Sin embargo, el consumo privado perdió dinamismo en un contexto de una alta inflación, la inversión privada se contrajo por menores desembolsos del sector minero y el consumo público cayó por la reducción del gasto asociado a la emergencia sanitaria, precisó el BCR.
La demanda interna aceleró su ritmo de expansión interanual de 1,8% en el segundo trimestre a 3,3% en el periodo de análisis, debido a la recuperación de la inversión pública, informó el Banco Central de Reserva (BCR).
Sin embargo, el consumo privado y público, así como la inversión privada, influyeron en la desaceleración de la actividad económica.
El consumo privado perdió dinamismo en un contexto de una alta inflación, la inversión privada se contrajo por menores desembolsos del sector minero y el consumo público cayó por la reducción del gasto asociado a la emergencia sanitaria.
El consumo privado del tercer trimestre del 2022 aumentó 3,5%, tasa menor a la registrada en el segundo trimestre (4,9%).
El incremento interanual de los gastos de los hogares estuvo sustentado en la consolidación de la campaña de vacunación (al 30 de septiembre, 73% de la población contaba con las tres dosis), la mejora de las condiciones del mercado laboral y las medidas extraordinarias de provisión de liquidez.
No obstante, la alta inflación afectó negativamente el crecimiento del gasto de los hogares en el tercer trimestre.
En el tercer trimestre se observaron estímulos monetarios que reforzaron el consumo: se desembolsaron los retiros extraordinarios de los fondos privados de pensiones y estuvo disponible el 100% de los depósitos por Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).
PBI del tercer trimestre
El BCR reportó que el Producto Bruto Interno (PBI) del tercer trimestre del 2022 registró un crecimiento interanual de 1,7%, tasa menor a la observada en el trimestre anterior (3,3%), producto de la menor contribución de la demanda externa.
Las exportaciones de bienes y servicios desaceleraron su expansión de 9% a 0,8% entre el segundo y el tercer trimestre del 2022, por la menor producción primaria local, principalmente de los sectores minería metálica e hidrocarburos.
Asimismo, se observó un ritmo más acelerado del volumen importado de bienes de consumo duraderos y no duraderos e insumos industriales.