Un ratio de eficiencia de 63.63% y un ROE que supera en más de 5 puntos al sistema de CMACs son el resultado de una gestión que equilibra la expansión crediticia con una cobertura de cartera de alto riesgo del 171.56%. Walter Rojas, Gerente Central de Negocios de Caja Cusco, explica que la digitalización es el motor para sostener este desempeño.

(*) Artículo publicado en la edición 239 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M239.pdf
Caja Cusco ha superado la barrera de los S/ 6,000 millones en cartera de créditos, un logro que abarca a más de 500 mil clientes. Para Walter Rojas, Gerente Central de Negocios de la entidad financiera, esta meta es el resultado de una estrategia integral y del compromiso de la institución con el sector. “Este importante hito es el resultado de una estrategia integral y nuestro compromiso con el sector”, sostuvo.
Este crecimiento sostenido ha sido impulsado por una combinación de factores internos y externos. Internamente, la Caja ha mantenido un “crecimiento promedio anual de colocaciones del 13.0% en los últimos seis años, superando el 9.3% del Sistema de CMACs”, como precisó Rojas. Esta expansión ha estado respaldada por una solidez capital que se refleja en un Ratio de Capital Global del 13.57% a agosto de 2025.
La expansión física ha sido otro pilar clave, con una red que alcanzó las 143 agencias en 2025, asegurando una mayor presencia y cercanía con los clientes. Paralelamente, la institución ha emprendido una transformación digital. Rojas explicó que “la implementación de un Nuevo Core de Negocio y el enfoque en la Digitalización del Negocio con herramientas como la biometría facial, el Chatbot con IA y aplicaciones como MAPI app comercial ha optimizado nuestros procesos y la atención al cliente”.
Externamente, el crecimiento se ha visto potenciado por una apuesta estratégica por segmentos específicos. Rojas destacó el “rol activo en la inclusión de segmentos desatendidos, como la población originaria y las mujeres”, lo que ha ampliado la base de clientes.
Asimismo, el desarrollo de productos crediticios enfocados en sostenibilidad, como Agronativo, Agroprotector y Emprende Mujer, ha permitido a la institución acceder a nuevos mercados y fuentes de financiamiento.
Gestión de riesgo
Frente a este dinamismo crediticio, la institución ha priorizado un equilibrio cuidadoso. Walter Rojas afirmó que “nuestra estrategia se ha centrado en el crecimiento rentable y la excelencia en la gestión del riesgo, impulsada por la innovación”. La expansión crediticia y el control del riesgo son dos caras de una misma moneda, donde la digitalización juega un rol protagónico.
El equilibrio se materializa en indicadores concretos. La institución ha logrado una “mejora continua en calificación de riesgo”, evolucionando positivamente a una clasificación A- en el 2025.
Además, mantiene un “alto Ratio de Cobertura de la Cartera de Alto Riesgo (CAR)”, que alcanzó 171.56% a julio de 2025, superando holgamente el promedio del sistema. “Esto refleja una adecuada previsión ante posibles incumplimientos”, subrayó Rojas.
La tecnología es la gran habilitadora de esta gestión de riesgos. El gerente central detalló que “la digitalización incluye la gestión y geolocalización de clientes, además de la monitorización de indicadores de mora en la aplicación de los analistas, lo cual permite una gestión de riesgo más precisa y en tiempo real”. Herramientas como la MAPI app comercial son claves para una cobranza más eficiente y proactiva.
Esta morosidad controlada se sustenta, en última instancia, en la solidez de las políticas de la institución. Rojas señaló que “la morosidad controlada se sostiene en la solidez de nuestra gestión de riesgo y la prudencia de nuestras políticas de cobertura”.
El “alto Cobertura de la CAR” y la validación externa de calificadoras de riesgo confirman la eficacia de este modelo, que avanza hacia la estandarización y automatización del 100% de los créditos y expedientes.
Rentabilidad y visión de futuro
La combinación virtuosa de crecimiento y control de riesgos se traduce directamente en una rentabilidad sobresaliente. Caja Cusco ha mostrado un Retorno sobre el Patrimonio (ROE) del 21.82% al cierre de agosto muy por encima del promedio del sistema. Según Walter Rojas, “nuestra rentabilidad superior se basa en una excelente gestión operativa y el aumento de la eficiencia”.
Una variable crítica en este resultado es el Ratio de Eficiencia, que la institución logró mejorar notablemente, situándose en 63.63% a julio de 2025. Este indicador, significativamente mejor que el promedio del sistema, es un termómetro de la optimización operativa. Para mantener esta rentabilidad, la hoja de ruta es clara: “La inversión en un Nuevo CORE de Negocio, la Inteligencia Artificial y la visión de tener Créditos y expedientes 100% digital” buscan una mayor eficiencia, reducción de costos operativos y escalabilidad.
Este crecimiento futuro requiere una estrategia de financiamiento diversificada. “Nuestro principal reto es financiar la ambiciosa meta de crecimiento”, reconoció Rojas. La respuesta ha sido complementar la captación tradicional con incursiones en el mercado de capitales, mediante la emisión de Bonos Sostenibles y Créditos Subordinados con el apoyo de socios estratégicos, lo que mitiga la presión de competir únicamente por ahorros.
La digitalización, por tanto, es el pilar fundamental de esta visión. “La digitalización y automatización son pilares fundamentales para alcanzar nuestra visión de futuro, excelencia operativa y reducción de costos”, afirmó Rojas. Estas herramientas, desde el Core Bancario hasta el Chatbot con IA, no solo optimizan la atención, sino que “empoderan al analista y cliente”, creando un modelo más ágil y con menores costos físicos a largo plazo.
Mirando hacia el 2026, Rojas proyectó un mayor dinamismo en líneas estratégicas específicas. “Creemos en un fuerte dinamismo en los créditos con enfoque ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza)”, afirmó, gracias a productos exitosos como Agronativo y Emprende Mujer. Asimismo, con las nuevas herramientas digitales, se espera un “crecimiento acelerado en el segmento MYPE”.
La meta institucional es consolidar el liderazgo. La proyección al 2030 se basa en mantener un crecimiento histórico del 13.0% en colocaciones, apuntando a convertirse en la 11.ª entidad financiera más grande del país. Para ello, los indicadores prioritarios, según Rojas, son claros: “Mantener y mejorar nuestro ratio de eficiencia”, “mantener un ROE superior al promedio del sistema” y preservar la prudencia en el “Ratio de Cobertura de la CAR” y el “Ratio de Capital Global”.
En definitiva, se trata de sostener un “crecimiento rentable, manteniendo la solidez financiera para consolidar nuestra posición de liderazgo”.