
El gobierno de Estados Unidos cerró luego de que los senadores no lograron llegar a un acuerdo de financiación, lo que marca el primer cierre desde 2018.
Los servicios están suspendidos, cientos de miles de empleados federales están sin sueldo y el presidente Donald Trump ha amenazado con despidos masivos e irreversibles.
Si bien la calma superficial sugiere que los mercados están ignorando esto, inversores ya se están moviendo decisivamente en todos los sectores, cubriendo riesgos y buscando oportunidades. “Este cierre afecta inmediatamente el comportamiento de los inversores.”
Los mercados pueden parecer estables, pero el capital gira a gran velocidad. Defensa, servicios, aerolíneas, acciones cíclicas y refugios defensivos están siendo reevaluados. Los inversores no esperan la claridad; están actuando ya. La defensa ha sido el motor del mercado, impulsada por la creciente demanda federal de sistemas de armas avanzados y defensa antimisiles. Este apoyo estructural se mantiene, pero el riesgo en el sentimiento ha regresado.
“El sector de defensa es resiliente, pero ningún sector es inmune a la política”, cualquier caída aquí no es una debilidad, sino una oportunidad de compra táctica. La demanda a largo plazo está consolidada y los inversores sofisticados se preparan para intervenir durante la volatilidad.
Los servicios gubernamentales se enfrentan a una realidad más dura. Cuando Washington se estanca, los ingresos de los proveedores de consultoría, TI y seguridad disminuyen casi de inmediato. «Los inversores saben que los proveedores de servicios gubernamentales siempre son las primeras víctimas de un cierre», afirma Nigel Green directos ejecutivo de deVere Group
Aquí es donde se requiere cautela, porque los flujos de efectivo se agotan más rápido. Hasta que haya certeza, el dinero se está yendo de este espacio. Las aerolíneas también están en la mira. La pérdida de viajes financiados por el gobierno se ve agravada por la probabilidad de que los empleados federales no remunerados reduzcan su gasto en ocio.
Nigel Green afirma: «Las aerolíneas están bajo presión por ambos lados. La demanda empresarial está congelada, mientras que la demanda de los consumidores se debilita. Prevemos más caídas antes de que aparezcan oportunidades de recuperación. Por eso, los inversores están reduciendo su exposición ahora».
Los sectores cíclicos —industrial, financiero y acciones vinculadas al consumo— conllevan el mayor riesgo macroeconómico. Más de 600.000 trabajadores en ERTE implican un mayor desempleo, y la amenaza de Trump de despidos permanentes intensifica la presión. “Los indicadores cíclicos son ahora el barómetro de cuánto durará este cierre”
Un cierre breve hará que el capital se recupere rápidamente. Un cierre prolongado, con pérdida de empleos y un crecimiento más lento, obligará a los inversores a reducir su exposición a estos sectores. En deVere ya estamos posicionando a nuestros clientes hacia asignaciones defensivas como salud, servicios públicos y bonos del Tesoro.
La respuesta global es reveladora. Los mercados asiáticos y europeos muestran señales contradictorias. El oro ha alcanzado un récord de más de 3870 dólares la onza, y el dólar estadounidense se ha debilitado, lo que indica una pérdida de su estatus de refugio seguro.
“Los mercados fuera de EE. UU. no lo consideran un problema pasajero”, afirma Nigel Green. El aumento del oro y la demanda de bonos del Tesoro muestran que los inversores globales se están protegiendo contra una disrupción más profunda. Estos movimientos demuestran un posicionamiento prudente”.
El cierre también aumenta el riesgo de un apagón de datos. Con el retraso en los informes de nóminas e inflación, los mercados se verán privados de información vital sobre empleo, crecimiento y tasas. “Los inversores pueden adaptarse a las buenas o malas noticias, pero no pueden adaptarse a la ausencia de noticias.” Cuando los datos desaparecen, la confianza se impone, lo que amplifica la volatilidad. Aconsejamos a nuestros clientes que estén preparados para actuar con rapidez cuando movimientos exagerados generen oportunidades tácticas.
Los cierres anteriores no han afectado negativamente a la renta variable, pero esta vez el contexto es más frágil. La incertidumbre sobre los tipos de interés, la debilidad del consumidor y las elevadas valoraciones hacen que el mercado sea más vulnerable.Concluye: “Este cierre llega en un momento delicado para los mercados globales. La defensa se mantiene sólida,pero la confianza se tambaleará. Los servicios públicos y las aerolíneas se enfrentan a impactos directos. Los cíclicos están en riesgo si aumenta el desempleo. Las acciones defensivas, el oro y los bonos del Tesoro son los claros beneficiarios. Los inversores actuarán con rapidez, asignarán con disciplina y aprovecharán la volatilidad. Los ganadores serán quienes actúen con decisión mientras otros dudan.