Las microfinancieras consideran que el alineamiento externo ha incrementado significativamente sus carteras de morosos y provisiones, lo que ha llevado a una mayor carga financiera y complicaciones en la gestión de sus clientes.
(*) Artículo publicado en la edición 227 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M227.pdf.
El alineamiento externo de carteras de crédito, conforme a la resolución de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) N° 11356-2008, establece que, si un deudor tiene obligaciones con múltiples entidades financieras y presenta diferentes comportamientos de pago, todas las entidades deben ajustar su clasificación al riesgo más alto de todas las calificaciones obtenidas, siempre que estas obligaciones representen al menos el 20% de la deuda financiera total.
Es decir, si un deudor tiene una clasificación de mayor riesgo en alguna de sus obligaciones, esta clasificación se extenderá a todas sus obligaciones en las demás entidades financieras.
Esto se fundamenta en la premisa de que un deudor con morosidad en una entidad financiera es probable que enfrente dificultades similares en otras, a menos que experimente un incremento significativo en sus ingresos que le permita regularizar sus pagos. De lo contrario, la calidad crediticia del deudor tenderá a deteriorarse progresivamente en todas las entidades con las que mantiene deudas.
Por ello, la implementación del alineamiento externo es una medida impopular entre casi todas las entidades microfinancieras, pero es considerada oportuna y necesaria por especialistas del sector.
Carga financiera
Pero para los gerentes de las microfinancieras, el alineamiento externo ha incrementado significativamente el impacto en las carteras de morosos y provisiones, exacerbado por conflictos sociales y eventos climáticos, lo que ha llevado a una mayor carga financiera y a complicaciones en la gestión de clientes.
“Para el año 2022, el alineamiento externo afectaba a entre el 10% y 15% del total de la cartera de morosos de Caja Ica. Sin embargo, en la actualidad, este impacto ha aumentado dramáticamente, alcanzando entre el 30% y 40%”, afirmó Walter Leyva Ramírez, gerente central de Créditos de Caja Ica.
Precisó que de cada 10 clientes calificados como morosos, 3 ven deteriorada su calificación por tener deudas con otras instituciones, a pesar de cumplir con sus pagos en Caja Ica.
Pese al impacto en la cartera de créditos, para Arturo García Villacorta, profesor de los programas de Finanzas de la Universidad ESAN, la aplicación de este alineamiento externo es adecuada y va en línea con los principios de Basilea, los cuales promueven una gestión prudente del riesgo crediticio.
“Si bien es cierto que esta medida puede tener un impacto mayor en entidades financieras de menor tamaño, es crucial para mantener la estabilidad del sistema financiero en su conjunto. La uniformidad en la clasificación de riesgo permite una mejor gestión del riesgo de crédito, asegurando que todas las entidades, independientemente de su tamaño, evalúen de manera consistente a sus deudores”, opinó.
Provisiones
La Caja Metropolitana de Lima también se ha visto afectada por la medida impulsada por la SBS. Entre mayo del 2023 y mayo del 2024, el alineamiento externo ha tenido un impacto en las provisiones de dicha microfinanciera, especialmente en los productos de consumo y para la pequeña y mediana empresa (PYME).
“Un 87,61% del total de provisiones en el producto consumo se debe al alineamiento externo, lo que refleja la magnitud del desafío. En el segmento PYME, las provisiones por alineamiento fueron el 14,53% del total en los últimos 12 meses”, indicó Hernán Rodríguez García, gerente general de Caja Metropolitana de Lima.
En conjunto, el alineamiento externo ha contribuido al 36% de las provisiones de toda la cartera de la Caja Metropolitana.
Subrayó que, aunque la provisión por alineamiento externo afecta considerablemente la cartera de Caja Lima, las provisiones generadas por la propia cartera se han mantenido relativamente estables (según la SBS, al mes de agosto sus provisiones representan el 119,90% del total de su cartera de créditos atrasados). Este equilibrio ha permitido a Caja Lima afrontar mejor los impactos del deterioro generalizado de la cartera en el sector de cajas.
“Aunque las mayores provisiones actuales son significativas, hay un límite para este impacto. Con el tiempo, el golpe del alineamiento externo disminuirá a medida que las cajas se estabilicen y adapten sus estrategias de colocación y gestión de riesgos”, consideró.
Por su parte, Juan José Marthans León, exsuperintendente de la SBS, subrayó la importancia del alineamiento externo de cartera para mantener la disciplina de pago. “El alineamiento externo es beneficioso para evitar el deterioro de la cultura de pago de los usuarios del sistema financiero”, dijo.
Resaltó que la generación de provisiones como consecuencia del alineamiento externo no es una política reciente, sino una práctica histórica de la SBS. “Esta normativa sigue siendo válida. Aunque puede parecer restrictiva, es crucial evaluar cada caso de manera individual”, añadió.
Explicó que esta evaluación individual permite identificar de forma más precisa los problemas asociados a los créditos morosos que están a punto de alinearse, evitando que el alineamiento externo afecte en exceso la política de provisiones de las microfinancieras.
La provisión de cartera, según Marthans, implica prever y reconocer el riesgo constante de no poder recuperar los préstamos otorgados. Mensualmente, se realiza una provisión sobre el valor total de la cartera, basada en el tipo de crédito otorgado, la clasificación del deudor y las garantías que respaldan el crédito.
