La SBS exige para el crédito vehicular las mismas provisiones que para un crédito de consumo, a pesar de que el primero tiene una garantía de por medio que es el mismo vehículo, lo que encarece el crédito vehicular porque la entidad reguladora no reconoce el menor riesgo asociado, advierte a Microfinanzas Alberto Morisaki Cáceres.
(*) Artículo publicado en la edición 224 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M224.pdf.
Entrevista por Wilder Mayo Méndez
¿Cómo ha cambiado la participación de los bancos en el segmento de créditos vehiculares en los últimos 10 años?
Hace 10 años, los bancos tenían una participación mayoritaria en el segmento de créditos vehiculares, aproximadamente entre el 75% y 80%. Estos créditos están destinados a familias y personas para la compra de vehículos livianos, como camionetas y pickups. Sin embargo, en los últimos años, las empresas financieras especializadas en créditos vehiculares y las empresas de crédito han ganado protagonismo en el mercado. En la actualidad, representan aproximadamente el 50% del mercado de créditos vehiculares, mientras que los bancos tienen el otro 50%.
Las empresas de crédito eran las Entidades de Desarrollo para la Pequeña y Microempresa (Edpymes) y atendían a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes). La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) cambió su denominación y ahora también se especializan en créditos de consumo.
¿Qué impacto ha tenido este cambio en el mercado de financiamiento vehicular?
La mayor competencia en el mercado ha generado condiciones financieras más favorables para los consumidores. Con más entidades financieras de diferentes tipos otorgando financiamiento vehicular, se han logrado mayores plazos, menores tasas de interés y otros beneficios adicionales. Esto se traduce en una oferta más competitiva y accesible para las personas interesadas en adquirir un vehículo.
¿A qué segmentos de la población apuntan estas nuevas entidades financieras que han entrado a competir con los bancos?
Estas entidades suelen enfocarse en clientes más riesgosos que los bancos no atienden debido a sus políticas crediticias. Por ejemplo, personas que quieren adquirir un vehículo para trabajar como taxistas.
Aunque estas entidades asumen un mayor riesgo y, por ende, ofrecen tasas de interés más altas, permiten que estas personas accedan a un crédito vehicular, lo que no sería posible a través de los bancos debido a los costos involucrados.
¿Cuál es el perfil de estos clientes y para qué utilizan los vehículos adquiridos con estos créditos?
Muchos de estos clientes utilizan los vehículos como capital de trabajo, no solo para servicios de taxi, sino también para sus proyectos personales y empresas independientes. Necesitan un vehículo para transportar productos o movilizarse. Este cambio en el panorama del crédito vehicular refleja una diversificación en el uso de los vehículos adquiridos.
¿Cómo se compara esta situación con la de otros países de la región?
En países como Brasil, Chile, Colombia y Ecuador, las empresas especializadas en crédito vehicular son los principales actores del mercado, no los bancos. En Chile, por ejemplo, estas empresas tienen una participación de mercado de 80%, y en México de 70%.
Sin embargo, aún no tenemos una competencia a ese nivel en Perú debido a una serie de problemas que deben corregirse para hacer atractivo el otorgamiento de créditos vehiculares.
Mientras estos problemas persistan, la competencia crecerá lentamente, pero no al ritmo que vemos en otros países de la región.
Baja penetración
¿Qué porcentaje de la población accede a un crédito vehicular en Perú?
Del total de vehículos que se venden en el país, aproximadamente entre el 30% y 35% se adquieren mediante un crédito vehicular. En provincias, esta cifra es aún menor, con solo 20 de cada 100 autos comprados a través de financiamiento. Este nivel de penetración es bajo comparado con otros países de la región.
Por ejemplo, en Chile, entre el 70% y 80% de los vehículos se compran con crédito vehicular, en Ecuador el 70% y en México alrededor del 60%. En Perú, estamos bastante rezagados con apenas un 35% en el mejor de los casos.
¿A qué atribuye este bajo nivel de penetración del crédito vehicular en Perú?
Principalmente, a diversos obstáculos internos como la economía informal, problemas regulatorios y la baja educación financiera, que dificultan que más personas accedan al crédito vehicular.
¿Qué se necesita para incrementar la penetración del financiamiento vehicular en Perú?
