En un país como el Perú, donde los sismos, inundaciones y huaicos pueden ocurrir en cualquier momento, la prevención no puede limitarse solo a tener una mochila de emergencia o conocer las rutas de evacuación. También es clave tener un respaldo económico que nos permita actuar con rapidez y sin poner en riesgo la estabilidad de nuestras finanzas personales.
Para Roberto Percca, gerente de Desarrollo del Emprendedor y especialista del Consultorio Financiero de Mibanco, el ahorro debe verse como una herramienta de protección. «Cuando ocurre un desastre, la vida cambia en segundos. Tener un fondo de emergencia permite a las familias y emprendedores recuperarse más rápido, sin caer en deudas ni poner en pausa su actividad productiva. El ahorro no es un lujo, es una necesidad», señaló.
Y es que contar con un colchón financiero puede marcar la diferencia cuando se necesita cubrir gastos urgentes como reparaciones básicas, alojamiento temporal, atención médica o reposición de herramientas de trabajo. Por eso, estar preparados también significa tener un plan económico.
Desde su amplia experiencia y con el fin de ayudarte a estar un paso adelante cuando la emergencia golpea la puerta, Percca comparte 5 recomendaciones simples, pero claves para hacer del ahorro tu mejor aliado ante situaciones de desastres naturales:
- Crea un fondo de emergencia exclusivo: abre una cuenta de ahorro separada sólo para emergencias. Lo ideal es acumular entre 3 y 6 meses de tus gastos fijos. Si no puedes llegar a ese monto aún, empieza con los que tengas: lo importante es comenzar.
- Ahorra con constancia, aunque sea poco: no se trata de guardar grandes cantidades, sino de hacerlo cada mes sin falta. Puedes destinar el 10% de tus ingresos, o lo que sea posible, y apoyarte en transferencias automáticas para no olvidarlo.
- Evitar gastos innecesarios en épocas tranquilas: identifica en qué se te va el dinero, como por ejemplo, almuerzos fuera de casa, suscripciones que no usas o compras por impulso. Ese dinero puede alimentar tu fondo de emergencia sin que lo sientas.
- Anticipa los gastos post-emergencia: piensa en lo que podrías necesitar después de un sismo, como traslado, alojamiento, alimentos no perecibles, linternas, agua embotellada, radio portátil, etc. Puedes ir comprando alguno de estos productos poco a poco o separar un monto destinado a su reposición.
- Incluye el ahorro en tu presupuesto familiar: habla de dinero en casa. Si todos entienden por qué están ahorrando, será más fácil mantener el compromiso. El ahorro también se enseña y se construye en equipo.
Recuerda que tener un fondo de emergencia es como tener un salvavidas. Tal vez no lo uses todos los días, pero cuando lo necesitas, puede marcar la diferencia. Prepararse financieramente es abrir una cuenta de ahorro y ser responsable.
Porque cuando la tierra tiembla, no solo debemos protegernos físicamente, también debemos estar listos para sostenernos económicamente, y eso empieza con una decisión sencilla pero poderosa: empezar a ahorrar.