El índice del dólar se debilitó el viernes, borrando las ganancias anteriores de la sesión y dejando a la moneda en camino de un rendimiento semanal relativamente plano, después de que los datos de inflación de EE. UU. fueran más suaves de lo esperado, con el IPC general y el IPC subyacente sorprendiendo a la baja.
El IPC general de septiembre subió un 0,3 % intermensual (frente al 0,4 % anterior), mientras que la inflación subyacente se ralentizó hasta el 0,2 % (frente al 0,3 % anterior), lo que supone una nueva desaceleración de las presiones subyacentes sobre los precios.
El informe mostró una moderación generalizada más allá de los componentes volátiles, con un menor aumento en las categorías subyacentes que ayudó a compensar el impacto del aumento de los precios de la gasolina. La trayectoria más suave de la inflación refuerza las expectativas de que la dinámica de los precios se está enfriando hacia finales de año, en consonancia con el ciclo de flexibilización en curso de la Reserva Federal. Los mercados están descontando ahora una probabilidad del 57 % de una nueva bajada de tipos en enero, además de las ya previstas para octubre y diciembre.
- De cara al futuro, la atención se centra de nuevo en Washington, donde los acontecimientos relacionados con el cierre del Gobierno y el diálogo comercial entre Estados Unidos y China podrían influir en la percepción del riesgo. Cualquier contratiempo en cualquiera de estos ámbitos podría aumentar la presión vendedora sobre el dólar.”