El BCR culminó la primera etapa de la estrategia de implementación de dicho medio de pago, con la asistencia del FMI. Su moneda digital estará orientada a facilitar el acceso de la población no bancarizada a los pagos digitales y buscará sustituir al efectivo.
El Banco Central de Reserva (BCR) se ha planteado la meta ambiciosa de alcanzar en cinco años el desarrollo de los pagos digitales en el Perú. Para alcanzar este propósito, ha realizado un plan estratégico en el que considera la emisión de su Moneda Digital del Banco Central (CBDC, por sus siglas en inglés).
Dentro de esa estrategia, la creación de la moneda digital considera 5 etapas de las cuales el regulador del sistema de pagos acaba de culminar la primera con la presentación del documento “CBDC: Promoviendo los pagos digitales en el Perú”.
Dicho documento es un primer paso en la estrategia que ha diseñado el BCR para lograr el objetivo de socializar los beneficios de una CBDC y fue elaborado con la asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así, según las conclusiones del documento, la emisión de la CBDC presenta una serie de beneficios y ventajas para fomentar los pagos digitales, promover la interoperabilidad de dichos esquemas y ayudar a reducir las barreras a la inclusión financiera.
Sin embargo, su diseño debe contener las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos de los actuales instrumentos de pago digitales, dado que presenta también una serie de potenciales riesgos y desafíos que pueden llevar al sistema de pagos y financiero a una peor situación.
Población objetivo
En línea con el propósito del proyecto de la moneda digital, su diseño e implementación se orientará a facilitar el acceso de la población no bancarizada a los pagos digitales, por lo que uso buscará sustituir al efectivo como instrumento de pago.
Esto será clave para revertir los bajos niveles de inclusión financiera y el uso limitado de pagos digitales. Según la investigación del BCR, menos del 50% de la población adulta está incluida financieramente y solo el 12,6% usa medios de pago distintos al efectivo para adquirir bienes y servicios.
“La emisión de una CBDC busca ampliar el ecosistema de pagos y no reemplazar el uso de aquellos instrumentos digitales de pago usados por la población financieramente incluida”, resalta el BCR.
En esa línea, el uso de la moneda digital deberá contribuir a tener un ecosistema de pagos que involucre a todos los participantes de la cadena como consumidores, establecimientos comerciales, distribuidores mayoristas, gobierno, instituciones financieras y proveedores de servicios de pagos.
Potenciales ventajas y riesgos
La investigación señala que, con un diseño adecuado de la moneda digital en cuanto a tecnología, política, regulación y experiencia de usuario, dicho instrumento puede ser útil, sobre todo para los hogares de bajos ingresos y para quienes habitan en áreas remotas del Perú.
La moneda digital podría generar además importantes ganancias de eficiencia en el mercado de pagos al facilitar la interoperabilidad e incentivar una mayor adopción de pagos digitales y el menor uso de efectivo, fortalecer la efectividad de la política monetaria, contribuir a preservar una menor dolarización de la economía y promover la innovación financiera, en un contexto regulado, al facilitar las operaciones de nuevos agentes en el mercado.
Sin embargo, como potenciales riesgos de fallas en el diseño, la moneda digital podría generar desintermediación financiera, corridas bancarias digitales, riesgos cibernéticos y falta de flexibilidad para realizar cambios en la tecnología que utiliza la CBDC y riesgos reputacionales para el BCR.
“Aunque, de acuerdo con el análisis realizado en el BCR, la introducción de una CBDC en el Perú no implicaría cambios en la Ley Orgánica del BCR, se requiere crear el consenso de los participantes de mercado, organismos reguladores y público en general sobre el aporte de una CBDC en el mercado de pagos”, precisa el documento.
Estrategia de implementación
La estrategia de implementación de la moneda digital consta de 5 pasos: la preparación, las pruebas de supuestos, el prototipo, el piloto y la producción. Dichas etapas son secuenciales y están constantemente activas. Con lo cual, en cualquier punto del proceso será posible retornar a las etapas previas en busca de soluciones.
Por ejemplo, de prosperar el paso 5 y aprobarse un prototipo, el proyecto avanzará hacia una fase de piloto, en la que se simulará una situación de producción con un grupo pequeño de la población. Si este piloto es aprobado, se avanzará hacia la fase de producción.
Según el BCR, la primera fase de preparación que derivó en el documento de análisis culminó en marzo. El siguiente paso será la elaboración de una encuesta que se encuentra disponible en su portal oficial, para recibir comentarios y sugerencias de los stakeholders, incluidos los agentes del mercado, sobre los distintos aspectos involucrados en la emisión de una CBDC.
“En las siguientes etapas tendrá lugar un trabajo conjunto con los sectores privado y público para analizar otras propuestas de concepto y arquitectura para promover la adopción de medios de pago digitales entre la población no bancarizada”, resalta el documento.