Caja Trujillo prevé un crecimiento de 15% en este tipo de préstamos en el 2023. César Mendoza Elías precisó a Microfinanzas que el ticket promedio de este producto bordea los S/2.300.
¿Cómo evolucionó el crédito pignoraticio de Caja Trujillo en los primeros meses del año?
Nos ha ido bien, tuvimos un crecimiento muy interesante en lo que va del año cercano a 16%. Incluso, es mejor que el visto en el mismo periodo del 2022.
¿A qué atribuye este crecimiento?
Hemos generado algunas estrategias, campañas estacionales, que estamos promocionando a través de diferentes canales. Por ejemplo, otorgamos mayor valor de préstamo por gramo de oro de acuerdo con el riesgo que representa cliente.
¿Qué tanto más pueden otorgar?
Si tiene un perfil de riesgo muy bajo, le damos hasta el 140% del valor del préstamo. Esto es, si la joya de un gramo la valorizamos en S/100, le prestamos S/140. Asumimos mayor riesgo, pero es un cliente con buen comportamiento y mejor calificación.
Mayores gastos
Y por el lado del cliente, ¿hay algún factor que impulse la demanda?
Claro. En el último año han subido mucho los precios y eso no es nada ajeno al consumidor, sobre todo, porque los salarios no han evolucionado a la par de esta mayor inflación y no aumentaron en la misma proporción.
Entonces, toman estos préstamos ante mayores gastos…
Sí, la gente usa sus joyas para cubrir estas necesidades. Es uno de los beneficios del oro, que es de rápida realización ante un apuro económico. Si sus ingresos no crecen, deben recurrir a estos mecanismos para financiarse.
¿Cumplieron con sus metas de colocación para los primeros meses?
Si, incluso hemos sobrepasado la meta prevista, nos ha ido bien. Implementamos nuevas estrategias y estamos promoviendo nuestro producto por diversos canales de atención.
¿Se observa demanda en todo el país?
Por ahora, en zonas estratégicas porque este producto no está implementado en toda la red de agencias de la Caja sino en aquellas regiones donde vemos una demanda potencial, para que la gente interesada tenga al alcance este préstamo con sus joyas.
Agencias
¿En cuántas agencias lo ofrecen?
De las 95 oficinas que tenemos a nivel nacional, en 50 ofrecemos este producto. Hay agencias que no tienen mucha pegada, no muestran crecimiento, pero no es algo de nosotros, sino que es un tema de mercado.
¿Dónde ven mayor dinamismo?
Predomina esta atención en Trujillo, Chiclayo, Piura y Cajamarca. Son las cuatro principales zonas con mercados muy activos. En Lima también hay un nicho interesante, pero es más marcado en el norte.
En eso coinciden con otras entidades…
Sí, el ranking de entidades con mayor cartera colocada en pignoraticio lo lideramos algunas Cajas del norte. Puede ser un tema cultural, la gente en el norte acostumbra a ahorrar a través de la adquisición de joyas.
¿No cuentan con este préstamo en el sur?
Sí está en algunas agencias, pero el crecimiento es más lento, la concentración es precisamente en el norte. Sin embargo, se podría impulsar un poco más.
¿Cuál es su objetivo hacia fines del 2023?
La colocación hacia fin de año también es bastante optimista. Queremos que nuestra cartera actual crezca más de 15% al cierre del 2023.
¿Identifica algún factor de riesgo en el camino hacia este objetivo?
Al contrario, cuando se produce una recesión económica la gente no tiene muchos recursos para cubrir sus gastos entonces recurre a sus joyas para conseguir fondos. Sin embargo, nuestro negocio no es quedarnos con la joya, sino que el cliente cubra su necesidad y luego rescate su garantía.
Nuevas campañas
¿Planean lanzar nuevas campañas para expandir la cartera de clientes?
Estamos en una etapa de expansión, pero no con nuevas campañas sino abriendo nuevas tiendas e identificando nichos donde podamos seguir impulsando este producto pignoraticio y eso nos va a permitir ampliar el mercado a lo largo del país. Estamos enfocados en ello.
¿Cuál es el ticket promedio?
No son créditos muy grandes. El promedio es S/2.300 en una cartera de más de 10.000 clientes. Se ha incrementado un poco en el último año por la evolución en el precio del oro, el metal subió a nivel internacional y aumenta el valor del préstamo. Sin embargo, lo que buscamos este año es incrementar la cartera de clientes.
¿A qué plazo lo toman?
A diferencia de un crédito tradicional en el que eliges un plazo y pagas cuotas mensuales, en los pignoraticios el deudor va renovando su préstamo mientras solo paga los intereses generados. Aquí no se genera un calendario de pagos.
¿Cómo funciona esta renovación?
Por ejemplo, el cliente toma el préstamo y pasados los 30 primeros días le toca pagar, pero no tiene el dinero, puede abonar los intereses generados por ese mes transcurrido y lo renueva 30 días más.
También puede ir abonando pequeños montos para reducir su deuda y la renovación se hace en función del saldo.
Morosidad
En este verano, ¿la gente tardó más en pagar su crédito?
En realidad, hubo una mayor rotación, las personas pagan y vuelven a empeñar sus prendas, eso también incrementó la colocación. Somo distintas entidades en el mercado, pero el cliente evalúa. Algunos van con quien le presta más por gramo de oro, otros ven la tasa y hay quienes priorizan su vínculo con la Caja o financiera.
¿Cómo es la morosidad en este producto?
Contamos con indicadores de mora estables. El crédito con joyas representa una garantía líquida, si el cliente no cancela la entidad puede rematar la prenda y cobrar la deuda.
Al tener una garantía, ¿es un crédito barato?
No es un crédito tan barato porque la tasa va amarrada al riesgo del cliente, pese a contar con un respaldo como la joya. Sin embargo, no ha subido como lo hizo el costo de otros créditos del sistema financiero.
¿Cómo es el perfil del demandante de este préstamo?
El 70% de nuestra cartera son mujeres porque, en la mayoría de los casos, ellas conservan las joyas en la familia. Además, es un público entre 40 y 65 años, no es un producto para gente joven. El mercado de hoy no es como el de antes.
¿Qué tipo de joyas dejan más en garantía?
Los usuarios suelen dejar en prenda sus aros, pulseras, aretes y cadenas. Sin embargo, hemos notado que aumentó el número de anillos de matrimonio que se utiliza como garantía para obtener liquidez.