En condiciones locales más favorables, Perú debería estar creciendo por lo menos 4% anual cuando se disipe el Fenómeno del Niño y haya menos incertidumbre política, subrayó Carlos Prieto, gerente del Área de Estudios Económicos del BCP.
Debido a los efectos de las protestas de enero y febrero, así como de las intensas lluvias e inundaciones de marzo que impactaron en el primer trimestre del 2023, el Banco de Crédito del Perú (BCP) recortó su proyección de crecimiento de la economía peruana a 1,8% para este año, desde el 2,3% que había estimado en diciembre.
Carlos Prieto, gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, afirmó que los riesgos son a la baja si hay nuevos eventos climáticos, como un Fenómeno del Niño fuerte, una nueva escalada de las protestas y bloqueos de vías, o de materializarse un mayor deterioro del entorno internacional.
En condiciones locales más favorables, Perú debería estar creciendo por lo menos 4% anual cuando se disipe el Fenómeno del Niño y haya menos incertidumbre política, subrayó Prieto.
Proceso de desaceleración
“Antes de las protestas y fenómenos climatológicos, preveíamos un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 2,1% en el primer trimestre del 2023; sin embargo, ahora proyectamos una ligera caída (-0,4%)”, precisó durante la presentación del “Reporte Trimestral de Macroeconomía y Mercados del BCP”.
La economía cerró el 2022 e inició el 2023 en medio de un proceso de desaceleración. Así, en enero la economía se contrajo 1,1% y, en términos desestacionalizados, acumuló su cuarto mes consecutivo de caída.
A nivel sectorial, la Minería Metálica cayó 3,6% en enero (en diciembre del 2022 había crecido 11,1%) afectada por los bloqueos de carreteras que limitaron la salida de minerales a puertos y abastecimiento de insumos. Así, rompió una racha de 4 meses consecutivos de crecimiento impulsado por Quellaveco.
El sector Construcción cayó 11,7% en enero, su peor desempeño en poco más de 6 años, excluyendo la COVID-19 y la demanda de energía eléctrica se desaceleró de 7,2% en diciembre del año pasado a 5,4% en enero.
Factores positivos
A pesar del recorte de proyección de crecimiento del primer trimestre y el año, Prieto destacó algunos factores positivos.
Primero, se espera un rebote de la economía en el segundo trimestre de al menos 2% si no hay nuevas sorpresas climatológicas o escalada de protestas.
Segundo, el precio del cobre subió poco más de 15% tras la reapertura de la economía china tras el fin de su política COVID-cero. El metal rojo oscila alrededor de los US$4 aunque estos días algo por debajo debido a un entorno internacional financiero más complejo.
Tercero, la inversión pública en enero-febrero creció 23%, en contraste a las caídas de dos dígitos en el mismo período de años anteriores con cambios de gobiernos subnacionales.
Y, cuarto, el crecimiento del empleo privado formal hasta fines del año pasado se desaceleró menos de lo esperado y creció un respetable 6.2% en diciembre.