Para crecer en el financiamiento y alcanzar los niveles que vemos en otros países de la región, se necesita más competencia y más entidades financieras. Sin embargo, para lograr esto, es fundamental abordar los problemas estructurales del financiamiento en el país, como la informalidad, los obstáculos regulatorios y la educación financiera.
¿Cómo están utilizando los canales digitales para avanzar en la penetración del crédito vehicular?
Los canales digitales han ayudado a incrementar la penetración del crédito vehicular porque permiten llegar a más personas sin la necesidad de una oficina física. A través de estos canales, se puede proporcionar información y financiamiento. Sin embargo, aunque han ganado tracción en los últimos años, aún no es suficiente para alcanzar los niveles deseados.
Traba regulatoria
¿Cuáles son los problemas que impiden que el crédito vehicular sea atractivo en Perú?
Uno de los principales problemas es el tratamiento de las garantías. Cuando una entidad financiera otorga un crédito vehicular, el vehículo mismo actúa como garantía. Si el crédito no se paga, el vehículo puede ser recuperado. En contraste, una tarjeta de crédito no tiene una garantía específica.
Sin embargo, la SBS exige las mismas provisiones para ambos tipos de crédito, a pesar de que el crédito vehicular tiene una garantía de por medio. Esto encarece el crédito vehicular porque no se reconoce el menor riesgo asociado.
¿Qué otros problemas existen relacionados con las garantías vehiculares?
Constituir una garantía mobiliaria es costoso y la recuperación del vehículo no es eficiente. En otros países, si una persona deja de pagar su crédito vehicular, el vehículo se recupera rápidamente. En Perú, el proceso puede tomar uno o 2 años durante los cuales el vehículo puede ser deteriorado o canibalizado, perdiendo su valor.
Este riesgo y costo adicional hace que el crédito vehicular sea menos atractivo para las entidades financieras. Además de las garantías y las provisiones, otro problema es el costo regulatorio elevado que impone la SBS para los créditos vehiculares.
También, los altos niveles de informalidad en el mercado laboral peruano complican el otorgamiento de créditos. Con más del 70% del mercado laboral siendo informal, muchas personas no tienen registros de ingresos ni propiedades, lo que incrementa el riesgo para las entidades financieras y, por ende, las tasas de interés.
¿Y cómo afecta la baja educación financiera?
La baja educación financiera es otro limitante importante. Muchas personas desconocen que pueden acceder a un crédito vehicular a través de entidades que no son bancos y creen que no serán aprobadas. Existe un desconocimiento sobre las opciones disponibles en el mercado peruano, lo que desalienta a potenciales compradores de vehículos de buscar financiamiento.
Propuestas
¿Qué cambios serían necesarios para mejorar la situación del crédito vehicular en Perú?
Es necesario reformar el proceso de constitución y recuperación de garantías mobiliarias para que sea más eficiente y menos costoso el proceso de recuperación del vehículo cuyo comprador cayó en mora. También se deben ajustar las provisiones exigidas por la SBS para reflejar el menor riesgo asociado a los créditos vehiculares. Además, es crucial mejorar la educación financiera y reducir los niveles de informalidad en el mercado laboral para que más personas puedan acceder a créditos vehiculares de manera segura y eficiente.
¿Han tenido conversaciones con la SBS?
Sí, hemos conversado con la SBS. El Reglamento para la Evaluación y Clasificación del Deudor y la Exigencia de Provisiones data del año 2008. Han pasado 16 años y, durante ese tiempo, tanto el mercado como la economía han cambiado significativamente. A pesar de estos cambios, el reglamento no ha sido actualizado. Estamos trabajando con la SBS para abordar este tema.
¿Qué acciones están tomando para mejorar la recuperación de vehículos y la constitución de garantías mobiliarias?
En cuanto a la recuperación de vehículos, hemos enviado cartas al Ministerio de Justicia y al Poder Judicial para buscar soluciones que hagan este proceso más ágil y eficiente. En cuanto a la constitución de garantías mobiliarias, estamos trabajando con la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) en el desarrollo de una plataforma digital que facilitará este proceso. Esta plataforma permitirá que la constitución de garantías mobiliarias, como los vehículos, sea más rápida y eficiente.
¿Cómo se espera que estas mejoras impacten al mercado de créditos vehiculares?
La creación de una plataforma digital para la constitución de garantías es un paso importante. Aunque esto agiliza una parte del proceso, aún queda trabajo por hacer en la recuperación de los vehículos.Si podemos hacer que ambos procesos sean más eficientes, reduciremos los costos y riesgos asociados a los créditos vehiculares, haciendo el producto más atractivo tanto para las entidades financieras como para los consumidores.
