Para convertirse en una Empresa Administradora de Fondos (EAF) y competir con las AFP, una buena calificación crediticia no bastará. Especialistas consultados por Microfinanzas señalan que la gran barrera es la falta de experiencia en inversiones institucionales, tecnología especializada y talento, un modelo radicalmente distinto al de las microfinancieras.
“Ingresar en este nuevo modelo de negocio requiere una estructura especial, definición de procesos, personal especializado y una cultura acorde”, señaló Walter Rojas, Gerente Central de Negocios de Caja Cusco.«

(*) Artículo publicado en la edición 240 de la revista Microfinanzas
https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M240.pdf
- Un mercado caracterizado por la concentración –donde cuatro AFP (Integra, Prima, Profuturo y Hábitat) administran los fondos privados de pensiones– podría estar cerca de una transformación estructural. En línea con la Ley de Modernización del Sistema Previsional (Ley N.° 32123), la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha publicado un proyecto normativo que busca precisamente dinamizar este espacio, permitiendo el ingreso de bancos, financieras, cajas municipales y compañías de seguros como nuevas Empresas Administradoras de Fondos de Pensiones (EAF).
El objetivo declarado es claro: fomentar la competencia para generar precios más competitivos y una mejora sustancial en la calidad de los productos y servicios para los afiliados.
- “Un mercado más competitivo significa uno con mayor dinamismo, adaptabilidad y mejores condiciones para los usuarios”, destacó el superintendente Sergio Espinosa. La iniciativa se enmarca en un debate persistente sobre si el modelo actual opera como un oligopolio, una etiqueta que algunos cuestionan pero que otros sostienen al observar la concentración del mercado y debates históricos sobre la rentabilidad de los fondos.
- Según la SBS, al finalizar el 2024, las AFP alcanzaron utilidades por más de S/491.5 millones, lo que significó un aumento del 1% respecto al año anterior. Mientras que la rentabilidad de los fondos de pensiones fue prácticamente nula durante ese mismo periodo, siendo el Fondo 0 el más rentable con tasas superiores al 6% y los fondos más arriesgados con rendimientos más bajos.
- El proyecto de la SBS establece una barrera de entrada rigurosa para salvaguardar los ahorros previsionales. La exigencia fundamental es una clasificación de riesgo crediticio no menor a B+ (según el Reglamento de la Ley N.°32123). Además, las entidades interesadas –desde bancos hasta cajas rurales– deberán acreditar fortaleza patrimonial, una adecuada gestión de riesgos y estándares de gobernanza corporativa que prevengan conflictos de interés.
- El procedimiento es específico: las instituciones deben solicitar una Línea de Negocio Adicional (LNA) ante la SBS, presentando un estudio de factibilidad, informes de evaluación de riesgos y otra documentación técnica. La Superintendencia podrá realizar visitas de comprobación y tendrá un plazo máximo de 40 días hábiles para emitir su resolución, buscando un equilibrio entre rigor y agilidad.
Buena oportunidad
Walter Rojas, gerente Central de Negocios de Caja Cusco, evalúa positivamente esta apertura. “Lo que va a pasar es que el sistema se va a volver más competitivo”, afirmó. Resaltó que su institución ya cumple con los requisitos clave.
- “Caja Cusco tiene clasificación B+, incluso A-, estándares de gobierno corporativo y, al cotizar en bolsa, ya cumplimos exigencias del mercado de capitales”. Para él, este es un negocio estratégico atractivo por el “fondeo de largo plazo” que representa, útil para calzar los plazos de créditos mayores.
- No obstante, Rojas reconoce que no se trata de una extensión simple del negocio financiero tradicional. “Ingresar en este nuevo modelo de negocio requiere una estructura especial, definición de procesos, personal especializado y una cultura acorde”, señaló. El camino, dice, es empezar a trabajar en la solicitud formal y esperar la luz verde de la SBS.
Una perspectiva más cautelosa proviene de Hernán Rodríguez, gerente general de la Caja Metropolitana de Lima. Aunque reconoce el propósito de la ley, cuestiona el valor agregado real.
- “El mercado previsional es pequeño y muy técnico. No creo que se logre valor agregado al servicio actual que dan las AFP”, sostuvo. Advirtió sobre los riesgos operativos: “Es un negocio nuevo en el cual las entidades financieras no tienen experiencia, y eso puede impactar sus indicadores de solvencia”.
- Rodríguez enumeró desafíos mayúsculos: desde crear una gerencia especializada y manejar la liquidez del fondo, hasta cumplir con complejidades actuariales y de valorización de portafolios. Además, lanzó una advertencia desde la experiencia histórica: “Leyes antitécnicas terminan perforando el sistema, desnaturalizando su objetivo de brindar una pensión adecuada”.
Falta preparación
El análisis de César Hidalgo, especialista en temas financieros previsionales, añadió una capa crucial de pragmatismo técnico. Desde la perspectiva de la competencia, celebra la decisión: “Va a brindar al afiliado otras alternativas para rentabilizar sus fondos”. Sin embargo, desde la “interna”, es escéptico sobre la preparación de las entidades microfinancieras.
