La venta de vehículos livianos está moviendo el mercado, solo en abril esta categoría sumó 12.324 unidades vendidas, en cambio, se está contrayendo el mercado de vehículos pesados, señala Alberto Morisaki Cáceres a Microfinanzas. Comenta que más empresas de fondos colectivos han entrado a competir en el mercado vehicular.
¿Cómo le va al mercado automotor?
Hay comportamientos mixtos. Si comparamos el periodo enero-abril del 2023 con el mismo periodo del año pasado, hay un crecimiento de 9,5% en vehículos livianos como automóviles o camionetas, aunque se observa una contracción de 13,6% en transporte pesado y de 12,6% en motos.
¿A qué responde el buen desempeño en vehículos livianos?
Tiene que ver con la mejora en la cadena global de suministros y la mayor disponibilidad local de autos nuevos. Entre el 2021 y 2022, la cadena se afectó y dificultó la disposición de algunas marcas de vehículos. Pero esto viene mejorando desde el segundo semestre del año pasado y es posible atender esa demanda embalsada.
¿Los compradores ya no deben esperar para tener su auto?
Antes, el cliente estaba dispuesto a esperar hasta 5 meses para que su automóvil llegue al país, sin embargo, ahora hay un stock de la mayoría de las marcas y modelos de vehículos.
Campañas
¿Seguirá ese dinamismo?
Prevemos que no. Si bien el empleo se está precarizando, sigue creciendo a menor ritmo, pero la gente consume. Adicionalmente, las campañas y promociones de las empresas son importantes.
¿Qué ofrecen estas campañas?
Tienen bonos de descuento, mantenimientos gratuitos, garantías y oportunidades de financiamiento. Además, la mayor disponibilidad de plataformas digitales para la compra de vehículos también ayuda a mover el mercado.
¿Cómo evoluciona el financiamiento vehicular?
Las condiciones financieras no son tan favorables como en el 2021 debido al aumento de la tasa de referencia por 18 meses consecutivos, aunque en los últimos meses el Banco Central de Reserva (BCR) decidió mantenerla en el mismo nivel. Vemos que ha aumentado el promedio de créditos vehiculares y muestran un crecimiento de doble digito, por encima del 15%.
¿Se sostendrá el crecimiento a doble dígito?
Estimamos que, en lo que va del año, ese financiamiento se vaya atenuando y cierre con un incremento de un dígito, cercano a 9%, no en los niveles de ahora. Las condiciones crediticias son distintas, la menor inversión privada también reduce el empleo y complica financieramente a las familias, las cuales bajan su consumo.
Financiamiento
¿Qué porcentaje de los vehículos vendidos se financia?
El mayor riesgo restringe el financiamiento. Pero lo que pega a favor es que la penetración del crédito en el país es muy baja. Del total de autos vendidos con diferentes mecanismos, un 40% se financia, sea con préstamo bancario, leasing, fondos colectivos o tarjetas de crédito. Es muy inferior a lo que vemos en México que alcanza el 60% y en Chile, 80%. Juega a favor porque el potencial de crecimiento de este segmento de mercado es alto.
¿Cuáles son los tres principales mecanismos de financiamiento que utilizan los compradores?
El principal es el préstamo vehicular que se puede adquirir con una empresa bancaria, financiera o entidad de crédito.
El segundo es leasing, aunque está dirigido a empresas, y el tercero más importante es los fondos colectivos, una herramienta con la que, a través de un ahorro grupal, puedes acceder a un vehículo nuevo.
¿Por qué el leasing no logra expandirse?
Todavía hay algunas trabas por superar para incrementar su uso, pero también las empresas han estado con ciertas complicaciones financieras y la perspectiva para la inversión privada no es buena. Si la inversión no va bien, el leasing no puede crecer bien tampoco.
¿Qué clientes recurren al fondo colectivo?
Son personas que ven muy complicado el acceso a una entidad financiera, no califican a un crédito por no tener los documentos solicitados o la falta de sustentación de ingresos. Con esto van ahorrando mes a mes y obtienen su vehículo.
Han entrado más empresas a competir a este mercado, eso es bueno porque genera beneficio para el consumidor y mejores condiciones al acceder al programa.
Tipos de vehículo
¿Qué tipo de vehículo está teniendo un mayor dinamismo?
Los vehículos livianos son los que están moviendo la venta. Esta categoría sumó 12.324 unidades en abril del 2023, incrementándose en 3,5% en comparación con similar mes del año pasado; mientras que entre enero y abril se reportaron 57.939 unidades vendidas, cifra superior en 9,5% frente a similar periodo del 2022.
¿Cómo les va a las motos y trimotos?
En el 2021, este segmento aumentó de forma importante, el delivery se convirtió en una necesidad en la pandemia. Los siguientes años se ha dado una normalización, no se llegará a los niveles del 2021, pero posiblemente se logren niveles por encima de los que hubo prepandemia.
¿Transporte pesado también retrocede?
Camiones y buses viene golpeado y responde a una variable importante como es la inversión privada. Vemos que cae fuerte durante el primer trimestre. En el 2022, también retrocedió y lo que se espera para este año no es muy favorable porque las expectativas empresariales sobre la economía están en tramo pesimista. Si no hay inversión no hay demanda de transporte pesado.
¿Y al transporte urbano?
Buses y minibuses están muy ligados a turismo, es una actividad que viene rezagada en su proceso de reactivación después de la pandemia, todavía no llega a niveles del 2019. Cuando venía recuperándose volvió a golpearse con la salida del expresidente Castillo, luego con las protestas, el bloqueo de carreteras y disturbios que dañaron la propiedad privada y pública, y finalmente las lluvias.
¿Entonces aún no se recupera?
Todavía no y el desempeño fue incluso menor a lo esperado. En un contexto normal, esperábamos que continue la senda de recuperación del 2022 y empuje el segmento, pero se vino abajo.
El transporte urbano también es un desastre, hay corredores que han dejado de funcionar, empresas que ya tenían problemas financieros después de la pandemia y, a las cuales, las ayudas del Gobierno no le han sido suficientes.
Perspectivas
¿Cuáles son las perspectivas para el segmento vehicular?
Proyectamos un crecimiento, pero este se atenuará por las condiciones económicas de las familias. El sector automotor es reflejo de la economía y este año se verá afectado, aunque por factores internos. La cadena de suministros se ha recuperado, sin embargo, no está al 100%. Pese a ello, estamos mejor que en la primera parte del 2022.
¿Bajará el costo de los vehículos?
El costo de fletes marítimos subió cuando la cadena de suministros registró problemas a nivel global y ese aumento se reflejó en el costo del vehículo. Eso se ha venido reduciendo en la segunda parte del 2022 y se sigue reduciendo.
Los factores de oferta que afectaron en algún momento al mercado, posiblemente, se vayan debilitando. Por el momento, la proyección es que se atenúe ese riesgo. Por el otro lado, vemos problemas en la demanda, que viene golpeada por empleos de menor calidad, menores ingresos y consumo.