Tasas de interés
La AAP informó que el costo de financiamiento se ha elevado en los últimos años. ¿Qué factores influyeron?
La política monetaria ha tenido un impacto significativo. En agosto del 2021, la tasa de interés de referencia del Banco Central de Reserva (BCR) estaba en cerca de 0,50%, lo que permitía a las entidades financieras ofrecer créditos vehiculares con tasas de interés promedio de entre 10% y 11%.
Sin embargo, para agosto del 2023, la tasa de interés de referencia subió a 7,75%, lo que elevó las tasas de los créditos vehiculares a un promedio de 18%, con algunas entidades cobrando más de 20% o 23% anual.
¿Se ha trasladado a los créditos vehiculares la reciente reducción de la tasa de referencia que ahora está en 5,75%?
No necesariamente. La tasa de interés de referencia del BCR es solo uno de los factores que influyen en las tasas de los créditos vehiculares. También se considera el comportamiento general de la economía.
Si la economía está complicada, el riesgo de que las personas pierdan sus trabajos y no puedan pagar sus créditos aumenta, lo que lleva a las entidades a cobrar tasas de interés más altas para cubrir ese riesgo.
¿Qué otros factores influyen en la determinación de las tasas de interés de los créditos vehiculares?
Otros factores incluyen el costo operativo de otorgar el crédito y el margen de ganancia. Incluso si la tasa del BCR baja, pero el riesgo percibido por las entidades financieras no disminuye, las tasas de interés no bajarán significativamente.
¿Cuál es el impacto del costo regulatorio y operativo en las tasas de interés?
El costo regulatorio impuesto por la SBS, como las provisiones y requerimientos de capital, también afecta las tasas de interés. Si estos costos aumentan, se refleja en las tasas de los créditos vehiculares. Además, los costos operativos de otorgar y gestionar los créditos también influyen. Todos estos factores deben disminuir para que las tasas de interés realmente bajen.
¿Qué se espera para el corto y mediano plazo en cuanto a las tasas de interés de los créditos vehiculares?
A pesar de la flexibilización de la política monetaria del BCR, las tasas de interés no han bajado como se esperaba debido a los altos riesgos económicos. El año pasado la economía cayó y este año se espera una recuperación modesta.
Por lo tanto, es probable que las tasas de los créditos vehiculares se mantengan sin variación en el corto y mediano plazo.
Venta sigue sin recuperarse
La venta de vehículos livianos nuevos llegó a 10.837 unidades en junio del 2024, cifra inferior en 20,9% en comparación con similar mes del año pasado, y fue el mes con el menor volumen vendido en los últimos 35 meses, según información de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp).
Asimismo, durante el primer semestre de este año, se comercializaron un total de 75.521 vehículos livianos, mostrando un retroceso de 13% frente a similar periodo del 2023.
En el segmento de vehículos pesados, la venta de camiones y tractocamiones retrocedió a 1.149 unidades al cierre del sexto mes del año, 4,5% por debajo de lo observado en junio del año pasado. No obstante, durante los primeros 6 meses, la venta de dichos vehículos sumó 7.515 unidades y avanzó 4,4%.
La venta de minibús y ómnibus tuvo un crecimiento de 33% con 254 unidades vendidas en junio último, mientras que en el primer semestre sumó 1.286 unidades, acumulando una expansión de 25,5% frente a similar periodo del 2023.
La comercialización de vehículos menores totalizó 24.844 unidades en junio último, disminuyendo en 6,3% en comparación con similar mes del año anterior. Del mismo modo, entre enero y junio, las ventas llegaron a 164.318 unidades, cifra inferior en 4,4% respecto a similar periodo del año pasado.
Por segmento
Las cifras desagregadas por segmento muestran que se vendieron un total de 115.106 motos (-3,8%), mientras que en el caso de trimotos se comercializaron 49.212 unidades (-5,9%). Los resultados de la primera mitad del 2024 no han cumplido con las expectativas que se tenían a inicios de este año. Se esperaba que, ante la recuperación de la economía nacional, tras un 2023 en recesión, el mercado de vehículos nuevos mostrara un mayor dinamismo; una situación que no se ha dado por diferentes motivos, comentó la AAP.