Carlos Neuhaus, presidente ejecutivo de Accep, invocó al empresariado a trabajar en el refuerzo de sus cadenas de valor para generar más empleo adecuado, formalidad y desarrollo.
El presidente ejecutivo de la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú (Accep), Carlos Neuhaus, afirmó que el sector privado fue el que más contribuyó a mitigar los efectos de la pandemia en comparación a otros países.
“Esto fue posible porque los empresarios se pusieron una mano en el bolsillo y otra en el corazón”, señaló durante la sesión “Liderazgo empresarial por un Perú unido y desarrollado”, de la primera sesión de CADE 2022 que se realiza en Paracas (Ica).
Asimismo, indicó que hoy parte de este rol es no ser indiferentes a los problemas que existen en el manejo del Estado.
Desconfianza
Por su parte, Jessica Rodríguez, directora ejecutiva de Art Atlas y expresidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, coincidió en que fue el empresariado el que luchó por mitigar los efectos de la pandemia, frente a la inacción del Estado. No obstante, abunda la desconfianza de la ciudadanía.
“Los empresarios seguimos en negación y no estamos viendo como nos percibe la sociedad. Es tan grande la desconfianza y el resentimiento que no se puede avanzar y tenemos proyectos paralizados. Solo el 26% de la población piensa que los empresarios somos confiables, versus un 33% que dice que no lo somos”, comentó.
Nuevos liderazgos
Asimismo, Neuhaus expuso que hoy se requieren nuevos liderazgos empresariales para la generación de bienestar y desarrollo del país.
“Se necesita liderar con el ejemplo, no solo hacerlo por la coyuntura. No podemos solo tener líderes empresariales, sino que también necesitamos líderes en los servidores públicos, donde ambos trabajen de la mano y entiendan el rol que le toca a cada uno”, subrayó.
Por su lado, Rodríguez ahondó en los diversos mecanismos que tiene el sector privado para trabajar en el tema de brechas e infraestructura.
Además, invocó a evitar las divisiones y buscar una participación más activa a través de representantes. “En vez de competir entre gremios, necesitamos una sola voz fuerte que represente al empresariado nacional”, comentó.
Voces de los jóvenes
Durante el panel, los participantes compartieron su reflexión respecto a lo que se necesita para llegar al Perú con el que los jóvenes sueñan. Lo que estos ambicionan es un Perú inclusivo, sin desigualdad en oportunidades de género y diversidad, con acceso a salud, educación e infraestructura de calidad, con inversión en capital humano, innovación y tecnología.
Para ello consideran indispensable tener un Estado que funcione, que trabaje por las mejoras en servicios públicos, que promueva la inversión, así como una cooperación entre el sector público y privado. Asimismo, consideran que los jóvenes necesitan tener buenos incentivos y ser testigos de la meritocracia en la función pública.
Además, se comprometieron a seguir generando impactos a nivel socioeconómico y socioambiental, a crear nuevas soluciones que ayuden a combatir la desigualdad de oportunidades, a ejercer liderazgos en el servicio público colocando en el centro a los ciudadanos y a no perder la fe y esperanza en el país.
Valor compartido
En la primera jornada de CADE 2022, que se realiza en Paracas (Ica), se discutieron propuestas que estuvieron alineadas a los principios de Empresas con estrategias de valor compartido e Inclusión social y lucha contra la pobreza que promueve IPAE Acción Empresarial.
Estos proponen empresas que participen más activamente en el desarrollo del país, así como la promoción de un Estado que se organice para el cierre de brecha económicas, sociales y productivas, respectivamente.
En esa línea, se reafirmó el compromiso por sacar al Perú adelante a través de acciones concretas y el involucramiento del sector empresarial en el bienestar de los peruanos.