
El inició la semana con ganancias frente al dólar estadounidense, cotizando alrededor de $18.38 pesos por dólar tras alcanzar un mínimo de $18.36. La moneda local se ha apreciado más de 0.57 % desde el viernes, impulsada por la debilidad del dólar y el renovado optimismo ante un posible acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, lo que refuerza la confianza en los mercados emergentes.
El entorno positivo global ha favorecido especialmente a las divisas de países con fundamentos económicos sólidos, como México. En el ámbito técnico, el peso mantiene un sesgo de recuperación tras respetar la media móvil de 50 periodos en los gráficos diarios cerca de los $18.50 pesos por dólar. Este nivel se consolida como un soporte relevante que podría abrir la puerta a una corrección adicional hacia los $18.30 o incluso los $18.10 pesos por dólar si la presión bajista se mantiene.
El debilitamiento del dólar ha sido un factor clave en esta tendencia. El índice dólar (DXY) retrocedió a niveles cercanos a 98.90 puntos, reflejando un menor atractivo de la divisa estadounidense. Este movimiento ha impulsado el apetito por riesgo y ha fortalecido la demanda de activos en mercados emergentes. En las últimas jornadas, el tipo de cambio USD/MXN se ha mantenido estable en torno a los $18.40 pesos, mostrando la consolidación de la moneda mexicana en un rango de relativa fortaleza.
La expectativa de un recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal continúa siendo uno de los motores principales detrás del debilitamiento del dólar. Los mercados descuentan una reducción de 25 puntos base en la próxima reunión, lo que podría confirmar un ciclo de política monetaria más laxo. Para el peso mexicano, este contexto representa una oportunidad, ya que la mayor rentabilidad de los instrumentos locales frente a los estadounidenses impulsa flujos hacia México en operaciones de carry trade.
- En el plano interno, la estabilidad macroeconómica y la política monetaria prudente del Banco de México también respaldan a la moneda nacional. A pesar de que la inflación aún se mantiene por encima del objetivo, el diferencial de tasas sigue siendo atractivo para los inversionistas. Además, la perspectiva de un crecimiento moderado, junto con una política fiscal estable, refuerza la percepción de que México ofrece un equilibrio entre riesgo y rendimiento en el universo de las economías emergentes.
- Sin embargo, persisten factores de riesgo que podrían limitar las ganancias del peso. Entre ellos destacan la posibilidad de un repunte en la inflación de Estados Unidos, una eventual postergación del recorte de tasas por parte de la Fed o una desaceleración económica más marcada en México. También podría influir el comportamiento de los precios del petróleo y la evolución de las relaciones comerciales entre las principales potencias, factores que suelen afectar directamente el flujo de capitales hacia economías como la mexicana.
- En síntesis, el peso mexicano atraviesa un momento de relativa fortaleza gracias a un entorno internacional favorable, a un dólar debilitado y a fundamentos locales sólidos. No obstante, la prudencia sigue siendo clave, ya que el panorama global continúa siendo incierto y sensible a los cambios en la política monetaria y comercial.
En conclusión, la apreciación del peso refleja una combinación de factores externos e internos que se alinean temporalmente a su favor. Si la Reserva Federal confirma una reducción en las tasas y el ánimo global hacia el riesgo se mantiene, el tipo de cambio podría dirigirse hacia el rango de $18.30-$18.10 pesos por dólar. Sin embargo, cualquier cambio en las expectativas de política monetaria o en el entorno económico internacional podría revertir parte de estas ganancias y devolver la volatilidad al mercado cambiario mexicano.”