“Este mecanismo es fundamental para mantener la solidez y estabilidad del sistema financiero, permitiendo a las entidades anticipar posibles incumplimientos y ajustar sus reservas de acuerdo con la calidad de su cartera de créditos”, explicó.
Propuestas
Para García Villacorta, al evitar el deterioro progresivo de la calidad crediticia de sus clientes, las entidades microfinancieras deben reforzar sus procesos de evaluación crediticia desde el momento de la originación del crédito.
“Esto implica una evaluación rigurosa no solo de la capacidad de pago del cliente, sino también de su voluntad de pago. Además, deben implementar mecanismos de monitoreo continuo para identificar tempranamente señales de alerta que puedan indicar un deterioro en la situación financiera del deudor o en las condiciones del sector en el que opera”, sostuvo.
Leyva propuso una serie de estrategias para reducir el impacto del alineamiento externo, centrándose en 2 enfoques principales: la exclusividad de los clientes y la incursión en mercados no tradicionales.
Sugirió que, al aumentar el porcentaje de clientes exclusivos en las entidades financieras, el efecto del alineamiento externo puede reducirse significativamente.
Los clientes exclusivos son aquellos que no tienen relaciones financieras con otras entidades, lo que minimiza la probabilidad de que su calificación se vea afectada por su desempeño en otras instituciones.
Una estrategia complementaria es que las entidades financieras enfoquen su crecimiento en zonas rurales y periurbanas, donde los clientes tienen menos opciones financieras.
“Este enfoque no solo ayuda a reducir el impacto del alineamiento externo, sino que también promueve la inclusión financiera. Al llegar a comunidades alejadas y nichos específicos como artesanos, panaderos y fabricantes de calzado en zonas periurbanas, las entidades financieras pueden diversificar su base de clientes y gestionar mejor los riesgos asociados con el alineamiento externo”, sostuvo.
Enfoque
La implementación de estas estrategias requiere un enfoque cuidadoso y prudente en la gestión del crecimiento en volumen. “Es necesario manejar con prudencia la estrategia de crecimiento, enfocándose más en la calidad que en la cantidad de los clientes. Esto implica una evaluación constante de los riesgos y beneficios de atender a nichos de mercado más pequeños y rurales”, añadió.
Por último, García Villacorta resaltó la importancia de que las entidades financieras no vean al crédito como una transacción que termina con la entrega del dinero, sino como un proceso que incluye el seguimiento y la gestión activa del crédito durante toda su vida.
“Esto permitirá a las microfinancieras tomar medidas correctivas a tiempo, asegurando la recuperación del crédito y minimizando los riesgos asociados. La implementación de estas prácticas fortalecerá no solo la salud financiera de las entidades, sino también la sostenibilidad de los clientes en el tiempo”, concluyó.
Caso práctico de alineamiento externo
Contexto
– Juan es un pequeño empresario que tiene créditos con varias entidades financieras en Perú: Caja A, Caja B y Banco C. Inicialmente, Juan tiene un historial crediticio impecable y siempre ha cumplido con sus pagos a tiempo.
– Caja A: Crédito de S/10.000, pagado puntualmente.
– Caja B: Crédito de S/15.000, pagado puntualmente.
– Banco C: Crédito de S/20.000, pagado puntualmente.
– Juan tiene una buena calificación crediticia en todas las entidades, con una probabilidad baja de incumplimiento.
Problema financiero
– Debido a una situación imprevista (por ejemplo, una crisis económica o un desastre natural), Juan empieza a tener dificultades financieras.
– Juan se retrasa en sus pagos con Banco C, acumulando deudas y deteriorando su historial crediticio con esta entidad.
– Por esto, Banco C reporta la morosidad de Juan a las centrales de riesgo crediticio, lo que afecta su calificación crediticia general.
– A pesar de que Juan sigue cumpliendo con sus pagos en Caja A y Caja B, estas entidades reciben la actualización de la calificación crediticia de Juan a través de la central de riesgo.
– Como resultado, Caja A y Caja B ajustan sus evaluaciones de riesgo y provisiones para Juan, ya que su calificación ha empeorado debido a su desempeño en Banco C.
Consecuencias
Caja A y Caja B podrían:
– Aumentar las tasas de interés en los créditos existentes o futuros a Juan.
– Requerir garantías adicionales para los créditos.
– Limitar el acceso a nuevos créditos.
– Reprogramar los pagos de manera más estricta.
Conclusiones
– El deterioro de la calificación crediticia de Juan en una entidad (Banco C) afecta negativamente su relación crediticia con otras entidades (Caja A y Caja B), a pesar de su buen comportamiento con estas últimas.
– El alineamiento externo se refiere a cómo la calificación crediticia de un deudor en una entidad financiera influye en la percepción de riesgo y las decisiones crediticias de otras entidades con las que el deudor también tiene relación.
– En el caso de Juan, su morosidad con Banco C afecta indirectamente su situación crediticia con Caja A y Caja B, lo que puede llevar a medidas más estrictas y mayores costos financieros para él, a pesar de su buen comportamiento con estas últimas.