilidad debe lograrse independientemente de la cuenta de fondos de donde se transfieren los recursos o la cuenta de destino, independientemente del instrumento de pago y de las tecnologías que usen para este propósito las instituciones.
Es decir, permite que para interoperar se pueda usar cualquier tecnología disponible como los rieles de la CCE o de tarjetas de pago como Mastercard Send o Visa Direct.
Más aún, según Maldonado, la regulación no solo incorpora a los actores tradicionales, sino a nuevos jugadores y habilita nuevas capacidades que el mercado podría desarrollar.
“La norma es muy proconsumidor. Les permite que puedan hacer transferencias con el banco y la institución de su preferencia y que no esté limitado a pocas opciones”, subraya.