“Invertir en salud ocupacional no solo evita pérdidas económicas, sino que también fortalece su marca empleadora, así como su capacidad de atraer y retener talento. Por ello, exige más que buenas intenciones; requiere una estrategia preventiva constante y un compromiso innegociable desde el liderazgo”

Jefe Médico Ocupacional de Pacífico Seguros
(*) Artículo publicado en la edición 238 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M238.pdf
El ausentismo laboral ya no puede verse como un simple dolor de cabeza administrativo; es una grieta estructural en la productividad de las empresas. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi el 4% del PIB mundial se pierde anualmente por enfermedades y accidentes vinculados al trabajo. La magnitud de estas cifras confirma que no se trata de un asunto operativo menor, sino de una variable estratégica que exige la atención de la alta dirección.
En el Perú, una proporción significativa de las ausencias está vinculada a enfermedades comunes y lesiones musculoesqueléticas. El Observatorio de Recursos Humanos estima que hasta el 45% de las bajas laborales provienen de este tipo de dolencias. La falta de espacios de trabajo adaptados, la manipulación manual de cargas y las posturas forzadas siguen siendo factores recurrentes que limitan la continuidad de las operaciones.
A esta realidad se suma el incremento de los riesgos psicosociales. El estrés, la fatiga y los trastornos asociados a la salud mental están detrás de estas ausencias prolongadas y afectan tanto al rendimiento de los equipos como al bienestar individual de cada colaborador. En este escenario, las empresas deben comprender que de no invertir en prevención, en realidad están dando espacio para la llegada de enfermedades.
Invertir en salud ocupacional no solo evita pérdidas económicas, sino que también fortalece su marca empleadora, así como su capacidad de atraer y retener talento. Por ello, exige más que buenas intenciones; requiere una estrategia preventiva constante y un compromiso innegociable desde el liderazgo.
Para contener y revertir el impacto del ausentismo, las empresas deben enfocarse en cuatro frentes esenciales. El primero es la gestión de riesgos críticos, que se convierta en un sistema de alerta temprana que identifique y anticipe las causas de mayor incidencia para tomar medidas de control. El segundo es la ergonomía, clave para reducir las lesiones musculoesqueléticas, adaptando los espacios de trabajo a las personas y la supervisión de tareas que incluyen cargas o movimientos repetitivos.
El tercer eje es la capacitación continua, vital para reforzar hábitos de prevención, generando una cultura de seguridad. También es fundamental promover el manejo adecuado del estrés como una habilidad básica y, finalmente, los chequeos médicos ocupacionales periódicos deben dejar de ser sólo un requisito para volverse un activo estratégico, permitiendo la detección temprana de enfermedades que, según la Organización Mundial de la Salud, pueden reducir el ausentismo por enfermedad hasta en un 27%. Esto confirma que la salud ocupacional no es un gasto, sino una palanca de eficiencia medible.
En este contexto de urgencia y estrategia, iniciativas como la Segunda Jornada Internacional de Salud Ocupacional – Arequipa 2025, organizada por Pacífico Seguros y Protege365, son espacios clave para gerentes y directivos. El encuentro, a realizarse el 7 de octubre en el Colegio de Ingenieros de Arequipa, es una plataforma de alto nivel, reuniendo a expertos de Perú, Colombia, Chile y Argentina, así como a autoridades y representantes del sector público y privado.
El programa contempla la participación de SUNAFIL y SERVIR, quienes abordarán las políticas de supervisión e inspección laboral, además de la exposición del Dr. Fernando R., especialista en derecho laboral, sobre cómo afrontar positivamente una inspección. Asimismo, empresas líderes como Hochschild, Marcobre y Hudbay compartirán casos de éxito en la gestión preventiva. Su objetivo es ofrecer a los asistentes herramientas prácticas y experiencias replicables en sectores estratégicos como minería, construcción, agroindustria, manufactura y servicios.
Más allá de la actualización técnica, la jornada es una oportunidad de construir una red de alto nivel con expertos de distintos países, generando un espacio de aprendizaje y colaboración con impacto regional. Es un eje de sostenibilidad empresarial que impacta en la productividad y en la competitividad de nuestras empresas.
Incorporar la salud ocupacional al corazón de la estrategia corporativa es el paso indispensable para asegurar la continuidad operativa y blindar a las organizaciones frente a la complejidad del entorno económico y social actual.