Ante la inminente llegada del Fenómeno de El Niño (FEN) y el complicado escenario económico y político, Caja Trujillo espera un menor nivel de crecimiento en el segundo semestre y apunta a cerrar el 2023 con un avance de 19% de su cartera total, declara a Microfinanzas su gerente central de Negocios, José Camacho Tapia.
Entre las primeras lecciones que aprende el emprendedor está que el éxito de su negocio depende del buen manejo financiero que tenga y de su resiliencia. En un país como el nuestro, con una coyuntura social compleja y con un historial de eventos de la naturaleza que impacta en la población de manera constante, es vital acelerar ese aprendizaje.
Muestra de ello es que a causa del último episodio fuerte del Fenómeno de El Niño (FEN) Costero, del 2017, miles de pequeñas y medianas empresas (Pymes) se vieron en dificultades para cumplir sus obligaciones financieras, ante las pérdidas que generaron las inundaciones, huaicos y demás consecuencias de este evento de la naturaleza, tanto en Lima como en provincias.
Según cifras del Ministerio de la Producción (Produce), en esa ocasión fueron alrededor de 14.000 las empresas formales del sector manufactura afectadas por los huaicos y lluvias que dejó El Niño Costero; de las cuales el 95,6% corresponden a microempresas, 3,7% a pequeñas empresas y el restante a medianas y grandes empresas.
Así, frente a lo que históricamente nos ha mostrado el FEN, podemos voltear el dicho y antes que venga la tempestad podemos aprovechar la calma. Por ello toda precaución es poca y es necesario preparar a nuestras familias, personal y emprendimientos desde ahora, haciendo uso de todas las facilidades con las que contemos a mano, ya que, aún, estamos en calma.
En esa línea, es importante revisar y conocer los productos financieros que ya se tienen contratados y el apoyo que les podrían brindar de concretarse este escenario. En el caso de los seguros, es importante cambiar la visión y empezar a considerarlos una inversión más que un gasto, pues puede ser el diferencial que salve su negocio ante las afectaciones del FEN.
Para una cobertura más completa, hay seguros especializados para Pymes, que las resguardan frente a robos e incendios, responsabilidad civil frente a terceros, terremotos y eventos de la naturaleza, entre otros más específicos de acuerdo con su giro de negocio, lo que puede ser un gran respaldo económico en momentos de desastres. Por otro lado, como parte del modelo de educación, Pacífico desarrolló el programa “Comunidad Segura”, que educa a familias y emprendedores a prepararse ante diversos riesgos de la naturaleza, y es de acceso gratuito para todos. Para inscribirse solo deben seguir las cuentas de LinkedIn y Facebook de Pacífico.
Ahora que estamos cerca de experimentar un FEN Global, cuyo rango de afectación podría ser mayor al del FEN Costero, debemos entender que podría dejar un mayor número de emprendedores con negocios en riesgo, ya que la zona de emergencia sería más amplia y gran parte de los sectores podrían sufrir las consecuencias. Su supervivencia y recuperación será muy retadora para estos empresarios.
Y es que, directa o indirectamente, se verían impactados ya que las zonas afectadas disminuirían su capacidad de producción (daños en infraestructura, maquinarias y cultivos); enfrentarán problemas en la distribución de productos (deterioro de las carreteras, caminos y puentes) y un aumento en el costo del transporte.
A esto se suma la menor asistencia de los trabajadores, ya sea porque no pueden desplazarse, por el cierre de los centros de labores en mal estado, o para atender a sus familias damnificadas, por enfermedades a causa del FEN o ante la destrucción de sus viviendas.
A nivel de población, habría problemas de empleo y el poder adquisitivo se vería impactado. Las familias no generarán el mismo nivel de demanda ya que deberán reencauzar sus prioridades, ajustando la canasta familiar básica y enfocándose en la reconstrucción de sus viviendas, con una capacidad de ahorro y gasto que tardará en recuperarse.
Frente a esta posible coyuntura, es importante que los emprendedores tomen nota del pasado y aprendan de su experiencia, o de la ajena, ya que apenas se están empezando a manifestar los estragos del FEN y aún estamos a tiempo de proteger todo lo que más queremos.