Financiera Compartamos alcanzará dicha meta con su estrategia de digitalización y productividad y su incursión en zonas en las que todavía la entidad no tiene presencia, afirmó su CEO, Ralph Guerra.
Compartamos Financiera busca cosechar las ganancias de productividad de su estrategia de digitalización, así como la tranquilidad que le brinda la fortaleza patrimonial de la organización, a través del incremento de su cartera de clientes, el próximo año.
“Nuestro objetivo, para el 2023, es continuar con nuestro crecimiento y fortalecernos. Queremos llegar a servir a más de un millón de personas [empresarios de la microempresa]”, afirma Ralph Guerra, gerente general de la entidad cuya cuota de mercado ocupa el primer lugar en dicho subsistema.
“Para nosotros este es un reto fundamental. Sabemos que implica un esfuerzo muy importante en términos de infraestructura, herramientas y de inversión, y estamos muy abocados a conseguirlo”, declara a Microfinanzas.
En la actualidad, la entidad cuenta con alrededor de 700.000 clientes. No obstante, debido a la crisis sanitaria y a la norma de topes de la tasa de interés, aprobada por el Congreso de la República, la cartera de la financiera se redujo en alrededor de 100 mil empresarios, dice Guerra.
Explica que las medidas para enfrentar a la COVID-19 afectaron a buena parte de los empresarios de las mypes, por lo que Compartamos tuvo que trabajar de la mano con cada uno de ellos, mediante la oferta de diversos productos de crédito, ampliaciones de plazos de las deudas e incluso con la condonación de intereses.
“Les dimos, por decirlo de alguna manera, el soporte suficiente como para que puedan enfrentar lo que fue esta crisis”, menciona, tras indicar que, lamentablemente, no pudieron sobrevivir todos.
Dice que a ello se sumó la norma de topes a las tasas de interés, que lejos de impulsar la inclusión, la limitó. Por ejemplo, en el caso de su representada, tuvo que dejar de atender a algunos clientes debido a que los topes a las tasas de interés no les permitía compensar el riesgo de estas unidades económicas.
“Hemos hecho esfuerzos importantes para atender a la mayor cantidad de clientes que sea posible, pero hay un segmento en el que por el tope de tasas se termina viendo afectado”, precisa.
Estrategia de digitalización
No obstante, señala que la financiera continúa haciendo su esfuerzo para volver a atenderlos y, mediante su estrategia de digitalización, ha mejorado su gestión que le permite reducir el costo del crédito para estos clientes.
Comenta que, dos años antes que llegara la pandemia, Compartamos comenzó a trabajar varios proyectos que tuvieron como objetivo transformar su forma de operar el crédito y la organización.
Así, la entidad empezó a digitalizar muchos procesos, pero en ningún caso en busca de reemplazar a sus asesores de crédito, sino con la finalidad de dotar a su personal de herramientas para que puedan hacer su trabajo en forma más eficiente.
Asimismo, en busca de minimizar costos, Compartamos optó por cerrar oficinas en lugares en los que había más de un local, trasladando al equipo a la sucursal que quedó.
También se redujeron costos por el lado de papelería, mejoraron su oferta de canales y simplificaron muchos procesos administrativos. A ello se sumó el reciente cambio de su ‘core’ bancario.
Todo esto, junto a la mejora del riesgo de incumplimiento de pago, con el paulatino retiro de la pandemia, le permitió a la financiera generar ganancias de productividad, que les ha ayudado a enfrentar el encarecimiento de las tasas de interés, asociada con la aceleración de la inflación, afirma Guerra.
“Esto es lo que, en esencia, nos ha permitido balancear lo que ha significado el encarecimiento del costo del dinero durante los dos últimos años”, menciona.
Precisa, que gracias a las eficiencias que la financiera ganó, la subida de las tasas de interés no se trasladó en la misma magnitud a los créditos.
Así, la tasa promedio de los préstamos de Compartamos subieron en alrededor de 300 puntos básicos, pese a que las tasas de sus depósitos subieron en una proporción mayor.
Fortaleza patrimonial
De otro lado, Guerra anota que como parte del compromiso y la confianza del grupo mexicano Gentera en el Perú, el dueño de Compartamos inyectó S/203 millones de capital durante el periodo de la crisis sanitaria para amortiguar el impacto sobre la entidad.
Esta situación llevó a Compartamos a mantener su calificación de riesgo y a transmitir al mercado el soporte de la matriz, en los momentos más complejos de la crisis.
“No tenemos ninguna preocupación relevante que nos impida crecer en número de clientes. Por el contrario, Compartamos está bien fortalecida tanto por el lado de los resultados como por la capitalización. Nuestra ratio de capital alcanza el 19%, el nivel más alto de todo el sistema financiero”, precisa.
Guerra duda que para el próximo año se vaya a revertir el encarecimiento de las tasas de interés, por ello, Compartamos seguirá trabajando en ganar eficiencias para fortalecer su posicionamiento en las empresas más pequeñas del segmento al que se dirigen.
En la actualidad, el crédito a la pequeña y microempresa se encuentra en un amplio rango de entre S/1 y S/300.000. Los préstamos que se concentran en la mitad de ese rango son otorgados sobre todo por las financieras, Cajas Municipales y demás empresas no bancarias.
Mientras que los créditos por encima de S/150.000 son ofrecidos por la banca pyme de las cuatro entidades bancarias más grandes.
En el caso de Compartamos, la entidad concentra su atención en los créditos de entre S/1 y S/5.000, es decir, al segmento de la microempresa, que está en la base de la pirámide.
“Nuestro trabajo en lo que respecta a la inclusión financiera es y seguirá siendo relevante El próximo año, buscamos con esta estrategia en términos de transformación-eficiencia llegar a zonas en donde todavía no tenemos presencia, con la finalidad de atender a más de un millón de personas”, acota.