Este año la campaña escolar comenzó con un ritmo pausado. La venta de útiles e implementos escolares, aunque inicialmente tímida, fue ganando fuerza a medida que avanzábamos hacia la segunda quincena del mes de febrero. Los emprendedores, conscientes de la situación, han tomado decisiones estratégicas para asegurar el éxito de esta temporada.
Para llegar a esta campaña, que probablemente se alargue hasta después de marzo, los emprendedores comenzaron a tomar créditos del sistema financiero en octubre y noviembre.
Quienes son fabricantes ya tenían sus insumos listos para producir uniformes o calzados este verano, pero no lo han hecho en la medida esperada por falta de pedidos y un ritmo más lento del consumo de los padres de familia.
Sin embargo, en lugar de precipitarse, han preferido esperar y confiar en que la marea cambie a su favor. Otros emprendedores han encontrado apoyo en distribuidores y proveedores que les han proporcionado mercadería para mantener sus negocios en marcha.
Ante esta situación de consumo más lento de útiles e implementos escolares, que puede explicarse por la recesión económica y por las dudas ya disipadas por los expertos sobre el impacto que puede tener el Fenómeno de El Niño, los comerciantes han podido aprovechar la campaña del Día de San Valentín para comenzar a reactivar sus ventas este año.
No es tan atípica esta decisión del comerciante de esperar que caliente la campaña escolar. Estamos viendo un comportamiento muy racional. El emprendedor peruano ha evolucionado y aprendido a cuidarse, a medirse en sus decisiones que son ahora más pensadas. Lo vivido en los últimos años le ha enseñado a ser cauto, prudente, pero sin perder la agresividad para salir adelante, ni tampoco la resiliencia para reponerse de un resbalón.
Como quienes practican tabla, que deben ser pacientes en el mar, esperando la mejor ola para subirse a ella, así también los emprendedores han aprendido a esperar el mejor momento. Y como este año la ola de la campaña escolar llega un poco más tarde, entonces saben que deben ser pacientes, finalmente siempre habrá que ir al colegio y se necesitarán útiles y vestimentas.
La campaña escolar 2024 es la oportunidad para que las micro y pequeñas empresas (Mypes) demuestren su capacidad de adaptación y crecimiento. Según nuestro índice de Mibanco, recientemente presentado, los resultados señalan que el 52% de los empresarios esperarían aumentar sus ingresos y lograr vender toda la mercadería que tienen desde el año pasado. Este optimismo se basaría en una gestión financiera prudente y en una actitud de cautela, agresividad y resiliencia ante los desafíos.
La resiliencia es una cualidad que caracteriza a las Mypes del Perú, que han sabido enfrentar las adversidades y aprovechar las oportunidades que se presentan en el mercado.
A lo largo de estos años, han aprendido a surfear la ola de la campaña escolar, adaptándose a las preferencias y necesidades de los consumidores, ofreciendo productos de calidad y a precios competitivos, y buscando diferenciarse de la competencia.
Han demostrado que no se rinden ante los obstáculos, sino que los superan con creatividad e innovación. La campaña escolar 2024 es una ocasión para que las Mypes muestren su capacidad de recuperación y de crecimiento, y para que inspiren a otros a seguir sus pasos.