La informalidad y la falta de información financiera actualizada complican la verificación de capacidades crediticias, declara a Microfinanzas Fabian Goldberg de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA). Por su parte, Carola Krainz de la IFC, miembro del Grupo Banco Mundial, dice que la inclusión digital no solo facilita el acceso a servicios financieros, sino también a oportunidades educativas y de empleo, en particular, en áreas rurales.
¿Por qué la inclusión financiera sigue siendo un reto en nuestra región y qué está haciendo la FMBBVA para cerrar esta brecha?
Fabian: La inclusión financiera continúa suponiendo un gran desafío para América Latina porque se enfrenta a una serie de obstáculos que intensifican la desigualdad: las persistentes brechas económicas, la alta tasa de pobreza monetaria de 29% y los 170 millones de personas sin acceso a servicios financieros básicos.
A pesar de estas evidencias, la pobreza no sólo es monetaria, sino multidimensional, por lo que se enfrenta a otros desafíos como la falta de educación financiera necesaria para comprender los servicios financieros, o la brecha digital, motivada por la carencia de dispositivos o conexiones a internet fiables, especialmente en zonas marginadas y rurales. Todos estos elementos se unen para crear un entorno donde la inclusión financiera se ve obstaculizada por múltiples barreras.
Desde el año 2007, la FMBBVA ha estado comprometida con un modelo de microfinanzas sostenible e inclusivo. Este enfoque ha permitido que 6 millones de personas en situación de vulnerabilidad accedan tanto a servicios financieros para impulsar sus pequeños negocios como a educación financiera y digital.
De esta manera, hemos desempeñado un papel relevante en la reducción de la pobreza, la desigualdad y la exclusión social en América Latina; y, debemos seguir trabajando para no dejar a nadie atrás.
Carola: En la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), abordamos esta brecha proporcionando soluciones a través de la asistencia técnica y el financiamiento a instituciones financieras para ampliar su alcance y mejorar la prestación de servicios financieros inclusivos, fortaleciendo su capacidad de ofrecer servicios financieros a segmentos de la población que tradicionalmente han sido excluidos.
Otra área de enfoque incluye la promoción de la innovación tecnológica en el sector financiero, fomentando el uso de servicios financieros digitales y móviles para llegar a más personas en áreas rurales y de bajos ingresos. Adicionalmente, la IFC está trabajando, en colaboración con el Banco Mundial, con gobiernos y otras organizaciones para mejorar la educación financiera y promover la inclusión financiera en la región.
¿De qué forma pueden ayudar los programas de inclusión financiera a las microempresas en Latinoamérica y en Perú en particular?
Fabian: Los programas de inclusión financiera juegan un papel esencial en respaldar a los emprendedores latinoamericanos. En la Fundación, empleamos el modelo de Finanzas Productivas, una propuesta inclusiva y sostenible, que va más allá de los servicios financieros tradicionales.
Nuestra propuesta de valor busca estimular el desarrollo de las actividades productivas y mejorar las condiciones de vida. Partimos del conocimiento individual del cliente, su entorno y su realidad, valorando atributos tanto tangibles, como la capacidad para generar excedentes; como intangibles, como la creatividad, el compromiso o empuje, y la voluntad de pago. Aplicando este modelo, hemos comprobado que el 60% de los emprendedores sale de la pobreza al cabo de 5 años de relación con nosotros.
Financiera Confianza, la entidad de la FMBBVA en Perú, es una reconocida institución microfinanciera con presencia en todo el territorio peruano, que atiende a más de 720 mil emprendedores. Una parte muy significativa de ellos ha sido bancarizada por primera vez por la entidad, lo que sin duda les ha supuesto un paso adelante en su salida de la pobreza.
Carola: Nuestros programas de inclusión financiera ayudan a las microempresas en Latinoamérica y en Perú de varias formas:
Acceso a financiamiento: Trabajamos con instituciones financieras para fortalecer su capacidad de ofrecer préstamos y servicios financieros a las microempresas. Esto les brinda acceso a capital para invertir en su crecimiento, adquirir activos o financiar sus operaciones diarias.
Capacitación y asesoramiento: Proporcionamos capacitación y asesoramiento a entidades financieras para mejorar su gestión financiera, fortalecer sus habilidades empresariales y aumentar su capacidad de acceso a financiamiento. Esto incluye educación financiera, desarrollo de planes de negocio y apoyo en la gestión de riesgos.