- “Los procesos internos de las cajas no están preparados para manejar un nuevo negocio como este”,afirmó Hidalgo. Explicó que el fondo de pensiones requiere contabilidad separada y un equipo muy especializado en inversiones en bolsa o fondos mutuos, alejado del core principal de colocación de créditos.
- “El fondeo que capte vía pensiones no puede ser destinado a colocaciones; para lo cual se requiere un modelo de negocio distinto”, precisó.
- Para el especialista, dos limitantes son críticas: la tecnología y el talento. “Se requiere un software diferente que deben adquirir o tercerizar”, indicó. Además, “las áreas de Tesorería de las cajas municipales no son potentes para manejar un negocio distinto”. Fortalecer los cuadros técnicos con especialistas en inversiones de mercado de capitales les tomará tiempo y recursos significativos.
- No obstante, Hidalgo ve una oportunidad en la metodología Sandbox que promueve la SBS. Este espacio de prueba controlado permitiría a las entidades microfinancieras desarrollar y probar modelos de negocio previsional de manera escalonada y con supervisión, antes de un lanzamiento completo. “Es una oportunidad para diseñar, con asesoría externa, un producto que se pueda ir mejorando progresivamente”, señaló.
- El debate, por tanto, trasciende la simple apertura del mercado. Se centra en la viabilidad operativa de los nuevos entrantes y en si la competencia generará, efectivamente, un mejor servicio para el afiliado o introducirá riesgos en un sistema delicado. La SBS confía en que su marco normativo –con exigencias de calificación, gobernanza y procedimientos estrictos– filtrará a operadores idóneos.
- La foto actual, como resume Hidalgo, es que “las entidades microfinancieras no están en capacidad de atender este nuevo modelo de negocio”. Su núcleo es y ha sido el crédito. La transición hacia la administración de inversiones previsionales de largo plazo implica una reinvención profunda, no solo una ampliación de portafolio.
- El éxito de esta iniciativa dependerá de la capacidad de las entidades financieras para construir, quizás desde el sandbox, competencias previsionales genuinas, y de la efectividad de la SBS para supervisar un ecosistema más diverso, coinciden Rodríguez e Hidalgo. El mercado observa si esta inyección de competencia logrará, finalmente, que el beneficio se concrete en un fondo que crezca de manera sostenible y asegure una pensión digna, rompiendo con las inercias del pasado.
Más de 35 entidades financieras y todas las aseguradoras cumplen el primer filtro de la SBS para administrar fondos de pensiones
- Un análisis preliminar de las clasificaciones de riesgo crediticio a setiembre de 2025, realizado por el especialista Leobell Amacifuén Macedo para Microfinanzas, revela que un número significativo de entidades del sistema financiero y de seguros supera la primera y más básica barrera establecida por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) para ingresar al negocio de las pensiones: contar con una calificación no menor a B+.
- De acuerdo con los datos oficiales de la SBS, al menos 35 de las 39 entidades financieras (que incluyen bancos, cajas municipales, cajas rurales, financieras y empresas de crédito) listadas en el reporte semestral cumplen con este requisito patrimonial mínimo. En el caso de las 17 compañías de seguros monitorizadas, todas presentan calificaciones iguales o superiores a B+, la mayoría de ellas en categorías “A”.
- El desglose por tipo de entidad muestra un panorama heterogéneo. Mientras que la totalidad de los bancos, financieras, empresas de crédito y aseguradoras analizadas ostentan calificaciones compatibles con el requisito, el segmento de las cajas municipales y rurales presenta una situación más diversa
- De las siete cajas municipales evaluadas, cuatro mantienen una clasificación B+ o mejor. En tanto, solo una de las dos cajas rurales listadas cumple con el umbral.
- Estas cifras, advierte Amacifuén, deben interpretarse con cautela. La calificación crediticia es únicamente el primer filtro de un proceso de autorización mucho más riguroso. El proyecto normativo de la SBS exige además que las entidades demuestren solvencia patrimonial, fortaleza financiera, una adecuada gestión de riesgos y estándares de gobernanza corporativa que prevengan conflictos de interés.
- “Tener la puerta abierta por la calificación no garantiza el ingreso”, precisó el analista. “El requisito B+ es el piso. La SBS evaluará luego la viabilidad operativa integral de cada solicitante, incluidos sus planes de negocio, estructuras especializadas y controles, en un proceso que puede tomar hasta 40 días hábiles”.
- El análisis concluye que, si bien la base de entidades potencialmente elegibles es amplia —especialmente en los sectores bancario y de seguros—, la decisión final de postular como Empresas Administradoras de Fondos de Pensiones (EAF) dependerá de que estas instituciones estén dispuestas a asumir las altas exigencias técnicas y de inversión que conlleva un negocio radicalmente distinto a su operación tradicional.