Un análisis del PBI per cápita desde el año 1990 hasta la fecha muestra dos tendencias, una trayectoria creciente hasta el 2012 y luego un aplanamiento de esa trayectoria, lamentó el presidente del Consejo Privado de Competitividad, David Tuesta.
Si el Perú hubiera seguido creciendo con dinamismo, el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita hoy sería 20% más que el que tenemos ahora y la pobreza no sería del 25%, sino del 15%, la tasa de informalidad no estaría por encima del 75%, señaló el presidente del Consejo Privado de Competitividad, David Tuesta.
Durante su exposición en la jornada final de CADE 2022, organizada por IPAE Acción Empresarial, Tuesta presentó propuestas concretas para construir un país más equitativo y con oportunidades para toda la ciudadanía.
Señaló que, en el actual clima de incertidumbre que tiene el país, se ven discusiones, confrontaciones y falta de prioridades ya que se limita constantemente la posibilidad de poner en marcha buenas políticas públicas que afectan la esperanza en el progreso de muchos peruanos y la expectativa de tener un futuro mejor.
Esto lo evidencia con datos como el Índice de Complejidad de Laboratorio para el Crecimiento de Harvard. Este indica que “el Perú se va volviendo una economía más precaria, es decir, cada vez produce bienes menos sofisticados, lo cual significa menos valor y menos bienestar para su población”, señaló.
Otro dato revelador fue el análisis del PBI per cápita desde el año 1990 hasta la fecha, en el que se revelan dos tendencias, una trayectoria creciente hasta el 2012 y luego un aplanamiento de esa trayectoria.
Al respecto, Tuesta subrayó que, “si se hubiera seguido creciendo con dinamismo, el PBI per cápita hoy sería 20% más que el que tenemos ahora y la pobreza no sería del 25%, sino del 15%, la tasa de informalidad no estaría por encima del 75%”.
En ese sentido, y frente a un panorama desalentador, compartió un trabajo colaborativo entre organizaciones abocadas a las políticas públicas y que ha tenido como resultado más de 30 propuestas agregadas en bloques que encajan con los ejes de #CADEejecutivos, además de una plataforma de innovación para la concreción de políticas públicas. Algunas de las mencionadas fueron:
1. Instituciones sólidas y democracia: El sistema político no le da un entregable al ciudadano, lo que genera un desprestigio sobre el sistema democrático. Por ello, no sorprende el bajo apoyo a la democracia en el país, ni que los peruanos se identifiquen como el país más corrupto de Latinoamérica.
Sobre este eje, algunas de las acciones concretas tuvieron que ver con limitar la participación de gente no idónea en política, abogar en el tema de la bicameralidad, y la reelección de congresistas para ganar experiencia, entre otros.
2. Un Estado que funcione: Este eje busca atacar la ineficiencia del Estado y el limitado acceso de calidad a salud. Por ello, sus propuestas tienen que ver con la rendición de cuentas en el fortalecimiento de la atención primaria en salud, la recuperación de aprendizajes, mecanismos especiales de contratación, la reasignación de gastos improductivos hacia productivos, así como integrar proyectos dispersos y hacerlos escalables.
3. Inversión privada para el progreso: Este eje busca abordar la estabilidad macroeconómica y las políticas públicas que mejoren la eficiencia del mercado. En ese sentido, sus propuestas giran alrededor de trabajar en la calidad regulatoria de proyectos de ley, un tránsito en el sistema tributario, así como un foco en la formalidad.
Además, presentó la plataforma Data para la Acción, una herramienta que usa data para empoderar a las personas y, así, puedan exigir buenas políticas públicas a sus autoridades.
Como primera etapa, la plataforma está abocada en resolver la problemática de obras públicas y rendición de cuentas. “La herramienta consta de 4 módulos que apuntan a centralizar la información en un solo lugar, visibilizar, identificar los proyectos que más afectan a los usuarios y empoderar para monitorear y exigir”, agregó Tuesta.