A través del DigiLab, nuestro programa diseñado para acelerar la transformación digital y la adopción de datos en entidades financieras, hemos trabajado con más de 56 entidades financieras en Latinoamérica y el Caribe (LAC) con el fin de desarrollar la estructura requerida y proporcionar las herramientas necesarias para que las entidades puedan transformarse en entidades digitales e impulsadas por los datos y, de esta manera, convertirse en entidades holísticas que fomentan la inclusión financiera.
Innovación tecnológica: Promovemos la adopción de tecnologías financieras (fintech) en el sector de las microempresas. Esto incluye el uso de aplicaciones móviles, plataformas digitales y servicios financieros en línea para facilitar transacciones, pagos y acceso a servicios financieros de manera más rápida y conveniente.
Reducción de barreras: Un enfoque crítico es la reducción de barreras que enfrentan los microempresarios en el acceso a servicios financieros, como la falta de historial crediticio, un historial crediticio negativo, la falta de garantías o la falta de documentación legal.
Al utilizar data alternativa, como el historial de pagos de servicios básicos o el comportamiento financiero en plataformas digitales, se puede evaluar de manera más precisa el riesgo crediticio de las personas que no tienen un historial crediticio tradicional. Esto permite a las instituciones financieras brindar acceso a crédito a aquellos que han sido excluidos anteriormente.
En el caso específico de Perú, el IFC ha estado trabajando en colaboración con instituciones financieras locales (como Financiera Confianza) para expandir el acceso a financiamiento para las microempresas. Esto incluye el apoyo a programas de microfinanzas, el desarrollo de productos financieros adaptados a las necesidades de las microempresas y la promoción de la inclusión financiera en áreas rurales y de bajos ingresos.
Transformación digital
¿Cómo puede la transformación digital ayudar a mejorar las vidas de los segmentos más vulnerables en nuestros países?
Fabian: La transformación digital puede mejorar significativamente la vida de los segmentos más vulnerables al promover el acceso a servicios financieros a través de plataformas digitales.
Esto no solo agiliza transacciones, ahorrando a los emprendedores un tiempo muy valioso para dedicarlo a sus negocios y familias, sino que también fomenta el ahorro y posibilita la cobertura en zonas geográficas más aisladas, generando una mayor inclusión.
Además, impulsa la educación financiera mediante recursos en línea y cursos de formación accesibles. Facilita también el acceso a servicios de salud a través de aplicaciones, como la ‘telemedicina’.
La implementación de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) generativa, posibilita una gestión más eficiente a nivel organizativo. Esto se traduce en procesos orientados a mejorar el conocimiento singular del cliente y a personalizar nuestro acompañamiento en su desarrollo, en su plan de vida.
Carola: La transformación digital de las empresas y su adopción de parte de los consumidores es crítica para el desarrollo de la región y el bienestar socioeconómico de su población.
La expansión de servicios financieros móviles, la digitalización de procesos gubernamentales y la implementación de tecnologías educativas tienen la capacidad de superar barreras geográficas y económicas, facilitando por ejemplo a familias rurales poder solicitar un crédito de manera 100% digital sin necesidad de desplazarse a una oficina física, lo cual podría conllevar un viaje largo y costoso al mismo tiempo que les aleja de su actividad laboral.
La inclusión digital no solo facilita el acceso a servicios financieros, sino también a oportunidades educativas y de empleo, en particular para ciudadanos residentes en áreas rurales.
Además, la tecnología puede mejorar la eficiencia en la entrega de asistencia social, asegurando que las comunidades más necesitadas reciban apoyo de manera más rápida y eficaz.
¿Cuáles son los mayores retos que enfrentan las microempresas en relación con el acceso a crédito?
Fabian: Las microfinanzas en Latinoamérica se enfrentan a desafíos significativos, en un contexto de inestabilidad económica, climática y de seguridad física. Desde la perspectiva de las microempresas, diversos factores limitan su acceso al crédito. La carencia de historial crediticio y activos para garantizar préstamos es una barrera evidente.
Además, la informalidad y la falta de información financiera actualizada complican la verificación de capacidades crediticias. La ausencia de información en estos segmentos complica la toma de decisiones, demandando enfoques más flexibles y perspicaces por parte de las instituciones. Adicionalmente, la falta de regulaciones claras sobre el sobreendeudamiento constituye un desafío crucial.
La carencia de marcos normativos específicos para prevenir el exceso de endeudamiento expone a las microempresas a riesgos significativos. En conjunto, estos factores contribuyen a la complejidad del acceso al crédito.
Abordar estos desafíos no sólo requiere estrategias de financiamiento innovadoras y responsables, sino también un enfoque integral que considere la informalidad, la escasez de datos fiables y la necesidad de experiencias crediticias adaptadas. Este enfoque holístico es esencial para impulsar la inclusión financiera en la región.
Carola: Las microempresas enfrentan diversos desafíos en cuanto al acceso a crédito, siendo la falta de historial crediticio y garantías una barrera fundamental. La ausencia de registros financieros formales dificulta a los prestamistas evaluar la solvencia crediticia, limitando el acceso a préstamos.
Además, las microempresas a menudo carecen de activos tangibles para ofrecer como garantía, lo que aumenta la percepción de riesgo por parte de las instituciones financieras. La brecha en la educación financiera y la desconfianza en los servicios financieros también contribuyen a la renuencia de las microempresas a buscar y utilizar créditos, creando un círculo que complica aún más su acceso a financiamiento necesario.
Uso de data
¿Qué tipo de impacto pueden tener los datos en el cierre de la brecha financiera existente?
Fabian: En el ámbito de las microfinanzas, la gestión eficiente de los datos se presenta como un auténtico ‘superpoder’. La estrategia diseñada para recopilar y analizar grandes volúmenes de datos resulta esencial para comprender las necesidades individuales, identificar patrones de comportamiento y personalizar ofertas de valor de manera precisa, fortaleciendo de esta manera relaciones a largo plazo con los emprendedores.
La valoración de riesgos, ya sean crediticios, climáticos o de seguridad física, se ve enormemente beneficiada por el análisis avanzado de datos y el aprendizaje automático, permitiendo una evaluación predictiva, especialmente para aquellas personas sin historial en el sistema financiero.
Adicionalmente, la evolución hacia el Open Finance y el uso de agrupadores de datos prometen ampliar la capacidad de utilizar datos alternativos. Esta perspectiva se traduce en nuevas dimensiones de análisis, facilitando una mayor accesibilidad a los servicios financieros de manera eficiente.
Este avance no solo responde a las demandas actuales, sino que también contribuye significativamente al cierre de brechas, llevando la inclusión financiera a nuevos niveles.
Carola: Los datos pueden tener un impacto significativo en el cierre de la brecha financiera existente. Al recopilar y analizar datos financieros, se pueden identificar patrones y tendencias que ayudan a comprender mejor las necesidades y comportamientos de los clientes.
Esto permite a las instituciones financieras adaptar sus productos y servicios para satisfacer esas necesidades de manera más efectiva. Además, el análisis de datos puede ayudar a evaluar el riesgo crediticio de los clientes de manera más precisa, lo que facilita la toma de decisiones de préstamos.
Al utilizar datos en la toma de decisiones financieras, se pueden reducir las barreras y la discriminación en el acceso a servicios financieros, lo que contribuye a cerrar la brecha financiera y promover la inclusión económica.
Adicionalmente, los datos, especialmente en el contexto de Open Finance, pueden tener un impacto aún más significativo en el cierre de la brecha financiera existente. Open Finance se refiere a la apertura de datos financieros por parte de las instituciones financieras, lo que permite a los clientes compartir su información financiera con otras entidades de manera segura y controlada.
Esto facilita la creación de soluciones financieras más personalizadas y accesibles para los usuarios. Además, un marco regulatorio sólido es fundamental para garantizar la protección de los datos y la privacidad de los usuarios, al tiempo que fomenta la innovación y la competencia en el sector financiero.
Al promover la adopción de Open Finance y establecer un marco regulatorio adecuado, se pueden eliminar barreras y fomentar la colaboración entre instituciones financieras, fintech y otros actores del ecosistema financiero.
Esto permitirá una mayor inclusión financiera al brindar a los usuarios acceso a una gama más amplia de servicios financieros y opciones de financiamiento, cerrando así la brecha financiera y promoviendo la igualdad de oportunidades económicas.